ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Wild Noise se mantendrá en exhibición hasta el 16 de agosto. Foto: Yander Zamora

Del Bronx sabemos algunas co­sas. Que es un condado del estado de Nueva York. Que allí está el estadio de los Yankees y el Jardín Botá­nico de NY. Que cerca de la mitad de su población está compuesta por la­tinos o hispanos y casi otro tanto por afroamericanos. Sabemos que hay violencia, pandillas y drogas. No mu­cho más.

Se nos escapan tal vez los proyectos educacionales y comunitarios, o la herencia musical que le ha legado esta zona a la cultura norteamericana. Y se nos escapan entre otras co­sas unas mil obras de arte coleccionadas por el Museo del Bronx des­de el año 1971. Bajo el título de Wild Noise (Ruido salvaje), casi cien de ellas se exhiben por estos días en La Habana.

Y hay que decir que se trata de una muestra impresionante. No so­lo porque incluye fotografías originales de Andy Warhol (Little red book 7, 1970), sino porque muchas de sus piezas constituyen el relato de ásperas realidades de las comunidades negras y de inmigrantes en Es­tados Unidos en los siglos XX y XXI. Como si esos artistas liberaran me­diante sus creaciones unas an­sias casi frenéticas de defender su identidad, romper estereotipos o denunciar políticas. Como si necesitaran de­jar constancia de su paso por el Bronx, o por la vida.

De ahí las piezas The gangs all here! y Latin leyends! de Joe Con­zo, quien fotografió las primeras manifestaciones de hip hop en la zo­na, Untitled (I Do Not Always Feel Colored) de Glenn Ligon, artista que reflexiona a menudo sobre su iden­tidad como hombre negro gay, y How do you spell America? de Wi­llie Cole, donde el creador traduce en pa­labras las promesas y realidades de un país.

Además de aquellos nacidos en Estados Unidos —y en el propio Bronx—, la exposición incluye piezas de artistas provenientes de otras latitudes, como Daniela Rossell y Dr. Lakra, de México; Din Q. Lê, de Viet­nam; Ana Mendieta, de Cuba o Tehching Hsieh, de Taiwán.

Wild Noise, que toma su título de un poema de Víctor Hugo, sitúa en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) un arte nacido a la vez de la rabia, la frustración y la necesidad siempre creciente del artista de ex­presarse, a partir de la fotografía, la es­cultura, la instalación, la serigrafía, el video y la impresión digital, en­tre otros soportes. Una exposición que contiene, casi en silencio, el caos ruidoso —en este caso del Bronx— que transpiran miles de ciudades del mundo.

A propósito de la muestra, que se mantendrá en exhibición hasta el 16 de agosto, el MNBA mostrará por primera vez en la historia más de cien obras de su colección permanente en el propio Museo del Bronx, en la primavera del 2016.

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LDB dijo:

1

27 de mayo de 2015

16:20:39


Recordemos que nuestro Comandante estuvo en el Bronx cuando nadie lo quiso recibir en ningún hotel de los EUA hace muchos años no recuerdo la fecha, así que sean bien recibidos en nuestro país, y la fama de esa comunidad es natural porque hasta en las películas lo ponen como un barrio famoso por su criminalidad.