ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La actriz y presentadora Miriam Socarrás. Foto: Juvenal Balán

Es difícil desprenderse de la imagen que creamos de un artista. Y si esa imagen es la de una actriz que ha da­do vida a varios personajes (casi to­dos secundarios pero con la suficiente fuerza para ser recordados), entonces no podemos desligarnos de la idea de una persona de carácter que posee un talento especial, con el suficiente oficio para ser vital en una tra­ma, aun cuando no sea su centro.

Hablamos de Miriam Socarrás. Un rostro que reconocemos de inmediato en la pantalla, y cuya presencia —po­co frecuente en los medios— es recibida siempre de manera entrañable por la versatilidad con que asume ca­da rol. Hace poco la vimos en la telenovela cubana La otra esquina dándole vida a Emma, un personaje que, junto al actor Enrique Molina, puso en el tapete público varios conflictos de la tercera edad.

Esta actuación le hizo conquistar nuevamente el reconocimiento del público al punto que, según ella mis­ma  afirma, “cuando camino por las calles la gente me felicita, sobre todo hombres, y en tono jocoso me dicen “lo mataste abusadora”.

Simpática, solícita a responder ca­da pregunta con una sonrisa, la ac­triz, presentadora y otrora modelo de mo­das y propaganda —quien confiesa ser muy habladora— compartió un pedacito de su historia con Granma.

—Revisando su biografía he no­tado que sus inicios fueron en el teatro musical, donde tuvo la oportunidad de compartir con grandes figuras de la escena cubana. Há­bleme de esa etapa.

—Bueno, llegué al teatro musical por azar. Las cosas buenas siempre suceden por azar. Yo era de teatro de aficionados del Instituto Cubano del Petróleo y una instructora de arte iba a hacer una pieza de Tomás Gon­zá­lez, no se la permitieron hacer y cuando estaban ensayando me llamaron, la sustituí y en un mes la montamos. Ahí me descubrió un profesor de ac­tua­ción mexicano y me seleccionó para integrar las filas del teatro Mu­sical de La Habana bajo la dirección de Alfon­so Arau. Es decir que entré así, de una forma casual por la puerta grande.

—Pero fue importante en su carrera.

—Importantísima. Hacer teatro mu­­sical era lo que anhelaba, fue para mí tocar el cielo. Téc­nica­mente estaba en cero pero ellos vieron en mí una piedra que había que pulir. El Musical estaba lle­no de profesores excelentes que la Revolución tra­jo contratados a Cuba. El profesor de artes plásticas y escenógrafo era el Gallego Posada que después me casé con él, así que encontré hasta mi fe­licidad.

—Bueno, ¿cómo ve el teatro mu­sical actual?

—No lo veo… veo intentos. El teatro musical re­quiere lo que perdimos. Antes teníamos un teatro que no se cerraba nunca, un salón de ensayo, una orquesta buenísima. El musical requiere un apoyo económico muy fuerte que lo teníamos nosotros en aquel entonces pero se destruyó todo y creo que siempre rehacer es más difícil.
“En el teatro musical un actor tie­ne que cantar, bailar, quizá no hacer las tres cosas perfectas pero que las haga, una mejor que otra”.

—Ahora que menciona cualidades de un actor, ¿qué aspectos considera necesarios para el buen ­de­sempeño profesional?

—Los actores somos como es­pon­jas. Tenemos que estar observándolo todo para después reflejarlo. Lo más importante de un actor, independientemente de que sea graduado de una escuela o que sea como yo, que en la marcha he ido to­mando todos los cursos que he podido, creo que es la parte humana y la ética.

“Considero que es necesario también aprender de quien lo antecedió a uno. A veces uno encuentra en la práctica cosas que no se aprenden en la escuela”.

—Miriam, desde el año 1981 has­ta el 95 fue presentadora de Tro­picana, ¿qué significó esto en su vida?

—Eso fue otro mundo. Una experiencia dura, porque creo que mi divorcio vino derivado de esos horarios difíciles. Yo estaba en el teatro musical y de ahí me iba a Tropicana a hacer el primer show y el segundo, llegaba a las tres de la mañana a la casa. Además tenía clases de ballet, un hijo, un marido, un gato… cuántas cosas, ¿no? Pero cuando uno es joven tiene mucha capacidad. Creo que afectó mi vida personal, pero pa­ra mí Tro­picana fue importante. Es­tuve mu­chos años sin darme cuenta, no me lo propuse.

—En la televisión la hemos visto en las te­lenovelas Doble juego, Oh La Habana, La otra cara, pero también ha acumulado una amplia filmografía en el cine cubano en­­ pe­lículas­ co­mo Cecilia, Papeles se­cundarios, Plaff, Zafiros, locura azul; Haba­nastation… ¿De todos esos personajes tiene preferencia por alguno en especial?

—Hasta ahora había sido el personaje que hice en Plaff, muy pequeño como todos los que hago, pero la gente lo recuerda siempre. Después el de Reina y Rey, por el que siento­ mu­­cho­­­­­ amor porque siempre me daban papeles de prostituta o chusma del solar pero en esa película hice de una persona como cualquier otro profesional, con un comportamiento adecuado.

“Sin embargo, resulta que ahora este perso­naje de la telenovela es un regalo que me ha dado la vida a los 73 años con Emma, por las calles la gen­te me saluda y le gusta sobre todo a los hombres, me llama la atención que les guste este rol. Me dicen co­sas muy bonitas y es verdad, las mu­jeres tenemos que defendernos porque cuando estamos viejas se creen que somos trastes y no es así”.

—La acabamos de ver en la telenovela aunque estuvo mucho tiempo fuera de pantalla, ¿qué está haciendo actualmente?
—Ahora estoy muy entusiasmada porque el año pasado hicimos una comedia musical con un director in­glés. En la comedia, que escribió Nor­ge Espinosa, hago muchos personajes, una santera al principio y al final y cuatro personajes más. Re­cibí mu­chos halagos cuando la presentamos aquí, pero debemos llevarla de gira por Europa, se supone que en abril empezamos.

—¿La veremos algún día en teatro o nuevamente en el cine?

—No, desdichadamente creo que no. No hay mucho trabajo, antes se hacían muchas más películas que ahora. Lo único que me tiene entusiasmada ahora es la comedia musical y Cuando una mujer, que es algo que hago con mucho amor. La televisión llegó muy tardía a mi vida profesional.

—¿Y en la radio?

—Ese es un medio que me encanta, pero cuando no eres joven es muy difícil entrar. Me gustaría porque sé que mi voz no es común. Hice radio en una ocasión dando recomendaciones de belleza y todo el mundo lo escuchaba.

—Miriam hay una cuestión que me inquieta, ¿por qué se le conoce como la emperatriz de los papeles secundarios?

—Eso es un invento de un compañero de trabajo, un día estábamos en Santa Clara y me dijo es que “tú eres la emperatriz de los papeles secundarios”.

—¿Y eso le molesta?

—No. Me resulta muy simpático, yo asocio la emperatriz con una mujer (no recuerdo el nombre) que bailaba danzón y le llamaban la em­peratriz del danzonete. Cada vez que me dicen la em­peratriz pienso en el danzonete y me da gracia, es algo simpático.

—Entonces, ¿por qué siempre papeles se­cundarios?

—Mira, es lo que me tocó desdichadamente. He estado a punto de hacer protagónicos en dos ocasiones y no he podido. Es doloroso cuando te llenas de ilusión con algo y no lo puedes realizar, pero bueno eso es parte de nuestro trabajo.

—¿Qué le queda por hacer?

—Anhelo hacer un monólogo, pe­ro tengo mu­cho miedo. Quisiera ha­cerlo antes de ponerme más vieja y que la memoria me empiece a fallar.

—Bueno, hay dos preguntas que van siendo usuales en este es­pacio. Una es ¿qué le hubiese gustado ser de no haber sido ac­triz? y la otra es ¿cómo define su personalidad?

—Si no hubiese sido actriz me hu­biera encantado ser sicóloga. Y bue­no, con la otra pregunta te comento que soy una mujer muy positiva, como mi madre. Siempre tengo sueños, sé que voy a lograr cosas. Ahora mismo vivo muy reducida y anhelo tener una casa grande, pero soy feliz con mi pequeño espacio. Es un sueño que quizá no se convierta en realidad pero lo abrigo, porque si no, no sería feliz. Yo creo que mi madre me enseñó a soñar con los pies en la tierra.

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MAGALYS dijo:

1

20 de marzo de 2015

12:51:39


Me resulta muy simpática y jocosa ,su actuacion en la novela fue especial ya fue muy humana con su relación junto al actor Enrique Molina

eli dijo:

2

20 de marzo de 2015

15:20:39


QUE MARAVILLA DE MUJER PARA UD TODO MI RESPETO Y ADMIRACION UN EJEMPLO A SEGUIR, ME ENCANTA ESA SINCERIDAD.

JOSE OSCAR COSTA RUIZ dijo:

3

20 de marzo de 2015

23:06:18


por respeto a los cubanos que residimos en el exterior y amamos a nuestra querida patria ,,,por que no nos ponen las novelas cubanas actuales ,,,aburridos estamos de ver las mismas novelas antiguas , ademas los amigos de cuba ,,que son muchos nos preguntan si esas son las novelas de cuba ,,,,,,,,,que le vamos a decir ,si es lo que ven ,,,por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr pongan novelas actuales.

Ana Luisa dijo:

4

21 de marzo de 2015

12:31:52


José pero ese reclamo hay que hacérselo al ICRT no al periódico Granma...La otra esquina fue una buena novela y casi todas las actuaciones fueron brillantes, Miriam Socarrás es una actriz que me encanta aunque sale muy poco por la tv

MECHI dijo:

5

24 de marzo de 2015

08:23:41


es una gran actriz y una voz prodijiosa,lastima que la tv cubana tenga tan pocos pogramas dramaticos de factura nacional,cuando la tv era en vivo y no exisatian los recursos que hay hoy nuestra tv era mas entretenida,ahora los actores cubanos tienen que viajar y abandonar su pais para trabajar en otras televisoras porque aqui no hay trabajo,hasta cuando nuestra tv sera la misma de tiempos atraz.felicidades miriam