
Woodstock 1969. Miles de hippies llegan de todas partes de Estados Unidos a celebrar entre la pertinaz lluvia, el barro y el rock and roll (y sus géneros adyacentes) los ideales de paz y amor durante tres días que luego quedaron para la historia. Por el escenario de este festival desfilan Janis Joplin, Joan Báez, Jefferson Airplane, Sly & The Family Stone, Ten Years After, Crosby, Stills, Nash & Young, The Who, Neil Young, entre otros. Allí también estaba un joven huraño y desaliñado, de apenas 24 años, que venía desde Inglaterra dispuesto a todo.
Era un tal Joe Cocker, quien con su garganta rota y su poderosa voz ofreció una magistral interpretación de With a little help of my friends, de Los Beatles, una versión llena de rabia y adrenalina que incluso dejó en una pieza a sus intérpretes originales; de ahí que a Lennon y a McCartney no les quedó más remedio que agradecerle, más tarde, esa sorprendente apropiación de uno de sus himnos incluido en el disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.
No fue casual que el legendario cantante inglés, quien murió este lunes a los 70 años víctima de un cáncer de pulmón, destacara en los orígenes de los festivales de rock. De origen obrero y nacido en el norte de Inglaterra, venía de adentrarse en los fondos de la contracultura a través de la magia del soul y el blues, que le abrió de par en par las puertas al verano del amor y al desafiante mundo del rock and roll de los 60.
De ahí en adelante entró en la leyenda con una carrera que se sostuvo sobre todo en la reinterpretación de temas de grandes nombres de la música popular que, luego de diseccionarlos, los devolvía con un impecable empaque sonoro, un resultado que en la mayoría de las ocasiones ponía a temblar el material original. De ahí que para cualquier músico era un privilegio que Cocker decidiera sumarlo a su repertorio, pues haciendo uso de sus principales armas, es decir, de un apabullante dramatismo y una desbordada energía que rayaba en el delirio, le ofrecía una nueva vida a sus canciones y, de paso, las podía volver a consagrar (en caso de que ya estuvieran descansando en el olimpo). En esa línea se adueñó de temas como You’re so beautiful’, de Billy Preston, Just like a woman de Bob Dylan, Bird on wire de Leonard Cohen, Something de The Beatles, The letter, de The Box Tops, por solo citar algunos ejemplos. A casi 20 años de su primera consagración en Woodstock volvió a marcar un hito en la música popular con su famosa versión de Up where we belong, de Jack Nitzsche, incluida en la película Oficial y caballero. También tocó el cielo del éxito cuando su interpretación de You can leave your hat on (Randy Newman) sirvió de banda sonora a la cinta Nueve semanas y media, protagonizada por Kim Basinger y Mickey Rourke.
El músico inglés, que grabó más de 40 discos, nunca perdió las facultades de desplazarse con naturalidad en cualquier estilo, ni dejó de conquistar al mundo con esa voz desgarrada y única que llevaba todo al extremo. Con la muerte de Joe Cocker no solo se va una figura incomparable del rock, el blues y el soul, sino también un testimonio imbatible de la música que estremeció el siglo XX.












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Diego Talavera dijo:
1
24 de diciembre de 2014
14:24:48
Francisco Rivero dijo:
2
26 de diciembre de 2014
06:18:18
Wilfredo Rodríguez dijo:
3
26 de diciembre de 2014
06:44:30
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