Roberto Salinas lleva alrededor de diez años contando historias de gente real. Es lo que prefiere, asegura, y ha sido invitado al 36 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, a estrenar su documental El problemático-Detrás de la escena de las Naciones Unidas (2014), película basada en la experiencia del padre Miguel D’Escoto como presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas entre el 2008 y el 2009. Granma conversó con el realizador ítalo-nicaragüense sobre el audiovisual y su proyección en el Festival.
“La génesis de este proyecto fue el inicio en el 2008 de la presidencia del padre Miguel D’Escoto de Nicaragua en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Conocía al padre Miguel, conocía su historia política de los años 80 y contacté con él en Naciones Unidas para una primera charla. Inmediatamente me di cuenta de que tenía un material muy rico, y quise tratar de contar qué estaba pasando en política internacional a través de un punto de vista latinoamericano.
“El padre Miguel D’Escoto fue el primer sacerdote en ocupar ese cargo y llevó a la ONU un gran impulso espiritual, que era algo completamente nuevo”, cuenta Salinas.
Por supuesto, no fue solo eso. Miguel D’Escoto presidió la Asamblea General de las Naciones Unidas desde el 15 de septiembre del 2008, durante crisis y situaciones internacionales delicadas, como el golpe de Estado en Honduras a Manuel Zelaya, a quien apoyó firmemente.
“Con esa acción el padre Miguel D’Escoto quiso dar una señal, quiso decir que el presidente de la Asamblea General debería tener una posición mucho más productiva, mucho más precisa al enfrentar ciertas situaciones internacionales.
“Porque en teoría, el cargo de presidente de la ONU es el más alto rango del mundo, pero en la práctica el Consejo de Seguridad y el Secretario General son los que generalmente tienen más poder en la ONU. Entonces básicamente el concepto del padre Miguel D’Escoto era que la Asamblea General de la ONU que es el órgano donde todos los países están igualmente representados, debería ser el centro neurálgico, el centro real de la vida en la ONU y en los lugares donde se tomaban las decisiones.
“El tránsito del padre Miguel D’Escoto por la ONU ha sido algo fuera de lo común, al llevar instancias revolucionarias en materia de diplomacia, primeramente por su manera de hablar muy franca, muy directa y por su posición muy fuerte en ciertos asuntos. Inmediatamente se configuró como un presidente de la ONU distinto a todos los que habían estado”, dice el realizador.
Casi al final de su periodo de presidencia, el padre Miguel realizó un viaje oficial a Cuba, un país muy querido por él y al que había apoyado siempre, incluyendo la causa de los Cinco Héroes prisioneros en Estados Unidos. Imágenes como esas y de reuniones y discusiones en la propia sede de la ONU hacen de El problemático… un audiovisual de grandes valores históricos y testimoniales.
“Nosotros estuvimos grabando gran parte del material que sale en la película, y el padre Miguel nos garantizó acceso en la ONU a muchas reuniones y eventos. Lo bueno que tiene el documental es que toca muy de cerca cómo trabaja la diplomacia internacional en la ONU principalmente, qué tipo de estrategias y maquinaciones usan, qué idioma, etc.
“Además el documental cuenta con muchos archivos de la Cinemateca de Nicaragua, de televisoras estadounidenses de los años 80, porque hay una parte biográfica del padre Miguel en esa época”, explica.
Roberto Salinas aseguró sentirse muy complacido al poder mostrar su trabajo en el Festival, porque a pesar de ser una producción italiana-nicaragüense-norteamericana, su esencia es latinoamericana y encarna muchos valores de la región.
“Pero también porque el padre Miguel es un ser muy querido en Cuba, y espero tener una sala llena en la proyección, que se transformará en un momento de felicidad, de cariño, de abrazo al padre Miguel D’Escoto, que lo merece, por todo el esfuerzo que ha hecho en su carrera”.
El audiovisual, recién finalizada su postproducción, incluye el cese de la suspensión del padre Miguel D’Escoto, impuesta por el Papa Juan Pablo II por su labor revolucionaria en la década de los 80, y su primera misa después de eso. Será proyectado, en calidad de presentación especial, en la Sala 2 del Multicine Infanta, este viernes 12 a las 3:00 p.m. y contará con la presencia de su realizador.












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