De los 116 audiovisuales que concursan desde el pasado 4 de diciembre en el 36 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, esta mañana se presentaron en el Hotel Nacional los largometrajes En la estancia (México), Relatos salvajes (Argentina), Viento aparte (México), y Juana a los 12 (Argentina). Los filmes abordan temáticas que van desde la ruptura familiar hasta el uso de la violencia desmedida e incontrolable, pasando por los conflictos de la adolescencia y la imperante necesidad de pertenecer a algo o a algún lugar. Esto último bien pudiera ser el tema central de Juana a los 12, ópera prima en competencia del joven director argentino Martín Shanly, quien compartió con Granma su primera experiencia como realizador.
“La película es un tanto personal y autorreferencial pues trata espacios y lugares que conozco muy bien. Es la historia de una chica de 12 años que forma parte del ambiente particular de un colegio privado y bilingüe, el mismo al que yo asistí, y es una persona que no encaja muy bien con las exigencias y la ideología del lugar. Trata de cómo alguien tan joven puede lidiar con algo así.
“Yo tampoco encajé en mi momento. Hay un clima en mi infancia y adolescencia que traté de recrear en la película definitivamente. No puedo decir que es literalmente autobiográfica, porque no hay una escena exacta de mi vida en la película, pero sí el ambiente, cierto clima opresivo que traté de recordar y de transmitir”.
Martín Shanly se formó como realizador audiovisual en la Universidad del Cine de Buenos Aires entre 2007 y 2011 y Juana a los 12 es su primer proyecto audiovisual, condicionado además por la urgencia de hacer a su hermana Rosario Shanly, parte de la película:
“Yo estaba muy empecinado en que mi hermana fuera la actriz principal y ella ya tenía la edad que debía tener en la historia. A partir de eso la postproducción tuvo que ser muy apresurada, se tuvo que filmar como se pudo, el rodaje fue muy intenso.
“Rosario no tenía ninguna formación actoral en particular, pero desde pequeña yo filmaba videos caseros con ella, casi desde que nació, porque mi pasión por el cine viene desde que era chico”.
-¿Cómo se inserta este largometraje dentro de la cinematografía argentina contemporánea?
-El cine argentino está viviendo un momento muy bueno en el sentido de que proyectos muy diversos y de todo tipo están viendo la luz y tienen espacio de exhibición y eso es algo muy bueno, porque realmente no existe una costumbre de películas similares y de pronto viene algo a romperlo. Supongo que mi película forma parte de esa diversidad de discursos y formas, de esa heterogeneidad.
“Me gustaría seguir investigando, lo que estoy escribiendo ahora por ejemplo es radicalmente diferente a Juana a los 12, me gusta la idea de hacer cosas diferentes y experimentar antes de anclar en algo, todavía no sé si voy a poder anclar en algo algún día”.
-¿Qué espera del 36 Festival y del público cubano?
-Tuve el honor de ser invitado al festival, es un sueño cumplido, desde mi punto de vista el Festival es uno de los eventos más importantes de su tipo.
“Me parece que la película muestra una situación muy diferente a lo que se vive acá, me entusiasma ver cómo la gente reacciona y las evoluciones que tuvo ayer en el cine fueron muy interesantes, sobre todo ese intercambio es muy importante. El filme muestra un mundo tan particular que me interesa ver cómo gente de otro lugar puede trasladar eso a la universalidad”.
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