La última jornada de la temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional, que tendrá un paréntesis para acompañar al Festival Internacional de Ballet de La Habana 2014, trajo a primer plano al violinista Evelio Tieles en la ejecución del Concierto no. 2 en Re menor, del polaco Henryk Wieniawski.
Todo violinista debe pasar por las obras de este autor del siglo XIX (1835-1880) y de manera muy especial por el referido concierto, en tanto exige un despliegue de virtuosismo y brillantez, cualidades resaltadas por un Tieles brioso y apasionado, en plena sintonía con el espíritu romántico de la partitura.
En esa misma cuerda romántica, la OSN, bajo la batuta del maestro Enrique Pérez Mesa, tensó al máximo su masa instrumental para entregar la obertura fantástica Francesca de Rimini, de Piotr Chaikovski, que como se sabe fue inspirada por la lectura de un pasaje de la divina comedia, de Dante.
Hija de Guido da Polenta, gobernante de Rávena, Francesca se casó en 1275 con Gianciotto Malatesta de Rímini, pero atraída por el hermano menor de su esposo se convirtió en amante de este. Al ser descubiertos, el marido los asesinó.
Esa trama en la que intervienen el arrebato pasional, la traición y la tragedia, se expresa de manera exuberante en una partitura en la que la idea del equilibrio resulta precaria.
El programa comenzó con una de las más intensas elegías que haya compuesto un autor cubano, En memoria a mi esposa Liliam, de Alfredo Diez Nieto.
Escrita para orquesta de cuerdas, conmueven tanto los pasajes melódicos como los silencios, que se articulan en una imagen de concentrada evocación.












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Alberto L. Dávila Crismán dijo:
1
20 de octubre de 2014
09:45:12
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