La idea de hacer coincidir este septiembre en la escena del teatro Martí a la Banda Nacional de Conciertos y solistas del Teatro Lírico Nacional (TLN), más allá de consideraciones puntuales, hizo justicia a una razón histórica.
Al fundamentar el espectáculo, su director artístico Juan R. Amán resaltó la importancia que tuvo el coliseo de Dragones y Zulueta, tardía pero felizmente rescatado por la Oficina del Historiador de la Ciudad y el infatigable Eusebio Leal, para el desarrollo de la escena lírica cubana; y recordó que uno de los íconos de esa manifestación, el maestro Gonzalo Roig, fue el director por excelencia de la Banda.
Roberto Chorens, reconocido pedagogo y comunicador, al frente hace pocos meses del TLN, abundó acerca de las posibilidades de colaboración entre su institución y la Banda, alianza de añejas raíces que debe ser retomada con todo rigor, con la inclusión del Coro del colectivo lírico, dirigido por la maestra Denisse Falcón, requerido de fogueo en estas lides.
El programa quedó estructurado en tres bloques: selecciones de arias operáticas famosas, con énfasis en Verdi, Puccini y Rossini, páginas antológicas de dos de las tres más célebres zarzuelas cubanas —Cecilia Valdés, de Roig; y María la O, de Ernesto Lecuona (solo faltó Amalia Batista, de Rodrigo Prats)—, y un muestrario de la cancionística cubana a base del propio Lecuona y Eliseo Grenet, César Portillo de la Luz, María Teresa Vera y Adolfo Guzmán.
Entre los solistas destacó la soprano Milagros de los Ángeles, versátil y ajustada a las exigencias de Un bel di vedremo, de Madame Butterfly, de Puccini, el Sempre libera, de Verdi; la Canción de cuna, de la Cecilia; y la Canción del amor triste, de Lecuona. Entre los más jóvenes agradó el barítono Eleomar Coello por su aproximación virtuosa al difícil Largo ad factótum, de El barbero de Sevilla, de Rossini.
Pero lo más estimulante fue verificar la espiral ascendente de la Banda Nacional de Conciertos, ahora bajo la batuta del joven maestro Igor Corcuera, y la pertinencia de las orquestaciones de Rafael Carter, logros para tener muy en cuenta.












COMENTAR
Responder comentario