
“Es necesario establecer el pasado para facilitar la transformación del presente, (…) la historia de Cuba tiene que ser veraz y crítica.”
Estas palabras del intelectual Raúl Cepero Bonilla, tomadas del prólogo que escribiera para su libro Azúcar y abolición, apuntes para una historia crítica del abolicionismo, en la edición de 1959, dan fe de la personalidad transgresora de este pensador, economista, historiador y periodista cubano, cuyo mutismo actual necesita convertirse en voz y lectura de las presentes generaciones.
El libro de marras ayuda, al decir del doctor Fernando Martínez Heredia, director del Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello, IICJM, a que podamos plantearnos mejor los problemas de hoy y de mañana, entre otras razones, por ser un hito en la ciencia histórica cubana y por la capacidad que tiene de ser actual, a pesar de tantos años de escrita.
Sobre su autor, quien fuera designado ministro de Comercio del Gobierno Revolucionario, en el primer año de la Revolución, es este otro libro, Raúl Cepero Bonilla y la subversión de la Historia, cuya génesis está en un taller en torno a esta figura, celebrado en el 2008 en el IICJM, centro en el que acaba de ser introducido.
Compilado por el investigador Alejandro Gumá, y presentado por Pedro Pablo Rodríguez, Premio Nacional de Ciencias Sociales, el libro reúne ensayos de Oscar Zanetti, Fernando Martínez Heredia, Ana Cairo, Jorge Ibarra y Rolando González Patricio, entre otros destacados investigadores que han abordado la figura y la obra de Cepero Bonilla, teniendo en cuenta el contexto en que esta se produce.
Cepero Bonilla, el primero en investigar las fuentes primarias cubanas desde una perspectiva marxista, planteó las bases de los futuros estudios históricos cubanos y creó las condiciones para que se desarrollara después un pensamiento historiográfico.
“Si queremos sentir que hacemos, lo que este tiempo necesita, tenemos que rescatar el pasado, no solo con fines académicos, sino políticos, ver de ese pasado sus debates y conflictos”, expresó Martínez Heredia a propósito de la obra de Cepero Bonilla, contemporáneo absoluto por la actualidad de su pensamiento tan escasamente estudiado.
Rodríguez refirió que la lectura del libro invita a hablar de política revolucionaria, “algo que nuestro país necesita mucho, porque tenemos gente por ahí con sueños burgueses. Creo que estamos viviendo una fase en Cuba en la que hay que defender la política y acción revolucionaria”, dijo, y lamentó que en las publicaciones culturales de la época no aparezca la reseña de Azúcar y abolición…
“Cepero estaba dando una lección de cómo emplear el marxismo en el campo intelectual y en la vida política cubana. Ojalá que con este libro empiece a estar entre nosotros”.
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lazaro dijo:
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2 de junio de 2014
08:36:29
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