MATANZAS.— Por su notable expresividad y ese fecundo vínculo con el pueblo de todas las edades, el teatro de títeres, al igual que otras nobles manifestaciones, constituye un espacio imprescindible para la cultura cubana.
En esos términos se expresó el Premio Nacional de Teatro, René Fernández, al dejar clausurada la edición 11na. del Taller Internacional de Títeres y la reunión del Consejo UNIMA que tuvo a esta provincia de escenario por espacio de una decena de días.
El intelectual matancero alabó la presencia de público en las salas de teatro y en los más disímiles espacios, donde las agrupaciones participantes brindaron sus espectáculos y dejaron la impresión de que el mundo pertenece también a los titiriteros.
La jornada de clausura, a la que asistió Teresa Rojas Monzón, primera secretaria del Partido en la provincia, estuvo amenizada por la Compañía XPTO, de Brasil, y la obra Lorca-Aleluya Erótica, una tentativa fascinante de los derroteros del amor y la oportunidad providencial de quienes creen a pie juntillas en ese sentimiento universal.
El certamen se apegó a la intención de su lema (Un retablo abierto desde las Américas al mundo), y satisfizo otras propuestas en el orden teórico con la presencia de prestigiosos profesionales que ofrecieron conferencias acerca de apasionantes temas del universo titiritero.
La ocasión sirvió de pretexto para el hermanamiento del Taller Internacional de Títeres con otros festivales del área, así como para homenajear a grandes titiriteros del continente americano.
Manuel Morán, vicepresidente de la Unión Internacional de la Marioneta (UNIMA), agradeció a Cuba por el apoyo brindado y la oportunidad de apreciar la dimensión del desarrollo cultural cubano en el teatro de títeres y en las demás manifestaciones artísticas. Nuestra admiración sin reservas para los anfitriones y por lo conseguido en esta edición del Taller Internacional de Títeres, subrayó.












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