Tras casi dos décadas de permanencia en el underground cubano, en las que ha formado parte de los principales eventos del rap local como los históricos festivales de Alamar (los cuales, por cierto, es hora de retomar) y los Simposios de Hip Hop, por solo citar algunos ejemplos, los integrantes de Anónimo Consejo, Sekuo Messiah Umoja (Yosmel Sarrías) y Kokino (Maigel Entenza Jaramillo) decidieron darle un tiempo de descanso a la alineación para cumplir con sus proyectos individuales. "En este momento tengo listo mi primer álbum como solista. Se llama Ashe y ha sido una experiencia muy grata. Todas las ideas que estuvieron en mi cabeza las pude desarrollar gracias a los excelentes músicos de Venezuela y Cuba que entregaron toda su energía en este proyecto, un viaje donde música y letra van de la mano para lograr una dinámica con muchos matices. Espero muy pronto poder presentarlo en La Habana y en muchos otros lugares", dice Sekuo a Granma des-de Caracas, donde ha permanecido girando por diversos escenarios alternativos del país latinoamericano.
Anónimo Consejo milita en las filas del hip hop cubano desde 1996 con una obra de alto valor que da relieve la herencia africana de la cultura cubana, toma partido por rescatar la la espiritualidad de los elementos del hip hop y se aleja de las falsas luces de la popularidad y la fama para caminar al lado de las personas más humildes. "El público, las peñas, los festivales en Alamar, el Grupo Uno y el sueño de muchos de nosotros conformaron el motor impulsor de lo que existe hoy día y no es menos grande la tarea del relevo, que tiene en sus manos mucho material para seguir creando. En la escena de los años 90, teníamos nuestros instrumentales en cassettes y la mayoría eran de álbumes de raperos de Estados Unidos, pues por aquel entonces carecíamos de tecnología para elaborar nuestras propias producciones. Copiábamos a los raperos que veíamos en videos extranjeros, pero todo esto fue para dar paso a una identidad propia en el rap cubano, diversa y auténtica".
—Desde tu punto de vista, ¿qué define a la escuela cubana de hip hop?
—En mi opinión lo que más aportó el rap cubano es el poder de la voz propia, el debate, reconocer nuestras inconformidades y decirlas en voz alta. Con los años he conocido a muchísima gente de diversos lugares del mundo y sobre todo de Latinoamérica que consideran al movimiento de hip hop cubano como una expresión de vanguardia. También es cierto que dentro de Cuba muchos raperos se quejan de cómo se hacen algunas cosas y alegan que en otros países y movimientos similares eso no sucede. Afortunadamente he constatado que esto no es cierto. En todos los movimientos de este tipo existen dificultades, incluso muy parecidas (para no decir iguales) a las que vivimos en nuestra Isla.
—¿Y qué ha dañado más a este Movimiento?
— Para mí lo que más ha dañado al rap cubano es la intolerancia y el no respeto a las diferencias de criterios entre raperos e instituciones. Sin eso no hay armonía.
—¿Qué opinas sobre el trabajo de la Agencia Cubana de Rap?
—En muchas oportunidades la Agencia Cubana de Rap, en sus diversas etapas, no ha cumplido con la función para la cual fue creada. Hemos vivido momentos de mucha frustración por falta de una comunicación eficiente entre los artistas que la conformamos y sus directivas, como también hemos vivido momentos de aciertos en los que gracias al empeño de todos hemos desarrollado algunos proyectos colectivos. Hay que entender también que los que estamos en la Agencia no somos los únicos raperos del país. La gran mayoría de sus agrupaciones son de La Habana y el rap está en toda la isla, por lo que hay mucho más rap fuera de la Agencia que dentro de ella.
—¿Piensas que hay oportunidades para los raperos en la actualidad?
—Siempre han existido oportunidades para los raperos porque tenemos la virtud de hacer lo que amamos y de defenderlo. Adversidades siempre habrá, solo que estas van cambiando con los tiempos. Creo que en la actualidad sí hay espacio para todas las ideas y propuestas artísticas.
—¿Cómo crees que el hip hop pueda ayudar a la evolución de la sociedad cubana?
—El hip hop puede ayudar muchísimo a nuestra sociedad, ya es un hecho que sembró semillas en mensajes de amor, de paz, de actitud, de respeto a la diversidad. Nosotros hemos cambiado y nuestros seguidores también, cada cual desde su individualidad. Sobre todo creo que vale la pena criticar constructivamente, proponer y escuchar, adentrarse en la raíz de lo que se dice, ver qué está pasando y buscar alguna solución, porque al fin y al cabo lo que profesa desde sus inicios el hip hop es respeto y amor.












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