Como en la mañana de la Santa Ana, hace 71 julios, el cuartel Moncada fue asaltado ayer y un tiroteo estremeció al vecindario; pero, como sucede desde 1959, fue tomado por decenas de niños, adolescentes y jóvenes que han convertido en tradición el hecho de reeditar la acción del motor pequeño de la Revolución.
En el sitio que resguarda los restos de los moncadistas –ubicado en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia–, fueron colocadas ofrendas florales enviadas por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana; el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así como las del titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, y la del pueblo de Cuba.
Una representación del pueblo santiaguero se congregó en el polígono de la otrora fortaleza de la tiranía –hoy Ciudad Escolar 26 de Julio–, a la que se le unieron los 99 miembros de la 52 edición de la Brigada Venceremos de Solidaridad con Cuba, procedentes de un veintena de estados de EE. UU., para celebrar la efeméride con un acto político-cultural, encabezado por la primera secretaria del Comité Provincial del Partido, Beatriz Johnson Urrutia, y el gobernador, Manuel Falcón Hernández.
Asimismo, en el antiguo cuartel bayamés Carlos Manuel de Céspedes se les rindió tributo a los mártires de la gesta, con la colocación de una ofrenda floral ante el busto de Antonio (Ñico) López, uno de los líderes de la acción en Bayamo.
En la ceremonia de la Ciudad Antorcha –presidida por Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido en Granma, y Yanetsy Terry Gutiérrez, gobernadora de la provincia–, se destacó la trascendencia histórica de la efeméride como guía inspiradora para las nuevas generaciones de revolucionarios.
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