ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Entrenamiento de las primeras Milicias Nacionales Revolucionarias Foto: Archivo de Granma

Hace ya 63 años el pueblo cubano fue convocado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a inscribirse en las Milicias Nacionales Revolucionarias para defender con las armas la amenazada Revolución Cubana, embrión de la posterior concepción de La Guerra de Todo el Pueblo.

Las filas de inscripción eran largas y compactas, obreros, empleados públicos, desempleados, campesinos, estudiantes, todos con el mismo entusiasmo patriótico a partir de ese histórico 26 de octubre de 1960 para rechazar una probable invasión de Estados Unidos y enfrentar las acciones terroristas contrarrevolucionarias.

El 26 de octubre, durante un acto de masas en protesta por las agresiones provenientes del territorio estadounidense, Fidel proclamó la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR). Estas se instituyeron, según su primer reglamento, como una fuerza militar voluntaria del pueblo, subordinada a las Fuerzas Armadas, para actuar en defensa de la Patria y la Revolución. Al principio se organizaron por sectores sociales: milicias obreras, campesinas, y estudiantiles y en destacamentos, recibían clases de infantería, arme y desarme, hacían guardias en los centros de trabajo y objetivos priorizados.

Para marzo de 1960, a menos de cinco meses de creadas las MNR, aproximadamente medio millón de hombres y mujeres ya estaban organizados en sus filas. A partir de la firma de la planilla y la asignación inicial de la zona urbana o rural donde se incorporarían a las nacientes compañías milicianas, sus nuevos miembros fueron adquiriendo en tiendas habilitadas para ello la gloriosa camisa azul de mezclilla, el pantalón verde olivo y, en dependencia de las existencias, el par de botas.

Para los jóvenes rebeldes la cercana fecha del 21 de octubre de 1960, que marcó la integración del movimiento juvenil cubano, fue el preámbulo ideal para la masiva incorporación a las milicias, cuando Estados Unidos preparaba toda una gama de acciones para revertir la Revolución, incluida la opción militar.

Tras el triunfo Revolucionario del 1ro. de enero de 1959 el gobierno de Estados Unidos y la reacción interna arreciaron la guerra económica, y fomentaron acciones de terrorismo, espionaje y subversión, planes de asesinato de sus dirigentes y el fomento de la contrarrevolución, no solo en las ciudades sino también en las zonas montañosas, creando bandas de bandidos alzados.

Luego de la voladura en La Habana el 4 de marzo de 1960 del vapor La Coubre, que transportaba armas y proyectiles para la defensa de la Revolución, con el trágico saldo de más de un centenar de muertos entre cubanos y belgas y, en correspondencia con la política agresiva de Estados Unidos, la Revolución decidió fortalecer la defensa del país para garantizar el proceso de grandes transformaciones que se realizaba en la sociedad cubana.

Para ello se crearon las Fuerzas Tácticas de Combate que cubrían todo el territorio nacional, las Columnas Especiales de Combate, se reorganizaron las unidades de tanques, aviación y Marina de Guerra, y restablecieron las escuelas de cadetes y oficiales, con una concepción revolucionaria de la defensa en las nuevas condiciones. Finalmente se creó el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar), al frente del cual se designó al Comandante Raúl Castro Ruz.

Los hombres y mujeres del pueblo, con un elevado sentido de patriotismo y enardecidos ante los ataques y agresiones del enemigo, solicitaron entonces un puesto en la trinchera con las armas en la mano. Así nacieron las primeras milicias, con el antecedente de Los Malagones en la provincia de Pinar del Río.

A fines de agosto de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro viajó a la provincia de Pinar del Río para fundar la primera granja del pueblo en la región de Viñales, y fue informado de la existencia de una pequeña banda dirigida por un prófugo de la justicia revolucionaria. En esa ocasión indicó reunir a 12 campesinos de la región a los que propuso organizarse, armarse y operar contra la banda de alzados. Leandro Rodríguez Malagón, a quien todos conocían por su segundo apellido, fue designado jefe de la patrulla conocida desde entonces como Los Malagones.

«Malagón, si ustedes triunfan habrá milicias en Cuba», dijo entonces Fidel y los primeros milicianos solo necesitaron poco más de dos semanas para capturar a los contrarrevolucionarios. Los Malagones se convirtieron en símbolo y modelo para organizar en toda Cuba en 1960 un ejército multitudinario sin precedentes en la historia de la defensa del poder revolucionario. Primero fueron patrullas de milicias, después compañías y finalmente batallones de combate.

Del mismo seno de las milicias fueron seleccionados los milicianos más capaces, dispuestos y con cualidades para el mando de las tropas, y de oficiales de milicias. Los egresados se incorporaron de inmediato a la instrucción de las unidades milicianas, que tendrían su mayor prueba de fuego al derrotar en 72 horas la invasión mercenaria en Playa Girón en abril de 1961.

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Luis Miguel dijo:

1

29 de octubre de 2023

18:23:27


El imperio realiza aprestos para invadirnos militarmente.