Hasta su último aliento, el 11 de marzo de 1974, Lázaro Peña González hizo honor al sobrenombre que, con justicia, le concediera el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, al nombrarlo Capitán de la clase obrera.
«Inútil era rogarle que moderara sus esfuerzos y atendiera su salud. Era lo único en que este militante modesto, dócil y disciplinado, desatendió los ruegos de sus compañeros y las exhortaciones de su Partido», expresó el líder histórico de la Revolución Cubana durante el sepelio del dirigente de la clase obrera, que hace 48 años dejó de existir físicamente.
Conoció en carne propia lo que era ser «pobre y negro, es decir, en la base doliente de una pirámide de opresiones», como expresara el intelectual Juan Marinello. Por eso, buena parte de los 63 años que vivió los consagró a la lucha por los derechos sindicales de los trabajadores cubanos durante la república neocolonial y luego del triunfo de la Revolución, el 1ro. de enero de 1959.
A golpe de cárcel, torturas y persecuciones, durante la época de la tiranía de Gerardo Machado ingresó al primer Partido Comunista de Cuba, del cual fue miembro de su Comité Central, además de ser elegido secretario general del Sindicato de Tabaqueros y miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Nacional Obrera de Cuba, cargo que desempeñó hasta la huelga general de 1935.
Dirigente sindical de máximo liderazgo en todo lo que tenía que ver con la batalla de los obreros contra las precarias condiciones laborales, Lázaro Peña fue designado en 1939 como primer secretario general de la Confederación de Trabajadores de Cuba, así como delegado a la Asamblea Constituyente de 1940 y miembro fundador de la Federación Sindical Mundial.
La Revolución Cubana hizo realidad los sueños de justicia sindical de Lázaro Peña, quien, en el propio año 1959, fue elegido secretario general de la renombrada Central de Trabajadores de Cuba, cargo que ocupó hasta su muerte.
Con el deceso del Capitán de la clase obrera, Cuba, el Partido perdió –retomando palabras del Comandante en Jefe– «un dirigente respetado y querido por las masas; el movimiento obrero, su más esforzado paladín; la organización sindical mundial, uno de los cuadros más sabios, maduros, reconocidos y respetados; los trabajadores cubanos, un padre; la Patria, un hijo esclarecido».


 
                        
                        
                        
                    





 
     
    










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Esteban dijo:
1
12 de marzo de 2022
06:53:19
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