Jamás en toda la historia de la humanidad un país completo se ha sometido a un bloqueo económico, comercial y financiero tan prolongado como el que 12 gobiernos de Estados Unidos han mantenido contra Cuba desde hace 60 años, lo que clasifican como delito de genocidio contra todo un pueblo.
Al delito anterior, contemplado como tal en todos los tratados internacionales y en la Carta de las Naciones Unidas, le sumamos que en 29 ocasiones consecutivas esa acción ha recibido el voto condenatorio de la casi totalidad de la comunidad internacional en la ONU, sin que haya sido considerado por los 12 presidentes que han ocupado la Casa Blanca desde 1962.
El asedio a la ciudad celtíbera de Numancia, hoy territorio español, rodeada por las tropas romanas duró 15 meses y sus habitantes fueron diezmados por el hambre y la peste hasta el verano del año 133 antes de Cristo, en que sus pobladores prefirieron el suicidio colectivo antes de entregarse y quemaron sus viviendas para que no cayeran en manos de los romanos.
Los 720 meses de bloqueo que lleva resistiendo Cuba son 48 veces los 15 meses que enfrentó Numancia, cuyo referente es utilizado frecuentemente para comparar el genocidio contra esta pequeña nación por una potencia mundial como Estados Unidos, cuyo territorio de 9 834 000 kilómetros cuadrados es 89,49 veces superior a los 109 884 kilómetros cuadrados de la Isla.
La diferencia fundamental con Numancia es que Cuba ha resistido y resistirá hasta vencer ese injusto crimen. Que ha sido capaz de vencer la pandemia mundial de la COVID-19 con tres vacunas hechas por sus científicos y cuya efectividad es comparable con las mejores del mundo, y sus médicos, enfermeros y técnicos integrantes del Contingente Internacionalista Henry Reeve, creado por el Comandante en Jefe Fidel Castro el 19 de septiembre de 2005, con un total de 13 mil 597 colaboradores durante sus primeros 15 años, prestaron ayuda humanitaria a 4 millones 253 mil 533 pacientes, y salvado 93 mil 891 vidas en numerosos países de todo el mundo.
Este bloqueo, llamado eufemísticamente «embargo» por los ocupantes de la Casa Blanca, tiene ya un lugar en los record Guinnes como el genocidio más prolongado en el mundo contra un pueblo por la única razón de no someterse a los dictados de Washington.
A precios corrientes, los daños acumulados durante seis décadas de aplicación de esta política alcanzan la enorme cifra de 144 mil 413.4 millones de dólares. Considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado mundial, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables a Cuba por más de un billón 98 mil millones de dólares. Sólo el año 2020, en medio de la crisis por la pandemia, entre abril y diciembre, causó pérdidas por 3 586,9 millones de dólares.
Los cubanos con menos de 60 años carecen de recuerdos de su país antes del férreo bloqueo económico, comercial, financiero y tecnológico impuesto por el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, mediante Orden Ejecutiva Presidencial el 3 de febrero de 1962. Sin embargo, las agresiones ordenadas por Washington contra la naciente Revolución Cubana comenzaron desde el mismo triunfo del Ejército Rebelde el 1 de enero de 1959 sobre la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista, apoyada y armada por Estados Unidos.
Los propósitos de esos ataques, sabotajes terroristas y del prolongado bloqueo que se aplica de manera extraterritorial contra la soberanía de terceros Estados, compañías y ciudadanos de otros países, son agudizar la escasez de alimentos y las carencias materiales, la interrupción de los servicios públicos en busca de sembrar el desaliento, la insatisfacción, responsabilizar y denigrar a la Revolución culpándola de ineficiente en el manejo de los recursos y el modesto crecimiento de la economía, agudizados estos efectos por el incremento del bloqueo desde el inicio de la pandemia de la COVID-19.
Aunque en las redes sociales se pretenda encubrir esta realidad, el bloqueo económico, comercial y financiero es el principal obstáculo al desarrollo de la economía cubana y para el pleno disfrute de los derechos humanos del pueblo de Cuba, donde nadie escapa de sus terribles efectos.
La solidaridad internacional con la Revolución y la resistencia del heroico pueblo cubano lograrán finalmente derrumbar los muros del bloqueo, agudizado a extremos inimaginables por Donald Trump durante su mandato en la Casa Blanca, y mantenido intacto por su sucesor Joe Biden.
Cuba se prepara para producir todo lo necesario en su territorio, sustituir importaciones, crear nuevos rubros exportables, fortalecer el turismo internacional y lograr un futuro próspero y sostenible.
Con Bloqueo o sin bloqueo, como finalmente será.



















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Ángel parra dijo:
1
3 de febrero de 2022
19:34:33
Eduardo Torne dijo:
2
3 de febrero de 2022
19:35:47
Patricia Respondió:
10 de marzo de 2022
01:39:45
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