CAMAGÜEY. — A 180 años de su natalicio, el Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz llama nuevamente al pueblo cubano, desde su grandeza patriótica, a la carga contra todo lo que se interponga en el camino glorioso de la Revolución.
Así lo percibieron quienes, en representación de toda Cuba, asistieron a la tradicional peregrinación que cada 23 de diciembre realizan los camagüeyanos desde la casa natal de El Mayor, hasta el parque que lleva su nombre.
«Renovemos el juramento de Ignacio Agramonte: Que nuestro grito sea para siempre ¡Independencia o Muerte!», convocó el historiador José Fernando Crespo Baró.
Exhortó a los cubanos dignos a tomar las virtudes del insigne patriota: su ética, su honra, su lealtad, su decencia, su ejemplo de trabajo infatigable, de incorruptibilidad e inquebrantable fidelidad a la bandera y a la Patria.
«El recuerdo de Agramonte es infinito, como infinito ha de ser nuestro respeto y lealtad a su espíritu, y a cuanto hizo por dejarnos esta Patria independiente y decorosa», expresó Crespo Baró.





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