ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Resulta contradictorio, en Villa Clara, que tanto ladrillo producido no tenga ventas acordes con la necesidad real de estos recursos. Foto: Alfonso Sosa, Oscar

Una contraproducente relación entre producción y comercialización de ladrillos y rasillas tiene lugar en Villa Clara. Son surtidos de máxima utilidad en la construcción e impermeabilización de las viviendas que, en honor a la verdad, existen pero no se aprovechan.

Tal situación no se corresponde con los incesantes llamados para concretar en resultados las potencialidades locales –en materias primas, en capacidad organizativa y en creatividad–, en especial, en el tema de la vivienda.

Así, por ejemplo, en estos momentos hay más de 300 000 ladrillos, de los que ha producido la Empresa Productora Local de Materiales de la Construcción (Plomac), que esperan ser comercializados en este territorio.

Sin embargo, desacuerdos de la población con el precio, así como la pobre gestión y coordinación entre los organismos implicados, han confluido en este nudo, precisamente en momentos en que el país atraviesa un complejo contexto que limita la disponibilidad de recursos para propulsar un programa tan costoso como la construcción de casas.

Al respecto, Jesús Martínez García, director general de Plomac en Villa Clara, aseguró que el principal problema que hoy frena la elaboración de ladrillos, tanto huecos como macizos, además de las rasillas, es la falta de mercado para esas producciones, algo contradictorio con la necesidad real de tales elementos.

«Nuestra entidad tiene capacidad para producir unos 300 000 ladrillos al mes, e incluso más; lo que no se ha podido concretar porque Comercio Interior alega que no puede adquirirlos, debido a que ese producto no tiene salida en las tiendas destinadas a ese fin», explicó el directivo, quien añadió que no desconoce que a los constructores les gusta más trabajar con bloques que con ladrillos fabricados con barro cerámico.

Acerca del precio, Martínez García relató que, inicialmente, se fijó en cerca de diez pesos la unidad, dado que era cocido con fuel como combustible, lo cual encarecía su valor. Luego decidieron procesarlo utilizando leña para alimentar los hornos, con lo cual se rebajó el costo de producción y, por tanto, el precio de venta, entonces equivalente a poco más de cinco pesos, y ni aun así se logra vender, a pesar de su probada calidad.

Yoel Romero, director de Ventas Minoristas del Grupo Empresarial de Comercio en Villa Clara, refirió que el asunto está en que las personas sacan sus cuentas y lo compran a los particulares, que comercializan el ladrillo a cuatro pesos, e incluso, se lo llevan al cliente hasta su casa, lo que ha traído atascos en los patios dedicados a la venta de materiales.

Ante tal situación, la decisión de la dirección de Plomac fue paralizar, de manera transitoria, a partir del mes de agosto, la producción de ladrillos y rasillas, hasta tanto no se resuelva la contradicción, pues está claro que no es rentable fabricar un recurso que luego no se venda en el mercado.

¿CÓMO ENCONTRAR SOLUCIONES RÁPIDAS?

Resulta paradójico que, en momentos de carencia de recursos como el cemento, el acero y los áridos, y cuando el alivio a la crítica situación del fondo habitacional pasa por el incremento de la capacidad de producción de materiales en cada localidad, surjan inconvenientes como los aparecidos en Villa Clara.

Pablo Vázquez Enríquez, encargado de atender el programa de las producciones locales desde el Gobierno, considera que no se ha hecho lo suficiente para resolver el problema con la comercialización, un asunto de máxima prioridad y de lo cual depende, en buena medida, el avance o retroceso del programa de la vivienda en el territorio.

Reconoce que, entre las alternativas ante la carencia de recursos para la edificación de viviendas, se ha indicado promover la construcción de techos en forma de bóvedas, para lo cual deben utilizarse ladrillos; sin embargo, Vázquez Enríquez afirmó que en Villa Clara no hay constancia en la ejecución de obras de ese tipo, y lo atribuye a la falta de exigencia de quienes conducen el cumplimiento de la medida.

De ese tipo de techos existen experiencias en Villa Clara, específicamente en el reparto América Latina, cuyas casas, en su mayoría, tienen esa forma constructiva, que permite ahorrar cemento, acero y áridos; sin embargo, la mayor parte de los constructores y beneficiarios de subsidios se resisten a emplear el método, explicó el directivo.

«Igual sucede con la rasilla, elemento muy útil para impermeabilizar casas y edificios multifamiliares, pero que casi no es empleada porque la mayoría prefiere las mantas asfálticas, recurso importado y muy deficitario en estos momentos», señaló Vázquez Enríquez, quien reconoció la necesidad de emplear más los recursos disponibles, y no sentarse a esperar por los que son ideales, ahora mismo fuera del alcance de la nación.

Otras aristas tiene este asunto, entre ellas la necesidad de encontrar más reservas de eficiencia y eliminar la mayor cantidad posible de intermediarios, lo cual posibilitaría rebajar los precios de estos productos; además de resolver las incongruencias que surgieron a raíz de la Tarea Ordenamiento en este tema, algunas de las cuales continúan presentes.  

Una propuesta interesante y posible es que, en la construcción de las 1 920 células básicas habitacionales previstas para el próximo año en Villa Clara, 768, es decir, el 40 %, se proyecten fabricar con ladrillos, lo que contribuiría a garantizar el empleo de 1 690 000 unidades de barro; además de otros 768 000, si se decidiera que su techo fuera de bóveda, calculó María del Carmen González Otero, directora de la Vivienda en Villa Clara.

A ello se uniría la intención de cubrir, con ese producto, las demandas actuales en las obras a cargo de las empresas de Servicios Comunales y de la Empresa de Mantenimiento Constructivo, reservando el bloque de hormigón para edificaciones puntuales. Otras inversiones también podrían concebir el empleo de ladrillos y rasillas, en lugar de bloques y mantas asfálticas.

En la actualidad, Villa Clara tiene sus fábricas de ladrillos más pujantes en Manicaragua y Sagua la Chica, además de un potencial de cerca de 14 trabajadores por cuenta propia que se dedican a esos fines, con la fortaleza de tener un barro de calidad reconocida y en la cantidad suficiente para poder producir durante varios años, según refirió Víctor Manuel García Gil, director de la unidad empresarial de base No. 5 de Plomac, radicada en el municipio más montañoso del territorio.

En tiempos en que nuevas facilidades amplían el horizonte para el desarrollo del empresariado, y lo ponen a merced del ingenio, del encadenamiento y del razonamiento emprendedor de sus direcciones, otra alternativa para destrabar el nudo podría ser la venta directa de estos recursos a la población, lo cual estudia el Gobierno de la provincia.

Valdría la pena saber si, entre tanto estudio, se habrá encontrado respuesta al porqué las producciones de ladrillos de los alfareros particulares sí tienen venta, y las estatales no, más allá del argumento evidente del precio menor; pues nadie compraría a cinco pesos un ladrillo que el privado ofrece a cuatro, con servicio a domicilio incluido.

¿Faltaría calcular algo en la ficha de costo de los privados, o es que hay exceso de gastos en la fabricación estatal de ladrillos? ¿Será aquí donde entra en juego la eficiencia, demasía de mano de obra, muchos indirectos…?

Por otra parte, que alguien prefiera el bloque al ladrillo es comprensible, pues levantar paredes es más rápido, y el gasto de áridos y cemento para la mezcla de empalme mucho menor; sin embargo, estos dos últimos también han faltado, y tales carestías también podrían influir en el estancamiento de un elemento que, solo con él, no basta para edificar los muros ni concebir una casa.

De cualquier modo, en una provincia con el 40 % del fondo habitacional entre regular y malo, y considerables débitos en la recuperación de afectaciones por fenómenos climatológicos, no es fácil admitir situaciones de esta índole, en que la producción suficiente y la necesidad abrumadora coexisten, pero no «se encuentran», a veces por carencias materiales, a veces por carencias de gestión.

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Jglez dijo:

1

27 de septiembre de 2021

03:18:13


Saludos a todos los que de una u otra forma nos dan la información donde está la traba de determinada producción y el elevado precio de determinados productos que inciden y afectan considerablemente en la producción de determinada producción y construcción , en este casa de vivienda. Solo quiero poner un ejemplo . Yo en el capitalismo trabajaba en un tejar llamado tejar simpatía en el municipio de Abreu provincia de Cienfuegos y toda cuba sabe que en dicha provincia avían varias fábricas de tejas y ladrillos de varios tipos y tamaño., de todo el país venían a llevar miles de ladrillos y tejas. ¿ alguien se ha preguntado por qué con la revolución se destruyeron casi la totalidad de esas fábricas tan necesarias para la producción de vivienda sin necesidad de hacerlo? Es muy fácil la respuesta no hay eficiencia ni un interés común de resolver con eficiencia las soluciones que hay en céntimo general a la población ., con otras palabras( mucha muelas y pocas mordidas) esto está perjudicando y mucho a muchos renglones de la economía y a cosas muy fundamentales para el beneficio de la población . ¡ y como ciempiés cada ves que desde punto de vista constructivo hago un señalamiento objetivo se ignora y no se publica y siempre lo hago con mucho respeto y sin ofender , solo es para el beneficio de la población o de una empresa determinada., un ejemplo muy claro el que en una ovación ice sobre el par moche que se pierde a toda la orilla de la autopista desde aguada de pasajero hasta llegando al conejito de La Habana y toda esa zona de la ciénaga de zapata . La cual puede dar mucha comida a muchas cochiqueras elevar la producción de carne que no tiene hoy el pueblo más manteca que pudiera venderse en las tiendas., ¡ con solo contratar es mochadle es de palmiche que hay y se derrama , se pierde y no se aprovecha en la producción y alimentación para los cerdos . Gracias .

MINCIN Respondió:


28 de septiembre de 2021

11:43:34

Consumidor Jglez, hemos leído su interesante comentario y su sugerencia será tramitada a los canales correspondientes

Wuilber dijo:

2

16 de marzo de 2023

15:33:57


Es increíble como en Cuba, con la necesidad de vivienda que hay en todas las provincias no se utilice la cerámica roja como elemento de construcción. Siendo este el más económico y de fácil acceso para el país. Con la preparación de un tercio, el cuál solo lleva un 20% de cemento, se pueden construir Miles de viviendas a bajo costo. Países en desarrollados y en vía de desarrollo utilizan estos elementos construcción con un lata demanda por parte de sus ciudadanos. Esperemos que alguien le de importancia al tema y puedan tomar con seriedad este asunto, que causaría gran efecto en el país. Con solo dejar el ladrillo a cara vista se quitan el mantenimiento exterior o interior de las viviendas.