ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Ronald Suárez Rivas

Desconcertado por una demora que ya parece el cuento de nunca acabar, el ingeniero Leduhan Menéndez sigue a la espera de las grúas que, desde 2019, intenta comprar su entidad.

La Empresa Agroforestal Pinar del Río tiene puesto en los equipos la esperanza de un salto inmediato en materia de productividad.

«El izaje de la madera en el monte es uno de nuestros procesos principales, y hoy se hace a mano», dice, a fin de representar el impacto que tendría la inversión. Sin embargo, el camino para adquirirlos ha resultado largo y tortuoso.

Tanto es así que, después de negociar durante mucho tiempo con una empresa importadora del Ministerio de la Construcción, no le quedó más remedio que buscar otra, con la que firmó contrato, adelantó el 60 % del pago, pero ha sido igual de infructuosa la gestión.

TIEMPO QUE SE VA NO VUELVE

El entusiasmo comenzó con las primeras 28 medidas aprobadas por la dirección del país (en la actualidad son más de 40) para dinamizar la gestión de la empresa estatal.

Leduhan Menéndez recién asumía las riendas de la empresa y vio, en las nuevas normativas, la oportunidad de que la entidad hiciera más por sí misma, sin esperar a recursos que llegaran «de arriba».

Con el propósito de generar divisas, desde entonces han potenciado la producción de parles para la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) y de carbón para la exportación.

Además, han reactivado el procesamiento de la resina de pino en la única fábrica que existe en Cuba, a partir del encadenamiento con otras empresas forestales que le suministran materia prima, y con la industria nacional como cliente final.

De esa manera, la entidad logró reunir el dinero necesario para adquirir dos grúas de la reconocida marca española Toimil.

«Al principio las cotizamos a 73 000 euros, pero el proceso demoró tanto, que el precio de los metales subió a nivel internacional, y el fabricante nos comunicó que, por esa razón, el precio de venta también se incrementaría», rememora el directivo.

En lo que parecería un chiste de mal gusto, pero que ha sido la cruda realidad, el monto de los equipos se elevó a 83 000 euros que, de acuerdo con la tasa de cambio del momento, significarían un total de 110 000 dólares para desembolsar.

Pero ni con el dinero en mano las cosas han fluido. En una esquina del buró, una carpeta donde guarda los documentos de esta historia lo confirman. «La primera solicitud de importación la hicimos el 1ro. de julio de 2019», precisó Leduhan Menéndez.

Después de intentar sin éxito la compra mediante Construimport, la entidad pinareña decidió buscar otra vía. Así llegaría a un contrato con Caisa (Empresa Productora de Ómnibus Evelio Prieto Guillama) para la adquisición y el montaje de las grúas, y esta se encargaría de tramitar la importación a través de Divep.

Tal como habían pactado, la Agroforestal Pinar del Río depositó por adelantado el 60 % del pago que exige el fabricante (unos 66 000 dólares) y más de un millón de pesos en moneda nacional. En cambio, sus nuevos socios tampoco han cumplido.

«Hace cerca de tres meses que les transferimos el dinero y todavía el proveedor no lo ha recibido. Por tanto, no ha procedido al envío de los equipos hacia nuestro país», cuestionó Leduhan Menéndez.

Al cabo de una espera prolongada, la entidad pinareña ha decidido interponer una reclamación, pero sea cual sea el resultado, su director asegura que ya hay una afectación que nadie reparará.

«Acordamos tomar el dinero para esto, teniendo otras necesidades. Dejamos de comprar hojas de sierra para la industria, cadenas de motosierras y muchas otras cosas que demandamos para el proceso productivo, y no tenemos ni lo uno ni lo otro.

«Para una empresa como la nuestra, reunir decenas de miles de dólares para un pago anticipado no es sencillo. Implica ahorrar, limitarnos en muchos aspectos. Hipotecamos ese dinero hace meses y no hemos visto el resultado. El tiempo que ya hemos perdido nadie nos lo va a pagar».

BRECHAS ENTRE APROBAR Y APLICAR

A pesar de los tropiezos, el director de la Empresa Agroforestal Pinar del Río está convencido de que las medidas que se han aprobado en los últimos años constituyen una clave indispensable para la transformación económica del país.

Gracias a ellas, por ejemplo, en lo que va de 2021 su entidad ha logrado facturar 50 686 dólares por la venta de parles en la ZEDM, y más de 227 600 por la exportación de carbón y la comercialización, con varias empresas cubanas, de madera aserrada y rolliza, resina de pino y sus derivados.

Se trata de una suma nada despreciable, con la cual han adquirido neumáticos y baterías para la vitalidad del parque automotor, insumos y 43 000 litros de diésel, para asegurar que la planta de procesamiento de resina –una de sus principales fuentes de ingresos– no se vaya a detener.

«¿Cuándo un consejo de dirección se había sentado a decidir la importación de un recurso? Hoy, en cambio, generamos la divisa, la recibimos en nuestras cuentas y el comité financiero define las prioridades en que se utilizará», expresa Leduhan Menéndez.

«Antes, todo estaba centralizado a nivel de los grupos empresariales y se distribuía desde allá», coincide Carlos Caraballo, director de la Empresa Agroforestal Guanahacabibes, otra de las que han estado explorando nuevas vías de desarrollo.

A partir de rubros tradicionales como el carbón y la madera, y otros que han surgido por el camino, como los tutores (pequeñas varas de madera que sirven de guía a las plantas en la jardinería y en la agricultura) y el bagá (planta que se utiliza en Europa con fines decorativos), han recaudado los fondos para comprar medios e insumos con qué asegurar los procesos productivos.

Entre ellos, partes y piezas para reanimar el transporte y los aserríos, un montacarga, motosierras y medios de protección.

«En estos momentos estamos importando los sacos que usaremos para envasar el carbón que produciremos en todo 2022, pues la industria nacional ha tenido dificultades para suministrarnos y eso nos ha limitado la exportación», advierte Carlos Caraballo.

Ejemplos similares comienzan a aparecer en el sistema empresarial cubano, en el cual prevalece el criterio de que muchas posibilidades se abren con las decenas de medidas adoptadas.

No obstante, la experiencia de la Agroforestal Pinar del Río deja entrever que, amén de la voluntad de eliminar las ataduras, tales medidas a veces sobrepasan la «agilidad» de muchos de los que han de concretar en resultados prácticos las políticas y las normas.

El director de esta entidad, por ejemplo, afirma que han perdido varias oportunidades de negocios por dilaciones en la tramitación.

«Una de ellas fue con una firma española interesada en la adquisición de tutores de madera. Nos pagaba entre uno y cinco euros por cada uno, pero la exportadora se demoró tanto en las gestiones, revisando las fichas de costo, que el cliente se cansó de esperar y se marchó».

En noviembre de 2019, en una reunión con las Juntas de Gobierno, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, criticaba la «insuficiente capacidad de reacción en la implementación de las medidas».

«Necesitamos que se ejecute todo lo que se apruebe», indicaba el mandatario, e insistía en la importancia de poder demostrar el éxito de la empresa estatal socialista como ente económico fundamental.

Desde entonces, ha reiterado esas ideas varias veces. Hace solo unos días, durante un encuentro con directivos del sistema empresarial, las palabras del Primer Secretario del Comité Central del Partido fueron tajantes: «Si la empresa estatal socialista es el principal actor de nuestra economía, todo lo que hagamos mal va en detrimento de la credibilidad del Estado».

A pesar del martirio de tres años que ha pasado su entidad para adquirir dos grúas, Leduhan Menéndez se resiste a creer que las trabas sean un problema crónico, con los que inevitablemente se deba convivir.

Mientras tanto, asegura que, en el monte, el izaje de los troncos enormes que irán a los aserríos de la forestal Pinar del Río se sigue haciendo a mano, con el mismo empeño de siempre, porque el incumplimiento de otros no es justificación para dejar de hacer lo que les toca. «Nuestra función es producir y no nos vamos a parar».

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Jose dijo:

1

21 de septiembre de 2021

00:22:04


Debieran buscar otra importadora y otro proveedor de gruas ,no hay que estar casado con un marca si hay en el mundo 169 marcas de gruas,las mas prestigiosas son Hiab y palfinger ,el problema de esta empresa es de capricho con un proveedor

Rene Respondió:


22 de septiembre de 2021

08:49:22

Jose,el problema grave es unicamente de las empresas importadoras nuestras,no de el proveedor ,ni de la empresa forestal que desea comprar las gruas . Deberia servir este trabajo periodistico para que se revise a fondo el funcionamiento de todas las empresas destinadas a la importacion y tomar medidas contundentes contra sus ineficiencias ,Valorar si no es conveniente permitir otras vias de importacion que no sea solamente a traves de estas empresas

Carlos Alberto dijo:

2

21 de septiembre de 2021

13:11:15


Vergonzoso que a estas alturas empresas cubanas dilapiden dinero y tiempo en sus tramites. La Economia es MOVIMIENTO !!!.

Randy dijo:

3

21 de septiembre de 2021

16:22:11


Me gustó muchísimo cómo termina el artículo, el último párrafo es esencial, y muchos jefes de empresas en Cuba deberían ver ese artículo, porque a pesar de todas las trabas, esta persona mantiene su postura a continuar el trabajo y hacerlo lo mejor posible, q muchos se detienen a justificarse por esas trabas y la utilizan para cubrir lo mal hecho y el mal trabajo de las empresas

Iván Fernández Camino dijo:

4

21 de septiembre de 2021

16:52:49


La obligatoriedad de negociar a través de empresas importadoras evidentemente constituye un freno importante al desenvolvimiento de la economía. La negociación de importaciones y exportaciones a través de empresas especializadas no puede ser obligatoria. El papel de las empresas de comercio exterior debe ser más de supervisión y asesoría, y dar plena autonomía a los directivos de empresas nacionales. Las operaciones pueden muy bien ser ejecutadas directamente por las empresas y supervisadas por expertos del MINCEX. La Contraloría General, la AGR e Interpol harían el resto. Esos mecanismos de control existen, sólo hay que utilizarlos correctamente.