ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Un riguroso proceso de restauración ha rescatado de las ruinas a la principal torre chimenea del otrora ingenio Pilar de Jucaibama, propiedad de uno de los padres fundadores de la nación cubana, Francisco Vicente Aguilera. Foto: Mailenys Oliva Ferrales

BAYAMO, Granma.-Con la culminación, próximamente, de un riguroso proceso de restauración que ha rescatado de las ruinas a la principal torre-chimenea del otrora ingenio Pilar de Jucaibama, propiedad de uno de los padres fundadores de la nación cubana, Francisco Vicente Aguilera, se dará respuesta a una añeja deuda con la historia y el patrimonio local de este territorio.  

Enclavado en el Consejo Popular de Pompita, a unos 11 kilómetros del centro histórico de la cabecera provincial granmense, el antiguo inmueble, único Monumento Local de Bayamo, recibe, por vez primera, con el financiamiento del Gobierno Municipal y el auspicio de la oficina del Historiador de la Ciudad, una acción constructiva para devolverle la estética que hace más de 150 años lo erigió como símbolo del desarrollo de la industria azucarera en la región.

Ludín Fonseca García, Historiador de la ciudad de Bayamo, explicó a este diario que como parte de las acciones para homenajear a Vicente Aguilera en el bicentenario de su natalicio, el próximo 23 de junio, se decidió intervenir en una primera etapa a la más alta de las dos torres-chimeneas existentes en Pilar de Jucaibama, cuya altura de cerca de unos 20 metros la expuso a la caída de rayos.

Ludín Fonseca García, Historiador de la ciudad de Bayamo, explicó que el proyecto incluye una sala-museo anexa, donde se expondrán varios objetos del ingenio y del proceso fabril del siglo XIX. Foto: Mailenys Oliva Ferrales

Dijo, además, que como consecuencia del paso del tiempo y de otros eventos meteorológicos las estructuras del antiguo ingenio se encontraban muy deterioradas, lo que ha requerido de una cuidadosa intervención para lograr definir el color original de la torre principal, y recuperar sus partes más dañadas con materiales conservados durante décadas por los habitantes de la comunidad.

«Si este monumento ha llegado hasta nuestros días, se debe a la dedicación de muchos vecinos, que a lo largo del tiempo lo han protegido para que no fuera destruido por personas inescrupulosas interesadas en sustraer sus ladrillos con fines personales», subrayó.

«Ha sido un trabajo difícil y de un alto grado de complejidad técnica debido a la altura de la chimenea», agregó Amauris Reyes Oliva, carpintero ebanista al frente de la brigada de trabajadores por cuenta propia que ejecuta la obra, quien anunció que para la segunda etapa del proceso está concebida la rehabilitación de la otra torre-chimenea, de poco más de nueve metros de altura, y la terminación de una sala-museo anexa, donde se expondrán varios objetos del ingenio y del proceso fabril del siglo XIX.

El proyecto, según añadió el historiador Ludín Fonseca, pretende fomentar la ruta histórica de la industria azucarera en Granma, e incluir, también, un programa de desarrollo local que sirva de fuente de empleo a los comunitarios con la creación de una minindustria que produzca derivados de la caña de azúcar, y la habilitación de un área de esparcimiento para visitantes nacionales y foráneos.

Sitio emblemático de la historia local y nacional, el Monumento de Pilar de Jucaibama, además de ser una obra de ingeniería avanzada para su época, fue el sitio escogido por Aguilera para almacenar las armas con las que apoyó el alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes, el 10 de Octubre de 1868, en La Demajagua.

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