
Ciego de Ávila.– Una de las cifras más altas de frutas en la historia de la provincia acopiaron las diversas bases productivas del sector agrícola en el territorio, pese a la sensible reducción en el abasto de combustible y otras limitaciones provocadas por el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
Nolberto García Padrón, especialista en frutales en la subdelegación territorial de Cultivos Varios, de la Agricultura, especificó que la cifra ascendió a 23 727 toneladas, procedentes de cooperativas de créditos y servicios, de producción agropecuaria, y de unidades básicas de producción cooperativa, donde existen 2 704 hectáreas.
El programa de fomento de frutales lo encabeza la Empresa Agroindustrial Ceballos, iniciadora de un movimiento creado hace varios años en la rama agrícola, que también incluyó el sector cooperativo y campesino, con la finalidad de garantizar disponibilidad de alimentos complementarios en beneficio de la familia, incrementar los fondos exportables en el territorio, y fomentar el mercado en frontera.
El especialista detalló que, del total de hectáreas, la mayor cifra pertenece a los frutales de mango, guayaba, frutabomba, aguacate y piña, al tiempo que se fomentan otras especies como las anonáceas (anón, chirimoya, anoncillo…).
Alexander Ramírez Marrero, campesino de la cooperativa de crédito y servicios (CCS) Patricio Sierralta, del municipio de Ciro Redondo, tiene plantadas más 67 hectáreas de coco en la finca La Candelaria, y aprovecha esas áreas en el intercalamiento de otros cultivos para optimizar el uso de la tierra.
Otro de los que jamás se cansa en su empeño de «producir frutales» es Martín Alonso Gómez, también con una amplia variedad en la finca El Placer, de la cooperativa de crédito y servicios Reinaldo Maning, en el municipio de Majagua, donde acondicionó unas 16 hectáreas a puro machete, que estaban infectadas de marabú, zarzas, guisazos de caballos y bejucos que conformaban maniguales y cuyas tierras están totalmente sembradas.
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