ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Juvenal Balán

La digna actitud asumida por el Mayor General Calixto García durante 1898, ante los pretextos esgrimidos por las fuerzas interventoras yanquis para impedir la entrada del Ejército Mambí a Santiago de Cuba, basta para colocar al jefe militar en un lugar cimero en la historia patria.

Es un punto de vista con el que coincide el historiador holguinero Hernel Pérez Concepción, a quien Granma contactó con el fin de buscar opiniones competentes y actualizadas sobre la vida y obra del bien llamado General de las Tres Guerras, a quien se recuerda con especial énfasis este 4 de agosto, al conmemorarse 180 años de su nacimiento.

«Lo primero a tener en cuenta es que siempre estuvo a favor de la plena independencia de Cuba. También abogó por la igualdad entre todos los factores de la sociedad que se crearía tras las guerras necesarias contra el colonialismo español.

«Para mí fue uno de los jefes insurrectos de mayor proyección militar, lo que no significa demeritar a sus compañeros de armas. Sus dotes de estratega las demostró en la Guerra del 68, en la toma de asentamientos bien defendidos por el ejército español, a lo que suma, entre otras cosas, el uso de la artillería.

«En la contienda del 95 es notable el crecimiento de su pensamiento estratégico y táctico, lo cual hay que asociar con el salto técnico que ha experimentado en ese momento el armamento y la influencia que esto ejerce en las formas de combatir. Había estudiado esos fenómenos. Aprovechó el periodo de prisión en España, después del disparo que se propinó cuando vio que sería prisionero. En las celdas leyó libros del arte militar de la época.

«A lo largo de esa última guerra perfecciona su modo de operar. Utiliza más la artillería, construye trincheras en los accesos a las poblaciones que ataca para consolidar posiciones y avanzar progresivamente, es más acucioso al buscar los puntos a golpear, dispone de fuerzas de ataque y de reserva, consolida posiciones desde las que se pueden rechazar los refuerzos enemigos que acuden en auxilio de los cercados.

«Al terminar las acciones armadas, y tras ser destituido por el Consejo de Gobierno vigente, decisión que acató, dijo que era momento para dejar en reposo la espada. Seguramente habría tenido un papel destacado en la sociedad a construir, pero la muerte lo sorprendió en Estados Unidos al frente de una comisión que gestionaba, entre otras cosas, fondos para el licenciamiento del Ejército Libertador».

–Ha afirmado que Calixto es el General mambí más criticado por la historiografía nacional. ¿Lo sostiene?

–Le critican de ser racista y hasta de ser el culpable de la intervención norteamericana en Cuba. Ni lo uno ni lo otro. Bajo su mando surgieron muchos de los más destacados generales negros de las guerras por la independencia. Uno de ellos fue Antonio Maceo, quien reconoció que sus maestros fueron Calixto y Máximo Gómez.

«Calixto no procede de la clase terrateniente, por lo tanto no tiene nada que ver con la esclavitud, la cual condena. Otra tendencia ha sido desconocer su cargo de Lugarteniente General del Ejército Libertador. Es una figura sobre la que hay muchas cosas por investigar».

–Resultado de la editorial La Mezquita, de la filial holguinera de la Unión de Historiadores de Cuba,  es el libro Calixto García Íñiguez, la nobleza de servir a la Patria. ¿La obra tiene el propósito de confrontar la visiones críticas mencionadas?

–El libro trata de caracterizar en su justa medida a este gran hombre. Contiene un conjunto de ensayos de investigadores de varias provincias del país, mayormente de la región oriental. Son materiales contradictorios en el sentido de que hay diversas opiniones sobre la actuación del héroe. Y eso es lo que lo hace interesante.

«Partimos de la opinión de que es mejor tener esa visión sobre Calixto y no convertirlo en una leyenda a la que le faltan los matices del comportamiento que asume el ser humano ante estremecedores acontecimientos sociales y políticos.

«Otra cosa positiva del libro es su ordenamiento cronológico, porque el lector encontrará a Calixto en momentos que se extienden desde los sucesos bélicos del 68 hasta los que concluyeron en el 98 del siglo XIX. Asimismo, al concluir la lectura se tiene una visión biográfica del destacado patriota, que si bien no fue el propósito inicial del trabajo de coordinación, en el cual estuve acompañado por Mayra San Miguel e Hirán Pérez Concepción, se logró al final.

«Se trata de un volumen de casi 300 páginas, con un Anexo fotográfico con imágenes de Calixto y seres cercanos, así como de sitios que lo evocan constantemente».

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Nelson dijo:

1

5 de agosto de 2019

13:42:02


Una de las virtudes mas grande que puede tener un ser humano, es la de ser honesto y mas consigo mismo, eso fue lo que ha hecho el historiador Hernel Pérez Concepción, en el antepenultimo parrafo, sino lo iba a invitar a que leyera Hombradia de Antonio Maceo del historiador Raul Aparicio.

Miguel Angel dijo:

2

6 de agosto de 2019

16:43:06


Se impone estudiar e investigar a profundidad la vida de los héroes que forjaron nuestra épica historia, no son dioses, con probadas virtudes y algunos humanos defectos. Los historiadores tienen sus versiones, pueden aparecer errores en su visión, sesgos surgidos en el ámbito de su información, de las fuentes donde la obtuvo. No creo que Calixto García haya sido racista, cuando fue de los primeros en apoyar sin titubeos el movimiento independentista y abolicionista que encabezó el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes. En su tropa había mambises de todos los colores de piel, incluyendo el Titán de Bronce Antonio Maceo. Reconozco que es la primera vez que escucho tal crítica, un patriota de su talla no pudo ser racista. Tuvo la osadía de organizar y comenzar la llamada Guerra Chiquita, rodeado de combatientes de piel negra. Caracterizándose por las excelentes relaciones que sostuvo con sus oficiales, la protección de sus subordinados y el cariño que les mostró siempre, sin cejar un instante en el mantenimiento de la disciplina militar. Cómo se puede acusar de racista a un héroe legendario de nuestra épica historia. Es una acusación muy grave. Me niego a aceptarlo sin una demostración real de los hechos que se imputan.