ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Braulio Curuneaux se distinguió en decisivos combates, bajo el mando directo de Fidel. Foto: Archivo

A la Comandancia de La Plata, poco antes de salir para Guisa con una tropa, el máximo jefe del Ejército Rebelde mandó a buscar a Braulio con la ametralladora:

–¿Cuántos hombres tienes, Curuneaux?
–Ocho, Comandante.
–¡Un capitán y ocho hombres!, exclamó Fidel en tono de broma y rió. A lo que respondió Braulio:
–Sí, Comandante, pero cada uno vale por diez.

Ese era el espíritu de aquel hombre que hoy cumpliría 90 años.

Braulio Eustasio Curuneaux Betancourt, Tito, nació un viernes santo en el central Soledad (actual municipio de El Salvador), Guantánamo, el 29 de marzo de 1929. Sus padres fueron Fabián Curuneaux Trimiño y Luisa Betancourt Linares. A Tito lo criaron sus abuelos maternos. Casi un niño trabajó en labores agrícolas, cortó caña y eventualmente cumplió tareas en los talleres del central. Montaba a caballo y cazaba con un fusil marca u. Estudiaba de noche, porque deseaba superarse, ser mecánico automotriz, aviador y oficial del Ejército, como su tío, el primer teniente Gabriel Lalo Curuneaux Trimiño.

Ingresó al Ejército de la República como recluta el 22 de marzo de 1948, en el cuartel Moncada, Santiago de Cuba. Calificó con resultados notables en la Escuela del Soldado, se destacó como tirador y fue destinado al pelotón de ametralladoras del batallón de infantería.  Contaba con 19 años, era un mulato achinado de baja estatura (1,61 m), serio, estudioso, responsable.

Durante el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, junto a otro soldado, recibió la orden de detener al coronel Álvarez Margolles, jefe del regimiento, quien se negaba a  aceptar el golpe: «Señor coronel usted está arrestado», dijo Braulio con voz firme. Los  oficiales golpistas asumieron el mando en el cuartel. Fue  ascendido  y enviado a la Escuela General de Sargentos en Managua, La Habana. Se graduó con altas calificaciones, experto tirador de fusil y ametralladoras calibres 30 y 50.

En la madrugada del domingo 26 de julio de 1953, durante el ataque al cuartel Moncada,  recibió la misión del  comandante Morales de ejercer la defensa desde los altos del club de oficiales con una calibre 30, desde donde disparó  a los atacantes apostados en el Hospital Civil y el Palacio de Justicia.

Fracasó el asalto y, en la mañana, los jefes principales, ausentes en el combate (Chaviano, Chaumont, Lavastida y otros), ordenaron asesinar a los heridos y prisioneros. «Quien pelea con valor, por lo que cree su deber, no mancha su honor, asesinando después prisioneros indefensos», así comentaría Curuneaux a Rafael Calderín Betancourt, Felo, su hermano por parte de madre. Toda la vida se sentiría abochornado y arrepentido de haber apoyado el golpe de Estado. Él, como otros –entre ellos el propio comandante Morales, el capitán médico Tamayo, el primer teniente Sarría–  no estuvieron de acuerdo con los crímenes y poco después fueron trasladados. Braulio, destinado hacia Holguín, resultó involucrado con posterioridad en un delito común, licenciado y sancionado a  seis años de prisión.

El 30 de noviembre de 1956, en la cárcel de Boniato, protagonizó junto a los revolucionarios del Movimiento 26 de Julio, Carlos Iglesias Fonseca (Nicaragua), Raúl Menéndez Tomassevich y otros, la espectacular rebelión y fuga en los momentos en que ocurría el levantamiento de Santiago de Cuba, en apoyo al desembarco de los expedicionarios del Granma. En lo adelante, su participación en el movimiento clandestino, con el seudónimo de Eduardo Rodríguez,  así como su incorporación al Ejército Rebelde se haría sumamente compleja, era tenazmente  buscado y conocido por los  cuerpos represivos.

Cuando asesinaron a Frank País, el 30 de julio de 1957, en unos apuntes que le fueron ocupados, constaba la autorización para la partida de Braulio hacia la Sierra Maestra: «Curuneaux que se vaya».

En carta a Fidel, enviada por René Ramos Latour, Daniel, explicaba: «Espero que hoy (20-11-1957) pueda salir el sargento Curuneaux, que tantas veces hemos tratado de enviar y que no se había podido lograr por lo difícil que resulta sacarlo de Santiago…».

EN LA SIERRA

En las filas insurgentes participó en múltiples e importantes acciones de la Columna No. 1 José Martí. El 5 de diciembre, en el combate de El Salto, el Comandante le entregó una 30 a Braulio y, según César Suárez, comenzó así  «su  cantar de la ametralladora», sacaba de ella ráfagas cortas de cuatro, tres, y hasta de uno y dos disparos aislados. Ese mes tomó parte en una operación en los llanos de Manzanillo, al mando del entonces capitán  Raúl Castro Ruz.

En febrero de 1958, participó en el segundo combate de Pino del Agua. En San Ramón ya era teniente, cuando Fidel le entregó el mando de dos dotaciones de calibre 50, llegadas en  la expedición de Cienaguilla, encabezada por Pedro Miret. Recordó Rafael Mompié que el Comandante en Jefe, echándole un brazo por el hombro a Curuneaux, bromeaba con él después de haber probado ambos las ametralladoras, antes del combate. Días después participó en una acción cerca de la cárcel de Manzanillo, junto a  los capitanes Paco Cabrera  y Delio Gómez Ochoa.

Durante el rechazo de la Ofensiva de Verano de la tiranía (Plan ff, Fase Final o Fin de Fidel) se distinguió en decisivas batallas y combates, bajo el mando directo del líder de la Revolución, o indistintamente del comandante Ernesto Che Guevara, Eduardo Sardiñas, Lalo, y Ramón Paz Borroto. El tableteo inconfundible de la mortífera máquina en la desembocadura del río La Plata, las dos batallas de Santo Domingo, El Jigüe, alto de Meriño y Las Mercedes, entre otras acciones, las informaciones de Radio Rebelde, los comentarios de combatientes y la población en general convirtieron en leyenda al capitán con su inseparable arma. Testimonió Álvarez Zambrano El Negro, que en Santo Domingo Braulio recibió un papelito de Celia Sánchez, donde Fidel lo ascendía a capitán, y agregaba: «Van dos tabacos de premio».

Con posterioridad, en la importante acción de Cerro Pelado, Curuneaux combatió con las dos ametralladoras calibre 50.

Sobre los resultados finales, Fidel escribió el 27 de septiembre de 1958: «(…) según informes por diversas vías, el enemigo sufrió 67 bajas entre muertos y heridos (…) fue uno de los combates donde hubo más precisión, más coordinación entre las distintas armas (…)».

En Guisa, durante la batalla, el Jefe de la Revolución recorrió las posiciones rebeldes:
–Curuneaux, ¿tú crees que pasen?
–Por mi posición no, Comandante.
Fidel escribió a Radio Rebelde:  «Curuneaux  hecho un león: ha abierto en un firme más de 200 trincheras»... El bravo capitán había minado, además, el sector de la carretera que defendía, donde voló un tanque y las fuerzas bajo su mando rechazaron el ataque de tres refuerzos enemigos apoyados con tanques, artillería y  aviación.  Allí cayó,  resistiendo el tercero, firme e imbatible (…) «ha sido una gran victoria, aunque nos costó la pérdida del mejor oficial (…)», diría Fidel.

Al caer gloriosamente en combate en la loma del Heliógrafo o del Martillo (hoy de Curuneuax), en la carretera de Bayamo a Guisa, el legendario capitán contaba con algo más de una veintena  de aguerridos combatientes de vanguardia, entre otros, Gonzalo Camejo, Alcibiades Bermúdez, Leopoldo Cintra Frías, Polo, y una escuadra distinguida de mujeres del pelotón Mariana Grajales.

Junto a él, dos hombres de su dotación, aferrados a su querida ametralladora, murieron el 27 de noviembre de 1958, destrozados por un cañonazo; pero el enemigo no pudo pasar. Aun después de muertos ganaron la batalla.
La victoria de Guisa abrió el camino a Santiago de Cuba. Los días de la tiranía estaban contados.

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Domingo Noriega dijo:

1

29 de marzo de 2019

01:31:10


Hola, buena crónica rebelde. Pero siempre he visto su apellido escrito como Coroneaux, pudiera explicarme alguien como se escribe y se pronuncia ese apellido?

Grisel Respondió:


29 de marzo de 2019

14:38:15

Se trata de un apellido de origen francés, q significa coronado o algo parecido. Sus abuelos fueron emigrantes haitianos. Se escribe con aparece en él artículo. Así está en su acta de nacimiento y en los papeles del ejército. Se pronuncia Curuno. La fuente de esta explicación es él propio autor del artículo. Gracias x su comentario.

Rubèn Rodrìguez Respondió:


29 de marzo de 2019

18:56:53

Estimado Noriega ese apellido es como aparece escrito aquì por el investigador Shelton, quien durante muchos años ha defendido que se escriba y se reconozca como corresponde: Curuneaux. Feliz dìa hermano.

Reynerio Alvarez-Borroto dijo:

2

29 de marzo de 2019

05:16:00


No fue un cañonazo, sino un disparo de mortero. Evidentemente, el enemigo había localizado su posición.

Grisel Respondió:


29 de marzo de 2019

14:41:32

De una investigación y de lo narrado x combatientes sobrevivientes, q estaban con él allí, aseguran q fue un cañonazo de un tanque shermann. Efectivamente su posición fue localizada. Muchas gracias. A nombre del autor del artículo.

alexey dijo:

3

29 de marzo de 2019

10:32:17


yo no sé mucho de armas, pero soy guisero y la historia de Braulio nos la conocemos al dedillo, por un historiador que hiso un libro de él y relata que fue una tanque, que no es la que está a la entrada del pueblo, la que después de varios disparos y la orden de Fidel que se moviera del lugar, los mato a él, a Guillermo Gonzales Polanco y un soldado desconocido.muchas veces fui a su tumba donde existe un obelisco en su honor, gloria a Braulio.

Jose Achocalla dijo:

4

29 de marzo de 2019

11:06:35


Honor y gloria al bravo combatiente.

Grisel Respondió:


29 de marzo de 2019

14:42:36

Gloria eterna!

Héctor dijo:

5

29 de marzo de 2019

15:04:15


Y los otros dos bravos no tienen nombres en la historia? sería bueno reconocerlos y que no pasen como el soldado desconocido.

paco dijo:

6

29 de marzo de 2019

15:42:25


Si Fidel confio en el fue porque era bueno ademas un conocedor de academia del arma asignada; sin peros Cual fue el delito comun por el que fue licenciado en Holguin y recluido en la carcel de boniato y gloria a este heroe y su ametralladora

Osvaldo Perez Prado dijo:

7

29 de marzo de 2019

16:05:31


Estas etapas de la lucha revolucionaria todavia nos llenan de orgullo por nuestra revolucion. Viva Cuba Libre. Granma desde lejos le pedimos reiterar estas publicaciones historicas. Los youtube no suben informacion real de Cuba

Osvaldo Perez Prado dijo:

8

29 de marzo de 2019

16:16:52


Viva la memoria de nuestros martires Cubanos

Alfredo V. Heredia dijo:

9

29 de marzo de 2019

19:30:06


Buenas tardes, interesante historia, que apasiona además cuando se escucha por las personas que vivieron esa época, y que narran como en los patios de sus casas caían las bombas del enemigo que bombardeaba no tan solo la zona de conflicto bélico entre los "barbudos" y la tiranía. Mi abuela (Aracelys López Heredia), y mi abuelo (Erlis Mariano Heredia) el “fotógrafo Heredia” de Guisa que en paz descanse, participaron con sus modestos esfuerzos en la consecución del triunfo revolucionario de la campaña militar desplegada en el cerco militar de guisa; y fue mi abuelo una de las personas que propició con su apoyo desinteresado el conocimiento de las dotaciones enemigas en el cuartel de guisa, los cuales tenían numerosos pertrechos de guerra; y a los cuales fotografío en sus puestos militares. Mi abuelo contaba que cuando subió a la Sierra a entrevistarse con Fidel, le mostró las fotos y los negativos, y eso ayudó a trazar la ruta por donde sería más efectivo el combate terrestre, y allí, estaban todos los guerrilleros, incluyendo el aguerrido y conocido por todos los guiseros, “Coroneaux”, como se le conoce allí. Y era tan honorable la lucha de guerrilla de los rebeldes, que siempre se respetó el derecho del vencido, y se trató con dignidad a los prisioneros de guerra, contando mi abuelo, que habían dos casquitos detenidos, que se iban a poner en libertad por la tarde-noche, por ordenes de Fidel, y que éste le advirtió a mi abuelo que abandonara el pueblo con su esposa e hijos, porque ellos lo habían reconocido, y darían parte a las autoridades del cuartel, lo cual sucedió efectivamente, y al día siguiente, estaban allí la soldadesca con orden de búsqueda, "vivo o muerto" del fotógrafo Heredia y familia. Esto que estoy relatando, nunca se ha dado a la publicidad, ni consta en ningún libro de historia, solo lo he oído por boca de mi abuela que aun está viva y conserva sus capacidades mentales, pero es meritorio, en gloria a la memoria de mis ancestros, explicar, que en la cama de mi abuela, a escasa dos semanas antes del asalto de guisa, se efectuó una reunión entre un oficial batistiano, y un representante de las fuerzas rebeldes, con la anuencia del alto mando rebelde para que la compañía que dirigía ese oficial, con todos sus pertrechos de guerra, se unieran de manera pacífica al bando rebelde para conjugar esfuerzos y derrocar a la dictadura, porque como reconoce el autor del artículo, habían oficiales con honor en las filas de los casquitos, no todos eran asesinos ni torturadores. La imagen de Braulio, vivirá siempre en la mente y en el recuerdo de todas las personas, que con orgullo recordaran que el canto de su ametralladora, hizo tronar en estampida a las fuerzas batistianas, y cumplió con su promesa de que "por aquí, no pasaran". Saludos.

Ricardo Respondió:


6 de septiembre de 2024

12:45:04

Saludos .me gustaría contactar con usted para saber de ese gran fotógrafo Heredia de nuestro Guisa .como puedo escribirle ? Mi número es +1 809-906-3235

rafael ruiz dijo:

10

29 de marzo de 2019

19:38:14


Honores y glorias a quienes con su ejemplo se lo merecen.

Maidelys dijo:

11

29 de marzo de 2019

22:22:50


Gloria a todos esos combatientes, mi abuelo era Gonzalo Camejo no murió en la batalla pero fue gravemente herido.