MATANZAS.–Desde la tarde del día 9 de septiembre el cielo se oscureció y comenzó a soplar el viento con carácter intermitente. Luego la lluvia no muy fuerte se sumó al concierto. Avanzada la noche el viento enfurecido azuzó a las olas del mar, que en algunos puntos se lanzaron dispuestas a barrer con todo.
La adversidad puso a prueba el valor y la capacidad organizativa de los matanceros.
Aunque se sintió en toda la provincia, el sendero escogido por el huracán Irma comprendió la franja norte del territorio, donde golpeó con mayor saña.
El panorama resultó algo complejo en los municipios de Martí, Cárdenas y Matanzas. A la mañana siguiente se dejó ver la fuerza devastadora del huracán, con afectaciones en más de 6 000 viviendas y perjuicios en la agricultura y en centenares de instalaciones del sector estatal.
La experiencia vivida en la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras marca aquel suceso de manera muy particular. Es el mejor ejemplo de a qué extremos puede llegar la ira de la naturaleza. La potencia de las olas del cercano mar operó el milagro de derribar un muro de contención que parecía infranqueable, compuesto por elementos de concreto de 70 toneladas de peso.
Los embates hicieron colapsar la casa que protege las líneas tecnológicas de agua de mar, vitales para el funcionamiento de la CTE. Al ver el desastre, no fue poco el asombro de algunos trabajadores y directivos de la planta, así como de la presidencia del Consejo de Defensa Provincial, pero del asombro surgió enseguida el entusiasmo, y sin pensarlo dos veces inició la trabajosa recuperación.
Fue una experiencia singular que le valió a la Guiteras los más grandes elogios. Por solo citar una arista de las acciones de rehabilitación, en jornadas ininterrumpidas acarrearon más de 21 000 metros cúbicos de escombros, con el auxilio de fuerzas y operarios procedentes de varias entidades del país.
La explosión devastadora se revirtió en apenas cuatro semanas. Y aunque todavía queda por hacer en provecho de su protección futura, ya la CTE mantiene un buen ritmo de entrega de energía al Sistema Electroenergético Nacional.
Visto a la distancia de más de tres meses, lo más trascendente del huracán Irma para Tania León Silveira, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, fue la cohesión y armonía con que los matanceros enfrentaron el fenómeno meteorológico desde la etapa misma de preparación para paliar su impacto, y luego en la recuperación.
Lo hicieron con ese espíritu cubano y abierto que nos caracteriza sobre todo en momentos difíciles, significó tras mencionar que fue otra vez la solidaridad la encargada de tender el mayor puente para ponernos a salvo de las inclemencias del huracán. «El mayor número de evacuados estuvo en casa de familiares y amigos, y eso dice mucho», comentó.
Dijo que la provincia ya ofreció solución a más del 60 % de las viviendas afectadas, y que en el curso del primer semestre del próximo año prevén concluir el ciento por ciento. Ese desvelo por no dejar a nadie abandonado a su suerte figura también entre los mejores recuerdos del huracán Irma, subrayó.

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Cira dijo:
1
3 de enero de 2018
23:44:34
Yosmany Vargas Zayas Respondió:
4 de enero de 2018
08:24:29
cirilo dijo:
2
4 de enero de 2018
07:29:14
cirilo dijo:
3
4 de enero de 2018
07:34:00
Yosmany Vargas Zayas dijo:
4
4 de enero de 2018
08:06:34
Rogelio dijo:
5
4 de enero de 2018
10:17:57
SURIAMNI dijo:
6
4 de enero de 2018
11:08:05
Yadira-edupinar dijo:
7
4 de enero de 2018
16:33:38
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