Un beso a Cuba y nada más

Entre lágrimas y aplausos transcurrió la jornada. Julio Yamel Verdecía Reyes, director del hospital Vladimir Ilich Lenin, de Holguín, en nombre de los integrantes del contingente médico que volvía a sus casas, evoca el día en que una llamada telefónica los hizo preparar el «equipo de campaña», para partir hacia Ciego de Ávila, asediada por la COVID-19.

Todos, más de 200, entre especialistas, técnicos y personal de enfermería, «dijeron sí, dispuestos a permanecer el tiempo que hiciera falta y nadie solicitó retornar a su lugar de origen», expresó en su intervención el doctor Fernando González Isla, director de Asistencia Médica del Ministerio de Salud Pública.

«Los agradecidos somos nosotros; lo único que hemos hecho es responder a un llamado del país, cumplir nuestro deber y hacer Revolución, como nos enseñó Fidel», dijo González Isla con palabras entrecortadas.

Más de un mes permanecieron alejados de sus seres queridos; días de entrega sin límites que hacen sentir el orgullo de ser cubanos, lo mismo en el confín más alejado del mundo que en Ciego de Ávila, casi en el mismo centro de la amada Isla.