ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Considerado el elemento más peligroso de una tormenta eléctrica, en pocos segundos los rayos provocan temperaturas superiores a los 20 000 grados Celsius y liberan gran cantidad de energía. Foto: Juvenal Balán

Un estudio desarrollado por especialistas del Instituto de Meteorología perteneciente a la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), acaba de ratificar que las descargas eléctricas continúan siendo hasta el presente la primera causa de muerte por fenómenos naturales en el archipiélago cubano.

Según las conclusiones de la investigación presentada en el recién finalizado X Congreso Cubano de Meteorología, y cuyos autores son los másteres en Ciencias Evelio García Valdés y Nathalí Valderá Figueredo, entre 1987 y 2017 ocurrieron a lo largo del territorio nacional un total de 1 742 fallecimientos, cifra que supera ampliamente el número de pérdidas humanas dejadas por huracanes, tornados, eventos de lluvias intensas e inundaciones costeras.

Visto de manera específica, el promedio de muertes en el periodo mencionado disminuyó de 60 a 54 personas por año, mientras la mayor cantidad de defunciones prosigue registrándose en las provincias desde Camagüey a Guantánamo.

El máster en Ciencias Evelio García Valdés indicó a este diario que la cifra más alta de víctimas fatales a lo largo de las tres décadas analizadas se produjo en Granma, con 249 muertes, para un promedio anual de ocho casos; seguida de Holguín, que tuvo 186 fallecidos (media anual de 6), 161 en Camagüey (5,19) y Santiago de Cuba, 147 (4,74 por año).

Por regiones la oriental reportó 764 decesos, 524 la central y 454 la occidental.

Considerada la investigación más abarcadora ejecutada en Cuba en lo referido al comportamiento de las muertes por fulguraciones, la misma estuvo basada, principalmente, en la recopilación y procesamiento de los datos que brindó el Departamento de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública.

Dicho estudio mostró también que el mes de más pérdidas de vidas humanas fue julio, al contabilizar 376. A continuación se ubicaron agosto y junio, con 363 y 361, respectivamente.

Igualmente, el grupo de edad que registra las cifras más elevadas de víctimas mortales es el comprendido entre los 25 y los 59 años, al agrupar el 59,5 % del total, en tanto el sexo masculino registra la mayor cantidad de pérdidas de vida con 1 485.

Por municipios los más afectados son Las Tunas (35 fallecidos), Santiago de Cuba (33), Holguín y Camagüey (30), Consolación del Sur (23) y Ciego de Ávila (20).

Es favorable la ausencia de decesos por esa causa en los municipios de Caimanera y Caimito en la etapa de 1987-2017, así como el mínimo de muertes acaecidas en el de Los Arabos, Matanzas y Corralillo, con solo uno.

¿CÓMO PROTEGERNOS DE LOS RAYOS?

El rayo aparece cuando el movimiento ascendente y descendente del aire contenido dentro de una nube del tipo cúmulo nimbo, de gran desarrollo vertical, con una altura de diez a 12 kilómetros y elevado contenido de humedad, forma cargas positivas y negativas, que al acumularse en exceso originan una descarga en forma de chispa, el relámpago.

La misma puede ocurrir dentro de la propia nube, entre dos nubes de tormenta, o entre una de ellas y la superficie de la tierra. Cuando el chispazo desciende a una temperatura muy elevada, choca con el aire mucho más frío de los alrededores y produce un enorme ruido llamado trueno.

Al ser la velocidad del sonido mucho menor a la de la luz, siempre veremos primero el relámpago y después escucharemos el trueno. De acuerdo con los estimados de los científicos, la distancia a partir de la cual comienza a oírse el estruendo asociado a la caída del rayo es de ocho kilómetros o más, en dependencia de las características del entorno.

En caso de ser sorprendido por una tormenta eléctrica en plena calle, lo más recomendable es buscar refugio en el interior de una edificación techada.

Pero la opción más segura es permanecer en un vehículo con las puertas y ventanillas cerradas, porque como las ruedas son de goma, las descargas eléctricas circulan por el exterior del metal y dejan en el interior un campo eléctrico nulo, proceso denominado Jaula de Faraday.

Nunca debe caminarse ante esas condiciones meteorológicas sumamente peligrosas y menos correr con la ropa mojada, ya que suele crearse una turbulencia en el aire que puede atraer al rayo.

Igualmente, resulta peligroso colocarse debajo de un árbol, porque tienden a caer sobre el punto más elevado. También es riesgoso practicar deportes en terrenos abiertos, montar a caballo o hablar por teléfono.

Como el agua conduce la electricidad es preciso salir de inmediato del mar, piscina o río tan pronto empiece a tronar, algo que lamentablemente algunos bañistas no hacen.

Es aconsejable, asimismo, alejarse de vallas, alambres, cercas metálicas y cerrar las sombrillas. Si forma parte de un grupo situado en un área descampada, lo correcto es separarse de manera individual, ponerse de cuclillas lo más agachado posible e inclinar la cabeza sobre la rodilla con los oídos tapados, hasta tanto pase la severidad de la tormenta.

Más allá de las víctimas fatales que ocasionan, un alto número de las personas sobrevivientes al impacto de una fulguración suelen quedar con algún tipo de discapacidad permanente, sin olvidar los perjuicios que pueden provocar en equipos electrodomésticos, computadoras, líneas telefónicas y en las transmisiones de radio y televisión, por mencionar algunos ejemplos.

Insertar en los contenidos de los mensajes de bien público, folletos de educación ambiental y otras vías de divulgación qué hacer para protegernos ante la presencia de descargas eléctricas, puede ayudar mucho a tomar conciencia de la percepción de riesgo. Evitar imprudencias y preservar vidas humanas bien lo amerita.

Precisiones

Especialistas del Centro de Física de la Atmósfera del Instituto de Meteorología preparan una nueva versión del mapa sobre el comportamiento de las descargas eléctricas en nuestro país, información de inestimable valor para el diseño y ubicación de los sistemas de protección contra rayos.

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Carlos Alberto dijo:

1

18 de enero de 2020

14:14:53


Felicito a los autores de la investigación por actualizar el comportamiento de las muertes por descargas eléctricas en nuestro país, un excelente e interesante artículo

Ramiro dijo:

2

18 de enero de 2020

15:45:54


Realmente se habla poco de los rayos, debe hacerse más hincapié en los medios de comunicación de como la población puede protegerse

Segundo Luis fernandez Lamela dijo:

3

18 de enero de 2020

16:49:11


Interesante los resultados de esta investigación, es lamentable que en la información hayan olvidado el daño que causan estos fenómenos a los animales y la flora,

Yolexis sanvhez dijo:

4

19 de enero de 2020

09:40:14


Felicidades es un artículo muy interesante la población en ocasiones no evalúa el peligro real que enfrenta al descuidarse en un evento como este sería bueno que se diera a conocer por los medios televisivos para que así como se preparan para la temporada siclonica también adviertan sobre los riesgos de recibir una descarga y cómo evitar ponerse en riesgo

Ramón Pérez de dijo:

5

19 de enero de 2020

10:51:39


A mí me cayó un rayo en 2012 y sobreviví, así que soy de los pocos...

Anadis dijo:

6

19 de enero de 2020

11:55:28


Un artículo para recortar y guardar, esas medidas preventivas deben divulgarse más, en las escuelas, centros de trabajo, pudieran ponerse en los murales

jesus manuel dijo:

7

19 de enero de 2020

16:23:40


Vivi muchos años en el campo y vi caer cientos de rayos, es impresionante y da mucho temor, ojalá existiera alguna forma de poder aprovechar esa energía que despliegan

Mary dijo:

8

19 de enero de 2020

22:07:18


Me gustó el trabajo, muy ameno y explicativo

Adonis dijo:

9

20 de enero de 2020

14:03:16


A cuidarse entonces de los rayos, recuerdo que hace años unos peloteros fueron fulminados en medio de unas prácticas en el estadio de Santiago de Cuba