ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Pinar exhibe importantes resultados en ramas como la electrónica. Foto: del autor

PINAR DEL RÍO.— Con una sede universitaria que nunca llegó a graduar a nadie, muy po­cos profesionales, y un índice de analfabetismo del 30 % de su población, Pinar del Río no podía estar más lejos aquel 15 de enero de 1960 de lo que augurara Fidel durante el acto por el  aniversario 20 de la So­ciedad Espeleológica de Cuba: “El futuro de nues­tra Patria, tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia”.

Según las estadísticas de la época —que mu­chas veces no reflejaban la realidad en toda su magnitud—, antes de 1959 solo el 59 % de los niños pinareños entre seis y 14 años asistía a la escuela, y entre los más de 400 000 habitantes del territorio, apenas había 8 651 graduados de las enseñanzas media o superior.

De ahí que para el doctor en Ciencias Noel Bruguera, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en la provincia, el desarrollo científico alcanzado por Vueltabajo es una expresión genuina de la obra de la Revolución.

Reconocida por su labor destacada en la ob­tención de nuevos productos y servicios, con la sede del acto nacional por el Día de la Ciencia Cubana, Pinar exhibe importantes logros en las ramas tabacalera y forestal, el cultivo del arroz y la electrónica, entre otros sectores priorizados.

Pero para Noel, lo más significativo está en las capacidades creadas a lo largo de las últimas décadas, y la respuesta que se ha venido dando a las demandas de la economía.

Un verdadero ejército, compuesto por 281 doctores en ciencias y 5 960 másteres, lideran la actividad investigativa en la provincia, en instituciones como la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca,y más de una decena de entidades, entre las que se incluyen el Centro de In­vestigaciones y Servicios Ambientales Ecovida, el Centro de Desarrollo de la Electrónica y la Auto­mática, así como las unidades científico-tec­no­lógicas del Tabaco y del Arroz.

Se trata de un capital humano que se ha multiplicado en las últimas dos décadas. En 1992, por ejemplo, apenas llegaba a 35 el número de los doctores y a 216 el de los másteres.

En el 2015, el trabajo de esta valiosa fuerza estuvo avalado por importantes resultados en la gestión de los proyectos de innovación, y en ac­ciones de transferencia tecnológica.

Según Noel, son iniciativas que empiezan a te­ner un impacto económico y social en el territorio.

“La integración de la ciencia al proceso de actualización del modelo económico cubano se impone como una herramienta imprescindible para su sostenibilidad”, asegura.

El mejoramiento genético del arroz ha permitido contar con variedades más resistentes. Foto: del autor

En tal sentido, explica que la proyección estratégica de la provincia reconoce, entre sus prioridades para el desarrollo, las producciones tabacalera y forestal, el turismo, la obtención de alimentos, así como la electrónica, la automática, el uso de las energías renovables y la informática.

Todas muestran avances de manera sostenida, gracias al nivel de integración alcanzado en­tre los factores que conforman el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación del territorio.

Figuran entre los resultados más recientes el mejoramiento genético de variedades en cultivos como el tabaco y el arroz, junto a una amplia serie de tecnologías, destinadas a optimizar el riego y la aplicación de fertilizantes, reducir la dependencia de los químicos en diferentes ramas de la agricultura, y lograr el aprovechamiento integral de los residuos o subproductos de la tala de árboles.

Unido a esto, como fruto de la colaboración entre el Centro de Desarrollo de la Electrónica y la Automática (CDEA) y la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca, destacan varios productos.

Uno de los de mayor impacto es la creación de un sistema de alumbrado público programable, que se ha venido probando con éxito en la capital pinareña.

Otro es el sistema de iluminación rural, para su aplicación en las viviendas donde no llega la energía eléctrica, diseñado y fabricado por en­­c­ar­­go del gobierno del municipio de Conso­la­ción del Sur, y con resultados satisfactorios don­de se ha ubicado.

En cuanto a los servicios científico tecnológicos —los cuales también han venido en aumento en los últimos años—, sobresalen los pronósticos del estado del tiempo, y las predicciones agrometeorológicas a corto, mediano y largo plazos, a partir de las cuales se recomiendan las labores a realizar en las empresas pecuarias y de cultivos varios y, sobre todo, en las tabacaleras.

Ello está dado por la relación comprobada que existe entre el comportamiento de algunas variables, como la presencia del ozono troposférico, y la aparición de plagas y enfermedades, una realidad que ha hecho que cada vez sea mayor el número de campesinos que siguen de cerca los partes, antes de aplicar determinados productos o cosechar sus sembrados.

Aunque los logros son evidentes, el delegado del Citma en Vueltabajo insiste en que aún quedan muchas potencialidades por explotar. “En el tema de la introducción y generalización de resultados investigativos de probada facti­bi­lidad, en aras de la necesaria diversificación de bie­nes y servicios a partir de una mayor intensidad del conocimiento, por ejemplo, hay que con­tinuar insistiendo.

“De manera general, en los últimos 18 años se han generado por nuestro potencial cientí­fico–tecnológico más de 120 nuevos productos, cerca de 40 nuevos servicios y más de 100 procesos”, afirma Noel, pero advierte que no todos son aprovechados adecuadamente.

Para el delegado del Citma, el tema tiene tanta importancia como los 352 proyectos que se ejecutan actualmente en la provincia, de ahí la prioridad con que hoy trabajan en el sentido de acortar las distancias entre el laboratorio y la producción.

A 56 años de que el líder de la Revolución augurara un futuro distinto para el país, en el que ya no se perderían “inteligencias” por falta de oportunidades para acceder al conocimiento, no hay dudas de que el cambio es total.

Incluso en Pinar del Río, un territorio al que durante mucho tiempo llamaron la Cenicienta de Cuba, la decisión de sembrar escuelas por todas partes permitió superar el atraso, y hacer que la ciencia constituya una fuerza cada vez más esencial para el progreso de la provincia y de la nación.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.