Sin perder la esperanza

Katowice, Polonia.—Los dos reveses en el Campeonato Mundial de voleibol le dejan a Cuba solo una opción: ganarle este viernes a Sudcorea y el sábado repetirle la dosis a Túnez en busca del posible pase a la segunda ronda del evento.

Varios protagonistas de esta justa accedieron a conversar con Granma acerca de dónde han radicado los errores, que van más allá de sentirse presionados porque el 80% del elenco lo integran novatos entre 17 y 21 años de edad.

El central Isbel Mesa fue uno de los participantes en el Mundial de Italia, cuatro años atrás, donde Cuba ganó plata tras vencer 3-1 a los campeones de Brasil en la eliminatoria y caer 0-3 a manos de ellos en la disputa por el oro.

“En el 2010 salí al campo en una sola ocasión, como jugador de cambio para bloquear. Ese fue mi primer año con la selección nacional. Ahora, en estos dos partidos aquí, me he sentido ansioso por querer ganar y las cosas no salieron bien. Debo marcar entre ocho o nueve puntos en cada desafío, pero he jugado mal en el ataque y eso preocupa a la hora de bloquear”, reconoció Mesa.

LA EXPERIENCIA DEL GUERRERO

El líbero Keibel Gutiérrez trabaja intensamente, es un guerrero que aporta conocimientos a los novatos, labor en la que le ayuda el ser una persona afable y comunicativa.

“La derrota ante Finlandia ejerció una influencia negativa, porque dejamos escapar una victoria en la que en los dos sets iniciales expresamos tremenda disposición. Luego, ante Alemania, jugamos mal, y ya no tenemos otra alternativa que salir a derrotar a Sudcorea y Túnez, para recuperar la confianza”, explicó el villaclareño.

NO TENGO NADA QUE PERDER

Solo 17 años tiene el central mayabequense Félix Chapman, y, a juzgar por su saque violento que marcó un punto contra Alemania tan pronto sustituyó a Mesa, imagino que a este muchacho, con nueve abriles dentro de las canchas de voleibol, no lo detienen los nervios.

“Entré al terreno relajado, sin nada que perder, y me dije: ‘voy a meter la bola fuerte para allá, a ver qué pasa’. Así les marqué un tanto a los rivales, gracias a que confío en mis posibilidades, sin preocuparme quiénes estén del otro lado de la net. Quisiera contra Sudcorea empezar como regular, es algo que he pensado en estos días”, aseguró Chapman.

Este jueves entrenó en la formación regular, en lugar de Mesa, y quizá tenga su ansiada oportunidad contra los sudcoreanos.

PRESIÓN NO ES SINÓNIMO DE MIEDO

No ha de confundirse la presión que se siente al alinear como principiante para medirse a elencos de reconocida talla mundial, con el hecho de tener miedo de encarar a esos oponentes. Hablamos de adolescentes a quienes les ha correspondido adelantarse a su ciclo olímpico para dar la cara por Cuba en esta reñida competencia.

Una de las posiciones hacia la que los contrarios han dirigido el servicio fuerte con salto, la ocupa el novato de 19 años Osmany Uriarte. El mejor atacador durante el NORCECA Sub-19 de El Salvador (medalla de oro), ha comprobado que este mundo de los mayores es harina de otro costal, al confrontar a selecciones como la alemana, con gigantes de vasta experiencia al estilo de su opuesto Gyorgy Grozer.

“He fallado en la recepción del saque fuerte que obliga a desplazarme para buscar el balón. Estuve también por debajo de lo acostumbrado a la ofensiva contra el alto bloqueo de los alemanes, en muchas ocasiones triple, por lo que no resultó fácil atacarles entre las manos de sus centrales con más de dos metros de altura”, confesó Uriarte.

Dominar el arte de recibir, así como aprender la difícil técnica del bloqueo, son dos elementos que los cubanos deberán pulir. Ellos cifran sus esperanzas en el desafío contra Sudcorea, de seguro la afición en nuestro país también espera una reacción.