ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Del folklore soviético viene la fábula del inventor de la silla voladora. Un día, en un centro científico, se presenta una persona que quería ver al director, pues tenía una solución para los problemas de transporte. A tanta insistencia, el director lo recibe -llamémoslo Alexei-, y le pregunta cuál era su solución. El aludido contesta: «la silla voladora». Pasa entonces a explicarle con estadísticas, tablas, gráficos, etc., cuántas sillas voladoras se necesitarían, los costos, la cantidad de personas que se podrían transportar al año, a los dos años... El director, emocionado por lo revolucionario del invento, le halaga su presentación y le pregunta por los planos de la silla voladora para valorar las adaptaciones industriales que tendrían que hacer. Alexei, sorprendido, le responde: «¿Cómo que los planos de la silla? Eso se lo dejo a ustedes. Yo ya di la idea».

Hay personas en la red hoy que me recuerdan la fábula, nos inundan de propuestas al Gobierno de sillas voladoras. Son capaces de clamar por la solución mágica a la crisis sanitaria: qué se debe hacer, cuándo y dónde, sin saber de datos poblacionales, sociales, económicos, culturales... No saben cuánto puede sostenerse el país en condiciones de aislamiento, no saben nuestras diponibilidades financieras, energéticas, de insumos, alimentos. No saben datos de las condiciones del país de asimilar un incremento en el transporte de bienes y personas, no saben de los datos agrícolas, de servicios comunales, de la capacidad de generación de electricidad. No saben cuántas familias cubanas están en condiciones de tener a sus hijos en casa, cuántas dependen de la merienda escolar, de los almuerzos en los centros de trabajo. No saben cuántas personas dependen de los servicios sociales. No saben cómo se está comportando el mercado internacional de alimentos en esta crisis, ni el tema del transporte mercantil a nivel global. No saben la capacidad del país de adquirir lo que se necesita y la necesidad de no parar la producción y los servicios para garantizar la capacidad de realizar esas compras. No saben cuántas personas hoy están hospitalizadas por otras enfermedades, cuál es el estado de otros temas de salud como el dengue, la gripe normal y corriente, las enfermedades crónicas, etc. No saben cuáles son las condiciones sanitarias en el país, cuántas casas tienen o carecen de condiciones sanitarias. No saben de la disponibilidad de agua potable, de su distribución, de la capacidad de asimilar una redistribución del abastecimiento de agua hacia el sector residencial y el tiempo que necesitaría. No saben de cuántas familias pueden sostenerse o no, si son confinadas a sus casas.

Pero, a pesar de no saber nada de eso, se erigen en expertos de manejo de crisis y dictan qué debe hacerse, truenan si el Gobierno no hace lo que sugieren. Un colega me decía que habíamos descubierto una nueva fuente de servico exportable para el país: expertos en manejo de crisis. Tenemos docenas de ellos, cuyas oficinas son las redes. Lo penoso es que la mayoría, sino la totalidad de estos expertos de buscar soluciones a la emergencia de la pandemia en Cuba (soluciones que aprenden en cursos de cinco minutos de Google y Facebook), nunca han dirigido ni el chiringuito de la esquina de su casa. No están cujeados en el ejercicio diario de tener que garantizar el funcionamiento del país, de elaborar planes de contingencia, de negociar contratos en el exterior, de levantar una industria, de encabezar una fábrica, de estar al frente de un sistema de sanidad, de mantener un sistema educativo, de batallar exitosamente contra el bloqueo estadounidense en escenarios concretos, de enfrentar epidemias, plagas agropecuarias, de dirigir hospitales, de controlar el orden interno.

No se trata aquí de negar la necesidad de la crítica y del análisis que incorpore a la inteligencia colectiva. Esa siempre será bienvenida, todas esas cosas mencionadas se dirigen en Cuba, en buena medida por la capacidad colectiva de decenas de miles y a veces millones de personas. No se trata de no sugerir ideas y propuestas constructivas, ni de no denunciar errores en la ejecución de las medidas adoptadas. Se trata de la responsabilidad, en momentos de emergencia, de no contribuir a socavar la confianza en quienes tienen sobre sí la inmensa responsabilidad de gestionar de verdad esta contingencia.

Mientras tenemos a miles de personas de la salud trabajando sin descanso en atender a los enfermos, en diseñar medidas para evitar la propagación; mientras tenemos a científicos trabajando sin descanso en buscar una terapia efectiva contra el virus, en diseñar una vacuna contrareloj; mientras tenemos a miles de personas en sus puestos de trabajo, sin descanso, buscando la forma en que el país no se paralice; mientras tenemos al Gobierno trabajando las 24 horas  en función del bien público, hay un grupo que también trabaja incansablemente por aprovechar esta coyuntura para atacar la confianza en nuestro médicos, nuestros científicos y nuestro Gobierno. No les demos espacio.

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Diusbel Rodríguez Roque dijo:

61

25 de marzo de 2020

20:08:56


Excelente artículo. Ojalá, por diversas vías, llegue a TODOS.

Hector Marquez hector dijo:

62

25 de marzo de 2020

20:21:18


sin saber de datos poblacionales, sociales, económicos, culturales... No saben cuánto puede sostenerse el país en condiciones de aislamiento, no saben nuestras diponibilidades financieras, energéticas, de insumos, alimentos. No saben datos de las condiciones del país de asimilar un incremento en el transporte de bienes y personas. Una pregunta: De quien es la responsabilidad de que nadie sepa nada si,el gobierno es el dueño de todos los medios de comunicación?

Carlos Ramirez dijo:

63

25 de marzo de 2020

20:49:42


Tratemos de dejar la ideología a un lado para que no contamine los comentarios ni el articulo. Cierto es que lo que menciona el periodista, sin ningún fundamento, la prensa en nuestro país lo mantiene en hermético secreto, como si de un secreto de estado se tratase o de algún asunto de seguridad nacional. Digo sin ningún fundamento porque detalles de esos asuntos es incumbencia de quienes los van a ejecutar, pero explicarlos de manera grosera deben ser del conocimiento del pueblo y nunca lo hacen, siempre, absolutamente siempre se manejan exclusivamente en las llamadas altas esferas, luego reúnen a las esferas intermedias, le explican y le programan a éstas esferas, las respuestas que deben dar en la calle. Simultáneamente, se activa y de forma muy espontánea, y en el mismo momento una radio que han bautizado como radio bemba Radio Bemba para bien o para mal, tiene la cualidad de transmitir en todas las frecuencias por lo que en cuestión de días, (antes de la época de internet,) y en cuestión de minutos en la actualidad, difunde lo que es y lo que no, se forman disímiles versiones de un asunto, tantas que cuando la olla está a punto de explotar, nunca antes, o cuando una de las versiones circulantes, y muy probablemente contaminada o mal intencionada desde el norte, es que aparece el bigotudo: NOTA INFORMATIVA, DECLARACION DEL MINREX,....TA TA TA. ¿cierto o falso?. Pienso debe cambiar en la era digital esta forma de periodismo o de falta de periodismo, de debe de aprender un periodismo de investigación, no independiente, porque eso es imposible, pero sí responsable, sin sensacionalismo pero si veraz. Deben diferenciar lo que es noticia y lo que es información, la prensa actual solo da informaciones, no da noticias. El pueblo cubano tiene un alto grado de instrucción y muy por encima de otras naciones, lo considero el principal logro de La Revolución. informarse, analizar y concretar antes dependía del contenido que nos llegaba por periódico, radio y tv oficiales, apenas llegó el paquete debió replantearse el periodismo y no se hizo, ya está el internet y sigue igual ¿?. Con relación al tema que nos ocupa (miren otros comentarios que están llenos de ideología y consignas) los comentarios usan palabras que yo personalmente desterraria del vocabulario en estos momentos, como alarmismo, (ver situación Italia). Decía y sostengo que en Cuba se ha actuado tardíamente y que nunca antes hubieran estado las organizaciones de masas tan bien empledas repartiendo lo poco que tenemos casa a casa como esta vez, hubiera hecho el mejor aislamiento del planeta con lo único que superamos a otras naciones: La organización de la población.

Roberto dijo:

64

26 de marzo de 2020

08:24:29


Esclarecedor y excelente artículo. Como diría el Ché, se necesitan gente que critiquen menos y hagan más.

Rey Báez dijo:

65

26 de marzo de 2020

10:29:35


Amigo Ernesto: suscribo como propio tu artículo completo.

candito núñez dijo:

66

26 de marzo de 2020

10:33:48


Excelente artículo, solo quiero agregar que muchas veces los que proponen las sillas voladoras, son los que menos aportan a la sociedad.

Bayames dijo:

67

26 de marzo de 2020

13:05:41


Tremendo trabajo, debe tener una mayor divulgacion, las cosas hay que llamarla por su nombre como usted lo a hecho. #responsabilidadcoherenciadisciplina

La Súper dijo:

68

26 de marzo de 2020

14:25:26


EXCELENTE ARTÍCULO

Rosa Angélica dijo:

69

31 de marzo de 2020

10:13:09


Todo eso que “no saben”, si leyeran bien y pensaran con claridad las informaciones, noticias o como se les llame, si abrieran los ojos ante la realidad y vieran lo realmente bueno que no podía soñar el cubano de hace más de seis décadas... las soluciones se han de buscar y encontrar sobre la marcha, a riesgo de errores humanos. Se debe tratar de entender antes, para protestar después. El artículo en cuestión ha alborotado el avispero. Por mi parte, concuerdo con él.

Adis María dijo:

70

31 de marzo de 2020

13:19:04


Totalmente de acuerdo, aunque casi todo el mundo de vez en cuando ha confeccionado una silla voladora, aunque en mi caso de forma constructiva. Pero hoy más que nunca estoy orgullosa de vivir en este país, y de la forma de actuar de nuestro gobierno y las autoridades de salud. Es como usted comenta, la mayoría de las personas son científicos de redes sociales, y se la pasan comparando y criticando, aunque después de esta pandemia voy a ver que van a decir, pero en su gran mayoría no aporten nada a la humanidad.