ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Equipo de Ciego de Avila. Foto: Jit

Sí, la III Liga Élite de Beisbol, como casi todos los torneos cubanos en los últimos años, es una justa de mucho bateo. Ya sabemos que no lo es tanto por la solvencia de los que empuñan el madero como por las falencias que aún persisten desde la lomita.

Industriales y Santiago de Cuba son verdaderos Satanás en la ofensiva de la Liga. Los Azules (325) y las Avispas (314) son los primeros en average, y los únicos por encima de 300, en un certamen que, colectivamente, promedia 292; son los únicos con más de 50 extrabases: los leones tienen 56 y los santiagueros 57.

Ningún equipo cuenta con 15 o más jonrones, como la quincena de los capitalinos y la friolera de 23 de los rojinegros, que están desbordados pegándole a la esférica. Son los que más carreras anotan (120), Industriales es segundo, con seis, y el resto no llega a la centena; los de mejor porciento de embasado (411), con los habaneros siguiéndoles, en 408, y los demás ni se acercan a 400; los únicos con más de 500 (506) de slugging –Industriales a su espalda, anda por 480–; y en bateo integral, el ops están 917, también con los de Carmona detrás (888), y los otros cuatro, no llegan a 800. Como si fuera poco, hacen el uno-dos de boletos recibidos: 85 los de la Ciudad Héroe y 76 los de la ciudad capital.

Pero, aun así, el beisbol tiene bien definidos sus fundamentos, y ellos lo muestran como un juego, por excelencia defensivo, porque todas sus reglas están en función de lograr una pizarra poco poblada de carreras.

Tanto es así que los únicos no son los primeros, por mucho que destripen pelotas. Leñadores de Las Tunas y Tigres de Ciego de Ávila, cuando ya pasamos el primer tercio de campaña, son únicos, pero en victorias y en la cima liguera, aun cuando no lleguen a average de 300. Solo ellos han podido ganar diez partidos de los 16 celebrados por cada conjunto, y eso es lo que cuenta.

¿Por qué, si con el bate se hacen las carreras y con ellas se ganan los juegos, Industriales y Santiago de Cuba, ambos con ocho victorias e igual número de derrotas, están a dos juegos del primer lugar?

El profesor José Manuel Cortina tiene la sentencia: en el beisbol no gana el que más hace, sino el que menos permita, me dijo en una de esas sabias tertulias que he tenido la dicha de compartir con él.

Los avileños están en la azotea de la Élite porque son los primeros en pitcheo, con 3,99, y como los que más batean, son los únicos por debajo de cuatro limpias por juego de nueve entradas, tienen el mejor whip, con 1,41, que, aunque no es nada del otro mundo, distingue a sus lanzadores por encima del resto. Los tuneros son terceros en el montículo, con 4,47, pero son los que menos boletos otorgan, con 55 y con 57 les siguen los Tigres, cuyos pitchers son los menos castigados por los rivales, al dejarlos en 258 de average, mientras a los Leñadores tampoco les batean para 300, limitan a sus adversarios a 283.

El otro elemento es la defensa, en un campeonato de horror y misterio, con la media en 968. Solo los de las hachas llegan a 975, seguidos por Granma (974) y Ciego de Ávila (969).

Queda terreno por ver todavía, y aunque Las Tunas ya no estará hoy en el calendario diario, pues se alista para enfrentar el torneo de Clubes Campeones en México, si no se reivindica la tabla de lanzar y la custodia del campo, aquellos que logren los mejores dividendos en esos apartados tendrán ventaja sobre los de los maderos calientes.

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