Costó, vaya si costó. Pero contra viento y marea, la rechifla del público —naturalmente volcado con el equipo local— y algún que otro veredicto controvertido, los Domadores de Cuba se proclamaron campeones de la IV Serie Mundial de Boxeo sobre los Bakú Fires azeríes (6-5), tras una final frenética que se decidió en el mismísimo desempate en los 69 kg.
Nadie dijo que fuera a ser fácil. Se sabía, por ejemplo, que Gerardo Cervantes (52 kg) tenía las de perder frente a Elvin Mamishzada, como acabó ocurriendo (50-45, 49-45 y 50-44), al no conseguir descifrar el avileño los movimientos de su oponente. Y era de esperarse que Lázaro Álvarez (60) no tuviera un combate plácido ante un “viejo zorro” como Albert Selimov, campeón del orbe como él en Chicago 2007. Pero igual sorprendió la votación dividida de los jueces que le dio la victoria al púgil anfitrión (47-48, 49-46 y 47-48). Casi tan contradictoria o más que la que señaló perdedor a José Ángel Larduet (+91), luego de que el santiaguero hiciera sudar a la mole Arslanbek Makhmudov, tirase más, y lo presionara contra las cuerdas en repetidas ocasiones: (46-49, 47-48 y 48-47) a favor de Makhmudov.
Poco antes el monarca olímpico Roniel Iglesias (69) había logrado un triunfo capital sobre Mahamed Nurudzinau, pese a no desarrollar su pelea más lúcida. Sin rehuir del intercambio que le propuso su rival en el cuerpo a cuerpo, el vueltabajero no exhibió esta vez la jerarquía con que normalmente maneja las tres distancias a su antojo, aunque igual le sobró clase y talento para superarlo (49-46, 49-46 y 48-47).
Así que le tocaba resolver el entuerto de forzar el desempate a Julio César la Cruz (81), y el bicampeón mundial no falló en hacer su trabajo, desplegando todo su arsenal para maniatar sin reparos al refuerzo bielorruso Mikhail Dauhaliavets (por un triple 50-45).
Lo que dejó el escenario listo en el Centro Olímpico Serhedchi para un colofón trepidante. En la primera fila del público, el presidente de la AIBA, el taipeyano Wu Ching-Kuo,sonreía, al lado de un nervioso Alberto Puig de la Barca, quien posiblemente aguardaba padecer tanto estrés a esas alturas.
Tuvo que subir pues, al encerado Arisnoidis Despaigne (69), el hombre que muchos esperábamos que no subiera, intrépido y fajador —si acusaba algo de presión por el desafío no se notó en ningún momento— y resolvió con determinación, todo empuje, para maniatar en toda regla a Yauheni Ramashkevich a ojos de los jueces (49-46, 49-46 y 49-46) y el mundo. Con su victoria los Domadores no solo coronaron al fin un espléndido debut en la competencia, sino que el boxeo cubano inscribir otra página gloriosa en su historia.

















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Santiago dijo:
21
8 de junio de 2014
12:07:26
Oduardo dijo:
22
8 de junio de 2014
13:31:03
Juan F. Garcia dijo:
23
8 de junio de 2014
13:59:58
carlos urquiza rodriguez dijo:
24
8 de junio de 2014
14:19:25
melody dijo:
25
8 de junio de 2014
14:45:00
EspectadorCrítico dijo:
26
8 de junio de 2014
19:08:36
Alfredo dijo:
27
9 de junio de 2014
07:35:07
LIDIA ESTHER dijo:
28
9 de junio de 2014
09:49:07
veguero dijo:
29
9 de junio de 2014
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sergio dijo:
30
9 de junio de 2014
20:05:17
Gilbert luis crespo zurita dijo:
31
10 de junio de 2014
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Pably dijo:
32
12 de junio de 2014
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