ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El “profe”, incansable trabajador a favor del deporte. Foto: Ricardo López Hevia

Ameno conversador, dado al debate más allá del ámbito deportivo, estudioso, exigente, forjador de voluntades, amante de sus discípulas a quienes se entregó por entero para elevarlas a la gloria del olimpismo. Familiar, amistoso, sereno, de ademanes breves y voz queda, así era Eugenio George Laffita.

Corría el año de 1975 cuando dirigió a las jovencitas que compitieron en el Campeonato de Norte, Centroamérica y el Caribe (NORCECA), en Los Ángeles, Estados Unidos. Aquella resultó la primera incursión del voleibol por tierras norteamericanas después del triunfo de la Revolución, un evento nada sosegado para los nuestros, pues los tabloncillos estaban muy cerca de la mano del público, y el ambiente era convulso.

Allí, su equipo junto al de varones mostraron su estirpe de campeonas, fama engrandecida luego por las mujeres con el oro ganado en tres Campeonatos Mundiales, igual cantidad de Juegos Olímpicos y múltiples competencias más.

Su fama y reconocimiento universales los asumió con la bandera cubana en alto. Sin reparar en lauros ni distinciones, compartió sus conocimientos con cuantos entrenadores se le acercaban, alejado de poses petulantes o prepotentes.

LA RESPUESTA NO PUBLICADA

Por el apretado espacio de una página de periódico, esta respuesta de Eugenio no salió publicada en una de las últimas entrevistas que concedió a la prensa, cuando cumplió el pasado 29 de marzo sus 81 años, ya aquejado de la mortal enfermedad. Entonces dijo a Granma: “Nunca tuve diferencias con algún director técnico, me venían a preguntar cómo preparaba los planes de entrenamiento y les transmitía todas mis experiencias, no me preocupa compartir los conocimientos, pues el terreno dice quién lo hará mejor. Los norteamericanos, los europeos, los asiáticos, y hasta los australianos se me han acercado para intercambiar criterios. He estado abierto a cualquier sugerencia”.

Este redactor no olvida los extraordinarios momentos vividos en 1987, durante una de las visitas del equipo cubano femenino a China. “Verás cómo nos reciben allí, y qué cariño sienten por nuestro equipo”, me confió antes de partir. Nunca he visto a tanto público reunido en hileras a ambos lados de la entrada a los gimnasios, incluso, muchos pagaron por presenciar los entrenamientos de la selección antillana, porque no consiguieron boletos para el juego oficial. Fue un espectáculo único, que el “profe” agradeció al pueblo chino en sus encuentros con la prensa efectuadas en varias ciudades de ese hermano país.

MÁS ALLÁ DEL TERRENO

Unos de sus momentos para confraternizar en estos periplos del elenco por tierras foráneas, los aprovechaba el maestro y conversaba con el colectivo fuera del terreno: eran la hora del almuerzo y la comida. Un animado diálogo se establecía entre entrenadores y jugadoras, que iba desde una breve lección de cómo comportarse en la mesa, hasta la profundidad de remarcarles que, por encima de los resultados competitivos, estaba la imagen irradiada por ellas dentro y fuera de la cancha como ejemplo de la juventud cubana.

Ni en los días en que la enfermedad lo acosaba dejó de asistir a la Escuela Nacional de Voleibol. Era su tiempo de realización, estar en la cancha observando la preparación de las nuevas generaciones, confiando sus enseñanzas a los directores técnicos de hoy. Cada mañana aquella visita al centro era como una luz de aliento que inundaba su cuerpo, porque más que un hombre del deporte, Eugenio George fue un hombre dedicado por entero al deporte.

Muchos años compartió las buenas o amargas experiencias junto a su compañera Graciela González (Chela), también fallecida, quien fungió como responsable de la comisión técnica nacional. Vivió intensamente en compañía de los entrenadores Antonio (Ñico) Perdomo y Luis Felipe Calderón, ambos desaparecidos, con quienes mantuvo nexos por décadas.

Madrugadas enteras las dedicó al análisis de las rivales en diferentes competencias en el extranjero. Yugulados por el estrés, ahuyentando al sueño en la habitación de un hotel, sin importarles cambios de horarios ni el tiempo para alimentarse, así vivió esa estirpe de mentores, de la cual Eugenio representó el faro a seguir. En la tarde o noche siguiente, saboreaba en lo más íntimo, sin apenas mostrarlo en público, la satisfacción de ver ese esfuerzo recompensado con el éxito en el terreno.

UNA FRAGUA DE AMOR

Hay personas a las que la vida les niega la posibilidad de tener hijos. Sin embargo, el “profe” hizo de sus familiares y de sus voleibolistas una gigantesca e indestructible fragua de amor. Más de una vez las cobijó cuando alguna decepción amenazaba con arruinar sus carreras. Su lealtad a la Patria y humildad, lo colocaron en el más alto sitial del deporte cuando fue reconocido como el Mejor Entrenador de equipos femeninos del siglo XX, amén de otras condecoraciones como la de Héroe Nacional del Trabajo de la República de Cuba.

No son estas líneas para hacer una suma cronológica de cuántas preseas o méritos reunió Eugenio desde la partida de su natal Baracoa para convertirse en un símbolo de Cuba, respetado en las más lejanas latitudes por su aporte no solo al deporte nuestro, sino también al mundial.

El mexicano Rubén Acosta y el chino Wei Jizhong, quienes fueron presidentes de la Federación Internacional de Voleibol, en más de una ocasión reclamaron los consejos del “profe” antes de introducir algunas de las modernizaciones a este deporte. Jizhong, de carácter jovial y amistoso, dijo en una oportunidad que había viajado cientos de kilómetros antes de comenzar uno de los Mundiales, solo para estrechar la mano de su amigo.

Después de acontecimientos tan loables, el semblante del maestro retomaba su ritmo para continuar adelante. “La procesión va por dentro”, le respondió a un colega que vio en él a una persona inmutable cuando se sentaba en el banco para dirigir, labor compartida con Ñico Perdomo durante años.

Ante tanta historia y lealtad a su Patria, muy clara estuvo Mireya Luis ayer cuando al pronunciar sus palabras de despedida del duelo en el cementerio, afirmó: “despedimos a un héroe del deporte”.

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alfonso nacianceno dijo:

21

2 de junio de 2014

11:31:16


María: Es correcto lo que Usted plantea de que a esas personalidades del deporte se les debe mantener una atención constante, pues son glorias de este deporte. Esperemos que con la nueva política acerca de los atletas, entrenadores y personal del deporte, ese aspecto mejore. Muchas gracias por su correo

alfonso nacianceno dijo:

22

2 de junio de 2014

11:34:56


Rodobaldo Rodríguez Al igual que piensa Sergio, nosotros también consideramos que el funeral de Eugenio George debió desarrollarse de manera diferente, acorde con las glorias que alcanzó para su Patria. Como dije, pienso que su cadáver debio ser expuesto quizá en el lobby de la Ciudad Deportiva para que el pueblo le rindiera homenaje, o tal vez en otro lugar adecuado, pero lamentablemente, como Usted comprobó, hubo pocas personas en el cementerio, algo que desagradó a muchos. Muchas gracias por su correo.

Joel Gómez dijo:

23

2 de junio de 2014

11:34:56


Me encuentro en mision de colaboracion fuera de nustro pais.... Si lo que plantea Sergio en este blook es verdadero, y las imagenes publicadas reales, creo que se debe hacer una profunda revisión de la direccion del INDER, al no rendirle el tributo que un hombre de la talla de Eugenio, Heroe del Trabajo de la Republica de Cuba, imagen e insignea del deporte revolucionario cubano, meritos que dudo que como él, alguien de esa dirección posea, no fuera realizado

alfonso nacianceno dijo:

24

2 de junio de 2014

11:36:02


Df Lorian. Estoy de acuerdo con Usted, Eugenio George debió llevar un funeral acorde con su condición de Héroe del Deporte. Muchas gracias por su correo

Elio Torres Rosa dijo:

25

2 de junio de 2014

11:37:48


Todos sentimos el mas profundo dolor ante tal irreparable pérdida, su legado y obra perdurarán por siempre. hasta siempre Eugenio

alfonso nacianceno dijo:

26

2 de junio de 2014

11:41:35


Andrés: Lamento discrepar de su criterio de que Granma dijo de Eugenio cosas no merecidas, si es que se está refiriendo a la sanción que lo separó del equipo en 1996, después de los Juegos Olímpicos de Atlanta. Pues le diré que este mismo humilde redactor, en una reunión con la Dirección del INDER un par de años después, planteó la necesidad de recuperar a Eugenio para el equipo nacional. Usted debe conocer que Eugenio retornó y, junto al ya fallecido Luis Felipe Calderón, condujeron al equipo a su tercera medalla de oro olímpica, en Sidney 2000. También le invito a que busque la entrevista que yo mismo le realicé el pasado 28 de marzo, un día antes de cumplir sus 81 años. De cualquier manera, queda de Usted, respetuosamente, Alfonso Nacianceno García

alfonso nacianceno dijo:

27

2 de junio de 2014

11:42:47


Armando garcía: Muchas gracias por sus palabras de reconocimiento hacia Eugenio en su atento correo.

alfonso nacianceno dijo:

28

2 de junio de 2014

11:43:44


Dianelis Se le agradece de manera infinita sus palabras de elogio para el profesor Eugenio George. Muchas gracias por su correo.

alfonso nacianceno dijo:

29

2 de junio de 2014

12:37:30


Joel Gómez Como se encuentra de misión fuera de Cuba, nos agrada sobremanera que se mantenga informado por medio de Granma. Por supuesto que la poca asistencia de personas al sepelio y el no haber expuesto el cadáver durante un tiempo mayor en un lugar adecuado, como podría ser el lobby de la Ciudad Deportiva, hubiera facilitado que muchas personas acudieran a rendirle tributo. Sobre las valoraciones que Usted hace en torno a la actual dirección del INDER, comprenderá que ese análisis sobre renovarla escapa de nuestras manos. Muchas gracias por su atento correo.

alfonso nacianceno dijo:

30

2 de junio de 2014

12:38:14


Elio Torres. Muchas gracias por su mensaje tan respetuoso sobre Eugenio George.

Rodobaldo Rodríguez dijo:

31

2 de junio de 2014

13:13:14


Muchas gracias Nacianceno por haberse tomado el trabajo de responder a mis planteamientos. Pero realmente como único yo pudiera comprender este irrespeto a la persona que conquistó el premio y reconocimiento de "Mejor entrenador del mundo de volleibol del siglo XX" es porque tal vez haya sido su última voluntad: ser seputado en el anonimato. De lo contrario es una actitud o conducta abominable de la Dirección del Movimiento Deportivo Cubano, leáse INDER. Ayer comprendí el llanto ahogado de Mreya Luis: lloraba de dolor y a la vez de impotencia. Por mis mejillas rodaron dos lágrimas igualmente reprimidas, pero eran lágrimas de rabia por tanta falta a la ética, la moral y al respeto. Un indio azeca dijo la frase más sabia y filosófica de todos los tiempos: "El respeto al derecho ajeno es la paz". El día en que logremos comprender su verdadero alcance, cesarán las mediocridades como la que vimos ayer en las pantallas de la TV para tornar de color gris el fin de semana.

Rey dijo:

32

2 de junio de 2014

13:26:06


Es dificil describir con palabras lo que se siente cuando nos deja alguien como Eugenio,pero ya es imposible que con todo el universo que supo crear en torno a las mujeres y hombres que supo moldear y acompañar en el deporte y en la vida, no podamos sentir su presencia en todas las nuevas generaciones,en cada terreno con la malla alta, en cada balòn.

William Arguelles dijo:

33

2 de junio de 2014

13:55:54


Cuanto siente el fallecimiento de un gran entrenador de voleibol. Mi papá lo ha sentido mas, pues el integró de conjunto con Eugenio el equipo de la Escuela Superior de Baracoa y el La habana el Fiat Lux.

alfonso nacianceno dijo:

34

2 de junio de 2014

18:50:37


William Argüelles Por supuesto, si tu papá jugó con Eugenio en el Fiat Lux, esos fueron precisamente los momentos en que Eugenio se daba a conocer como jugador, en una época en que era muy conocido también Tito del Cueto. Realmente a tu papá debe haberle causado una gran tristeza saber del fallecimiento del maestro. Gracias por tu correo

Yetsel dijo:

35

5 de junio de 2014

00:57:56


Mi mas sentido pesame por la muerte de ese gran ser humano en todo el sentido de la palabra. No lo conoci personalmente, pero basta decir como en pleno periodo especial se sentaba a comer junto con los estudiantes del Fajardo con la sencilles mas grande que pueda caracterizar a una persona. Pero desgraciadamente el Voleibol en Cuba ha sido plato de segunda mesa y como tal sus entrenadores. Si hubiera sido cualquier director de un equipo de beisbol, se le hubiera brindado mejor atencion y despedida de sus honras funebres. Porque seguir uniendo politica,cultura y deporte en un mismo cartucho? Es increible y a la vez inperdonable las fotos publicadas en el cementerio Colon. Una persona que tanto dinero, glorias y alegrias dio a nuestro pais. Creo que de cierta forma la direccion del INDER, PCC, CTC etc etc etc...con su accionar, le quitaron merito no a Eugenio George, sino a un hombre que fue el mejor entrenador de voleibol del siglo y que para suerte de los cubanos llevaba en su frente muy humildemente las letras C U B A. Gracias. Ojala los que vivimos dentro o fuera no tengamos que volver a ver algo tan indignante. Propongo que se cree una comision para la atencion a los muertos, que aunque es una idea descabellada, creo que bien le pudiera pegar a la actual direccion del INDER.