ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La mayor apuesta de la telenovela es la espiritualidad como premisa para la realización de los individuos. Foto: Tomada de la página de Facebook, de los fans de la novela

Por algún tiempo se hablará de El rostro de los días. La telenovela gozó de amplia audiencia y concentrada atención en virtud de los temas abordados y su transmisión en un plazo en el que la mayoría de las familias permanecieron en casa debido a la pandemia del nuevo coronavirus, a lo que se debe añadir la ventaja de tener como alternativa una de las más deslucidas y deshilachadas telenovelas  brasileñas de los últimos tiempos.

La paternidad responsable, la maternidad prematura o en el borde del fin de la edad reproductiva, las frustraciones y posibles soluciones a la incapacidad de concebir, la incidencia de tales problemas en el desarrollo colectivo e individual y la atención de nuestro sistema de salud en la prevención y encauzamiento de dichos fenómenos, llegaron a la pantalla doméstica por esta vía, aunque hay que reconocer, con justeza, que el espacio Una calle, mil caminos los ha ventilado.

Lo bueno y lo malo de la telenovela es, por una parte, que los pone ante los ojos y en boca de todos, mientras por otra, se sobrevalora la capacidad de una penetración a fondo y no epidérmica ni episódica. A pesar de que la directora general Nohemí Cartaya y el escritor Angel Luis Martínez hayan insistido en que una producción dramática nada tiene que ver con la indagación documental, inevitablemente se situaron a medio camino entre la prospección sociológica, la orientación pedagógica,  y la exacerbación melodramática, propia del género, combinación que puede ser atractiva para unos e insuficiente para otros.

Parece ser, además, que estamos ante una nueva y, por momentos fastidiosa, concepción del melodrama, a partir de la omnipresencia de una banda sonora que en pequeñas dosis hubiera sido admisible, pero abusiva cuando se despliega en todo momento y a toda costa, con secuencias que parecen videoclips insertados sin funcionalidad real, y un tema de despedida en que los versos de Martí –excelente la musicalización y la interpretación, eso sí– no vienen a cuento con el drama.

En defensa del planteamiento argumental predominante, cabría apuntar el lugar que ocupa la familia cubana, con sus variados matices, tipos de parejas, colores, conflictos, contradicciones, logros y carencias, pero en su perspectiva como célula básica de la sociedad y de los valores a los que aspiramos. Porque la mayor apuesta de la telenovela es la espiritualidad como premisa para la realización de los individuos.

En el orden de las actuaciones, la conjunción de actores y actrices experimentados con noveles dio la medida de fortalezas y emergencias. Foto: Tomada de la página de Facebook, de los fans de la novela

Otra cosa muy diferente es la manera de hacer valer objetivo y premisa. La disfuncionalidad dramatúrgica más evidente fue el desplazamiento del foco de atención, en un momento dado, hacia el triángulo familiar conformado por la adolescente Lía (Liliana Sosa), el padrastro René (Roberto Espinosa) y la madre (Lezvi Samper), que tuvo su clímax en la violación de la primera. Como la solución se dilataba, hubo televidentes que querían lapidar al violador, o convertir la telenovela en Tras la huella. Recuerdo que el silencio y la vergüenza son factores que impiden, en buena medida, que el estupro, los abusos lascivos, y la violencia contra niñas y mujeres, no sean denunciados ni juzgados a tiempo. En Cuba no se deberían dirimir tales asuntos con una cuchillada, pero admitamos que directora y guionistas se apegaron a la idiosincrasia atrabiliaria de algunos compatriotas.

Le debo a la colega Paquita Armas un análisis muy respetable que compartió la ensayista y doctora Denia García Ronda que revela las inconsistencias de ese giro en la trama: «Toda obra de ficción, incluso las más fantásticas, debe tener una lógica interna y una determinada relación con la zona de la realidad que le sirve de fuente. No creo que esto se cumpla en la telenovela cubana El rostro de los días. Entre los varios de- sajustes que en ese sentido veo (problemas con la línea del tiempo, por ejemplo) está la manera en que han abordado la violación de una niña y las reacciones de los implicados en ella. No hay que ser ginecólogo para saber que en el cuerpo de la persona abusada (y más si es virgen) y en el entorno del hecho quedan indicadores de la agresión. En este caso, lo próximo que ve el televidente después de la violación de Lía es que ella sale apresurada de la casa antes de que su madre despierte; va asustada, pero sin gestos de dolor físico ni molestias al caminar. Por otra parte, ¿qué pasó con las sábanas ensangrentadas y en desorden? ¿La madre no se percató de eso cuando, muy temprano, entró en el cuarto de la hija?».

El caso fue que a partir de la violación, los restantes conflictos menguaron en intensidad e interés. Por predictibilidad –la ruptura de Mariana con David, el empate de Mariana con Fabián, la familia que le aparece a Mariana por arte de birlibirloque– o acomodar personajes, como el viaje apacible a la casita de la playa de Matanzas.

En el orden de las actuaciones, la conjunción de actores y actrices experimentados con noveles dio la medida de fortalezas y emergencias, desde la altura de Luisa María Jiménez y Yasmín Blanco, el regreso airoso de Obelia Blanco, el oficio de Roque Moreno, Ulik Aniello y Rubén Breña, el despliegue histriónico de Daysi Granados, el descubrimiento para la pantalla del veterano Miguelito Carassou (bien lo recordamos de los días del Grupo Teatro Escambray), la capacidad de Edwin Fernández para incorporar uno de los personajes mejor construidos de la telenovela y de Roberto Espinosa dentro de la piel del violador, hasta la plena madurez de Yia Caamaño, el crecimiento de Roxana Broche, y la confirmación de Denys Ramos. 

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Angela dijo:

61

21 de septiembre de 2020

18:11:28


Realmente, me encantó esta novela, hasta volví a ver el capítulo final el sábado a las 11:00 am. Toda obra humana tiene admiradores y detractores, pero a mi juicio esta novela debería tener por parte de las y los críticos más elogios que críticas. Felicidades a los actores, realizadores, guionistas y a todo el personal técnico. Ojalá la próxima novela cubana que nos toque ver sea tan bonita, aleccionadora y refrescante como El rostro de los días. Es algo que necesita este pueblo en tiempos actuales, en los momentos de la novela se nos olvidan las calamidades diarias y eso reconforta y alivia. Las demasiadas críticas de esta crítica sobran... es mi opinión.

Lunera dijo:

62

23 de septiembre de 2020

08:26:00


Novela interesante, atractiva, colmada de mensajes positivos, donde no hubo espacio paraa la vulgaridad, con una excelente banda sonora, haciendo de cada escena un momento de paz, independientemente de la trama que tratara. No me gusran ñas novelas, vengan del país que vengan, esta sin embargo me sedujo tanto, que he sentido la necesidad de expresar mi modesto criterio siempre a e favor, sobrw su puesta, argumento y desenlace. Gracias por regalarnos esta novela tan merecida para los cubanos, porque los cubanos también tenemos buen gusto.

Ma. Caridad dijo:

63

24 de septiembre de 2020

13:33:16


La verdad es que no entiendo por qué esta novela ha recibido un ataque con semejantes adjetivos. En mi casa y en casi todas las personas que conozco produjo un impacto muyyyyy agradable sin detenerme en tantos regodeos ni profundidades. La música fue un protagonista más que nos endulzó el oído durante toda la puesta en escena, los temas abordados nos mantuvieron en alerta y provocaron análisis, las actuaciones en su mayoría adecuadas y en otras excepcionales. Realmente la crítica desmedida como si se tratara de otra cosa y no de una novela más que bien nos hace daño, ya he compartido con personas a las que estos ataques ha mortificado. No coincido en casi nada con este artículo y muchísimo menos con la pretensión de graficar un abuso sexual como piensa el crítico, créame NO necesariamente usted tiene la razón. Agradezco al elenco por una entrega que obligó a casi todos los cubanos a posponer los planes de lunes, miércoles y viernes porque no podían perder un solo capítulo de la novela cubana.

Liudmila dijo:

64

24 de septiembre de 2020

14:17:13


Han pasado por la TVC tantas novelas cubanas de tan mala calidad que para mi y otras muchas personas " El Rostro de los dias" ha sido una MARAVILLA!!! Me encanto, esos maravillosos actores consagrados y reconocidos de nuestro pais junto a nuevos rostros que nos dejaron un gran vacio en estos momentos los lunes, miercoles y viernes, con una banda sonora espectacular, bella donde considero que el tema de despedida fue el indicado pues precisamente el tema principal de la novela es de la mujer-madre ya sea una madre madura, madre joven, una mujer que desea con ansias ser madre y no puede... Han querido destruir "literalmente" esta telenovela y coincido con la rectificacion que hizo una lectora sobre el apellido de la super estrella que es YASMIN GOMEZ, ese es su apellido no Blanco. Deben entender primeramente todas esas personas que tanto critican la novela que la direccion de la misma la hizo a su mas genuina creacion y no a la de otros, eso si para llevar un producto digno, creativo,de buen gusto y calidad a todo un pueblo y eso lo lograron y con creces. Felicidades a todo el equipo del Rostro .... actores, tecnicos, directores todos.. que se esforzaron en tiempos muchos mas dificiles y con un producto final espectacular.

Cubana de a pie dijo:

65

24 de septiembre de 2020

15:08:08


No entiendo porque las personas confunden la crítica real, cierta y verdadera, con el mero hecho de destripar una novela. El Rostro de los Días cumplio ampliamente su objetivo, tuvo a cientos de personas al pendiente, incluyendome a mi, pero una cosa no tiene que ver con la otra los fallos, las deficiencias y vulnerabilidades si, son muchas y están ahi, no podemos tapar el sol con un dedo.