ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Aunque el bloqueo afecta la calidad de vida de estos pequeños, la Revolución no escatima esfuerzos para su formación. Foto: Alejandro Azcuy

Guantánamo.–La máxima fidelista de que la Revolución no olvida a sus hijos emerge con toda nitidez en el oriente de Cuba. Por aquí no se pasa para llegar a otros destinos: hasta aquí hay que llegar, con voluntad explícita, como ha hecho la dirección del país.

Bajo esa premisa de humanismo, el Presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acompañado del miembro del Buró Político y primer ministro de la República de Cuba, Manuel Marrero Cruz, llegó a la escuela de educación especial 14 de Junio, nacida para educar a niños sordos, ciegos, con baja visión, estrábicos y ambliopes.

En la escuela, con una matrícula de 172 niñas y niños de todos los municipios, Díaz-Canel conoció que de 38 alumnos que necesitan prótesis auditivas individuales, 27 están pendientes de tenerlas. Ese es el impacto tangible y doloroso de un bloqueo cuya existencia algunos pretenden negar.

Como la más hermosa muestra de ternura: un niño, pequeño y delgado, tomó al Presidente por la mano y lo condujo al Salón de Rehabilitación Auditiva. Díaz-Canel se dejó llevar. El nombre del niño es Brayan Navarro Peña, y había invitado al mandatario a su escuela en la Sexta Asamblea General de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba, celebrada en La Habana en marzo de 2025.

Con esa vivencia en la memoria, la dirección del país siguió camino hasta llegar al poblado de Costa Rica, en el municipio de El Salvador. Allí el destino fue el policlínico Manuel Regojo Vera, que el mandatario recorrió recinto a recinto. El Presidente del Consejo de Defensa Nacional indagó allí por la situación epidemiológica. Quiso saber cómo están funcionando las Oficinas de Trámites, y preguntó si los servicios fundamentales tienen vitalidad, y si la agricultura ha comenzado los caminos de la recuperación.

No lejos del Policlínico, los pobladores del municipio esperaban por un encuentro cercano. A ellos, dijo el dignatario: «Estamos muy honrados de estar en una tierra como Costa Rica, heroica. Sabemos toda la historia de este territorio, toda la valentía y todo el espíritu revolucionario de este pueblo; y también apreciamos ese coraje que tienen ustedes: pasó el ciclón, sufrieron el ciclón, pasaron el susto del ciclón, y hoy se están recuperando».

«Todos tenemos que trabajar juntos, y entre todos vamos a superar esta situación», dijo. Felicitó la disciplina de los pobladores, y recordó «lo más importante: estamos vivos».

EN EL CENTRO DE TODO, LAS PREOCUPACIONES DE LA GENTE

«Ustedes han hecho una labor meritoria», valoró el Jefe de Estado en reunión conclusiva con las autoridades de la provincia de Guantánamo. Afirmó que se ha logrado avanzar en la recuperación de los servicios, aunque todavía queda mucho por hacer.

En su valoración sobre los esfuerzos desplegados en la provincia, el Jefe de Estado no pasó por alto la feroz campaña enemiga de la cual han sido blanco las autoridades. Y dijo: «por encima de eso ha predominado que hay un buen ambiente en la población».

El presidente del Consejo de Defensa Provincial, Yoel Pérez García, habló a la dirección del país sobre las que han sido y son prioridades de trabajo: la atención a los más vulnerables, las labores de saneamiento, el abasto de agua, la agricultura, la vitalidad de los servicios básicos, la restauración de las viviendas…

También se abordó el acápite de los donativos. Sobre esto último, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, resaltó la importancia de la transparencia y del control popular para con los recursos, porque «cada familia es una historia diferente», porque cada familia tiene sus expectativas, y porque «las personas tienen que sentirse acompañadas».

Sobre otros aspectos importantes habló el Presidente cubano en el transcurso de la reunión: sobre los precios, por ejemplo, hizo hincapié en la necesidad de que «no sean abusivos», y mucho menos permitir que haya incremento de estos.

La situación epidemiológica y el combate contra las arbovirosis centraron parte importante de los análisis. Al respecto, Díaz-Canel compartió una idea que ya había enunciado en encuentro con expertos y científicos: «Vamos a atender este tema como mismo se hizo con la covid-19».

«LO QUE LES PIDO ES QUE TENGAMOS MUCHA UNIDAD»

El Cristo, Santiago de Cuba.–El huracán Melissa se ensañó con el poblado, pero los hijos de esta tierra, ubicada en la zona capital de Santiago de Cuba, comenzaron a levantarse rápido.

Fue una realidad que pudo constatar, en la tarde de ayer, el Presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien visitó, por tercera vez, la heroica provincia luego del paso del meteoro; y esta vez lo hizo acompañado del miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz; así como de varios ministros, viceministros, y de otras autoridades locales y del país.

En la Casa de la Cultura Fernando Boytel, en El Cristo, las autoridades del territorio dieron parte a la dirección del país sobre las principales afectaciones que provocó el huracán, y sobre la vorágine que ha ido poniendo todo en su lugar.

Se restablecieron las vías de acceso a la comunidad; han sido entregadas donaciones –unos 50 colchones, por ejemplo–; han recibido atención las personas más vulnerables; y se activó la Oficina de Trámites para damnificados.

Durante la reunión en la Casa de la Cultura, el Jefe de Estado se interesó por aspectos vitales para la vida cotidiana, y quiso saber si «¿se quedó alguien aislado?». Supo allí que las instalaciones educacionales y de Salud fueron restablecidas; y que se trabaja por recuperar las áreas de la agricultura.

Se habló también de la situación epidemiológica, sobre el abasto de agua y la recuperación de los inmuebles. Se supo que, en el lugar, las arbovirosis no se han ensañando con los niños, y que ningún adulto ha llegado a la gravedad.

Una vez a cielo abierto, el Jefe de Estado dijo a los pobladores: «Estuvimos por la mañana en Guantánamo. Estamos haciendo la tercera visita para ver cómo marcha la recuperación en las provincias más afectadas; y ustedes saben que Santiago fue una provincia muy afectada, y aquí El Cristo fue muy afectado».

Luego de presentar a quienes lo acompañaban, explicó que «con todo este grupo de compañeros se evalúa, de conjunto con la provincia y con el municipio, y constantemente, cómo va la recuperación».

El Jefe de Estado elogió la manera en que «la población respetó las indicaciones» y luego ayudó en el saneamiento. «Ahora nos queda lo más duro y lo que lleva más largo tiempo: que es recuperar las viviendas afectadas», recalcó; y añadió que «el país está haciendo esfuerzos por tener los recursos, ya están llegando recursos, ya se están recuperando viviendas, tenemos que recuperar infraestructuras».

En otro momento de sus palabras al pueblo, Díaz-Canel expresó: «Yo lo que les pido es que tengamos mucha unidad y, entre todos, apoyar a las brigadas que están trabajando aquí». El Presidente habló de «ayudarnos los unos a los otros en la recuperación de la vivienda».

El siguiente punto en el itinerario fue un área de casas de cultivos, ubicada en las inmediaciones de Santiago de Cuba, y perteneciente a la Empresa de Frutas Selectas. Allí, queda por delante colocar los finos techos que fueron desperdigados por las rachas. Y siguió en la agenda la visita al poblado de El Caney.

Allí habló con los pobladores sobre temas importantes de la vida cotidiana y acerca de otras preocupaciones urgentes, como el abasto de agua.

Muy cerca de la glorieta del pueblo, el dignatario sostuvo un intercambio con los santiagueros, a quienes expresó que, una vez salvadas todas las vidas, lo que corresponde ahora es un «huracán de recuperación»; aunque -dijo- todas las soluciones no podrán llegar de golpe.

Luego, en el corazón de la heroica Santiago, tuvo lugar un encuentro entre el Presidente del Consejo de Defensa Nacional y un grupo de jóvenes venezolanos que han llegado a la Isla para ayudar, y al frente del cual está Domiciano Graterol, viceministro de Obras Públicas de la hermana República Bolivariana.

«Quería presentarle a usted, muy respetuosamente, un abrazo de Nicolás Maduro», dijo el joven dirigente al mandatario, en el intercambio que también contó con la presencia de Manuel Marrero Cruz, y de ministros de distintas carteras en la Mayor de las Antillas.

Díaz-Canel comentó a los amigos que el presidente Nicolás Maduro, desde las horas del anuncio del huracán Melissa, había hecho explícita su preocupación por la suerte de la Isla, y también su voluntad de ayudar.

«Ahorita son santiagueros», dijo con cariño el Jefe de Estado a los jóvenes venezolanos. Ellos, los hermanos, no tienen fecha de regreso. Así lo dijo con naturalidad y orgullo Domiciano Graterol, como prueba de que la amistad verdadera nunca mide las entregas.

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