ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Javier Duarte Barallobre revisa minuciosamente cada parte del vehículo. Foto: Germán Veloz Placencia

Holguín.–­Es un transportador blindado de infantería, conocido por su capacidad para rebasar diversos obstáculos, incluidos los acuáticos, apto para navegar. El joven mecánico Javier Duarte Barallobre asegura que la máquina siempre debe estar en disposición combativa, y su compañero de oficio, Omar Font Prada, hace énfasis en la posibilidad de emplearlo en cualquier momento en misiones de rescate.

Ambos, trabajadores civiles de las FAR, tienen en cuenta lo vivido días atrás, luego del paso del huracán Melissa, cuando un grupo de medios técnicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y sus dotaciones salvaron de la muerte a numerosas personas atrapadas por inundaciones, que superaron los pronósticos profesionales y las referencias populares de eventos anteriores de ese tipo.

Desean que no ocurran precipitaciones abundantes en los próximos días, porque la tierra está saturada y cualquier aguacero fuerte puede conducir a nuevas crecidas de cañadas, arroyos y ríos, que inundarán las zonas ya golpeadas.

Lo dicen, al tiempo que laboran a brazo partido en el alistamiento del sistema de navegación, concentrados en los componentes de la transmisión, de los que depende el funcionamiento de la propela y de la bomba de achique. También tienen programada la verificación del rompeolas.

Las acciones transcurren bajo el riguroso control de la mayor Yania Bello Reina, ingeniera mecánica y directora de la UEB de Aseguramiento Técnico de la Región Militar de Holguín. Está vestida con overol y responde al más mínimo requerimiento de ayuda por parte de los subordinados. Basta con eso para saber que no es un «jefe de oficina».

Con la seguridad con que ejerce el mando, plantea que Melissa no los sorprendió. «Tan pronto se dio a conocer la Fase Informativa, organizamos brigadas con la misión de revisar en las unidades militares los medios para emplear en apoyo de la población. Hablo de cuatro vehículos anfibios; camiones pesados, de triple tracción, y una ambulancia waz», narra.

«En el caso de los anfibios, un primer paso fue ver todo lo relacionado con el sistema de navegación. A eso le siguieron la revisión de los componentes del embrague y de los frenos. Todo eso es necesario para reducir probabilidades de averías durante el cumplimiento de las misiones planteadas».

Le genera orgullo y satisfacción describir la forma organizada en la que, junto a sus subordinados, trasladó los equipos revisados hasta una región de concentración, a la que, poco a poco, fueron arribando los medios que constituyeron una brigada de rescate.

Según relata, allí había, entre otros vehículos, un camión cisterna con el combustible para las tareas que cumplirían durante varios días, un camión de bomberos, camiones de triple tracción para cargas sólidas, una grúa y hasta un puesto de mando móvil.

«Esta vez, de los medios que preparamos, los camiones de triple tracción fueron los más usados en rescatar personas. Por su fuerza y altura llegaron a varios sitios y evacuaron a mujeres, niños y ancianos. Solo uno fue sorprendido por una subida repentina del agua en el lugar en el que actuaban, por lo que se detuvo su motor.

«Fue sacado a remolque en el menor tiempo posible. La decisión de no poner en marcha el motor fue para evitar que este sufriera un golpe hidráulico, lo que habría llevado a daños mayores. Ya estamos haciendo los preparativos para devolverle su disposición combativa».

Hace la aclaración frente a uno de los anfibios que socorrió a los compatriotas acorralados por las inundaciones. Urge. Ordena quitar las tapas de las tamboras de freno y revisar los elementos internos. Todos tienen que ser limpiados y engrasados. A renglón seguido, el mecánico Reinier Muñoz y el electricista Richel Pupo, a quienes se les ha encargado trabajar en la máquina, deben comprobar el funcionamiento del sistema de navegación, sin pasar por alto la hermeticidad. 

No es la primera vez que la mayor Yania toma parte en misiones como la cumplida ante la aproximación y paso de Melissa. Ni tampoco es la primera ocasión en la que comprueba la valía de sus subordinados. Con los ya citados Javier, Omar, Reinier y Richel, así como con Denis Ramírez, formó parte del aseguramiento técnico a los medios de las far que el pasado año auxiliaron en Guantánamo a compatriotas en situación de peligro después del azote del huracán Oscar.

Entonces tuvieron que ver con la vitalidad de los carros puentes y de los pt. Estos últimos son los largos vehículos anfibios con orugas que mucho protagonismo tuvieron recientemente en el rescate y salvamento de personas en Cacocum, Holguín, y en varias zonas de la provincia de Granma.    

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.