«En nombre de mi pueblo nicaragüense, nuestro Comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo, transmito un saludo de hermano a Cuba, desde este sitio sagrado en el que descansan los restos de Antonio Maceo y su ayudante, Panchito Gómez Toro».
Tal reverencia mostró el general de Ejército Julio César Avilés Castillo, comandante en jefe de las Fuerzas Militares del Ejército de Nicaragua, en el Mausoleo El Cacahual, de La Habana, donde colocó una ofrenda floral.
Por quinta vez visita el país en el cual se formó en la Escuela Interarmas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Orden Antonio Maceo. Lo recibió el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, miembro del Buró Político y ministro de las FAR.
El alto jefe militar rememoró cuando «Cuba prendió el fuego de la dignidad al triunfo de la Revolución. Nosotros también lo conseguimos en 1979, y esas antorchas están encendidas porque iluminan la esperanza latinoamericana y caribeña que aspira a tener patria.
«En el marco de nuestras fortalecidas relaciones de hermandad, continuamos la batalla contra el mismo agresor que intenta doblegarnos. Levantemos nuestras banderas de dignidad, el imperialismo norteamericano insiste en atacarnos».
Evocó la solidaridad de la Mayor de las Antillas con su país durante la lucha y tras la victoria sandinista. También recordó a su compatriota, el primer teniente Carlos Ulloa, quien falleció como piloto de caza de la Fuerza Aérea de la Isla, en el enfrentamiento a los invasores por Playa Girón, en 1961.
Avilés Castillo fue reconocido, en 2023, con la réplica del machete de Antonio Maceo, y en 2024 con la del Yate Granma.
COMENTAR
Responder comentario