Guantánamo. —Las nubes de Imelda dejaron caer buena parte de su carga sobre esta porción del país en las últimas 72 horas. Las lluvias fueron profusas de sábado a lunes, y al momento de escribir esta información continuaban aún, a intervalo.
En localidades como la caimanerense Hatibonico, Imías y El Salvador, castigadas por aguaceros intensos el fin de semana, al igual que San Antonio del Sur, Guantánamo, Yateras y Manuel Tames, la lluvia se prolongó durante las horas siguientes, con marcas pluviométricas de entre 105 y 163 milímetros.
La red fluvial del territorio registró crecidas y desbordamientos, hubo localidades como Cuneira, Bernardo de Yateras, Hatibonico, y Paraguay a intervalos, que en algún momento del meteoro estuvieron aislados por tierra.
Imelda validó otra vez la prevención y la preparación de la Defensa Civil en el Alto Oriente. Acciones anticipadas al fenómeno meteorológico activaron centros de evacuación y hogares solidarios, y un total de 18 000 habitantes, en su mayoría de zonas bajas, a tiempo fueron puestas fuera del alcance de la inundaciones.
Los daños todavía no estaban totalmente contabilizados al cierre de esta edición, pero se conoce de viviendas con derrumbes parciales, y una de manera total.
Se sabe de averías que dejaron frágil y peligroso el puente que da acceso, desde el poblado de Imías, a la barriada de Jesús Lores. Y que en Dos Pasos de Yateras una alcantarilla envestida por la crecida incomunicó por tierra al Consejo Popular de Bernardo.
Hubo tendidos eléctricos dañados por la caída de árboles, en Paraguay, Maquisito y La Javilla, tres comunidades del municipio de Guantánamo, según Alvis López Ramírez, Primera Secretaria del Partido en la cabecera provincial.
López Ramírez dio cuenta de cuatro embarazadas a término y de un paciente hemodiálico, trasladados para su mejor protección en centros asistenciales de salud, antes de que la tormenta llegara.
Rápido han acudido, para restaurar, los trabajadores del sector eléctrico, ponderó Alvis. E igual de ágiles actúan los que les devuelven la comunicación terrestre a Bernardo de Yateras, en la estructura averiada, opinó Marisleidis Millán Acosta, primera secretaria del Partido en esa cafetalera localidad.
«Hay bastante café maduro en los campos», aseguró Marisleidis a Granma, sin precisar la cuantía de los «tumbes» ocasionados por las lluvias a ese renglón. Pero adelantó que a la mayor brevedad posible, tan pronto como las condiciones meteorológicas lo permitan, «vamos a la recuperación; nuestras fuerzas están listas».
A recuperar ya, donde sea posible, instó Yoel Pérez García, máximo dirigente político de esta provincia. Eliminar obstrucciones asociadas a deslizamientos de tierra, frenar los enyerbamientos, higienizar, evitar brotes epidémicos y proliferación de vectores, son, entre otras, tareas puestas en el visor de Guantánamo.
Diestros y solidarios los yateranos, rescataron, en Lajas de Manuel Tames, a un campesino golpeado por su propia imprudencia, cuando se expuso, bajo el mal tiempo, al trastazo de una rama desprendida de un árbol.
Fue necesario, en ágil y compleja maniobra, acceder a él desde Las Municiones de Yateras, evacuarlo por ese sitio, y seguir la ruta Virginia-Felicidad- Hospital Provincial Agostinho Neto. El hombre está fuera de peligro, pero el desenlace pudo haber sido otro.
En las últimas horas del lunes, pese a indicios de retirada, no habían cesado del todo la lluvia que por estos días ha sido amenaza, peligro, y también consumada esperanza de revivir los embalses guantanameros.
Deprimida estaba aún el domingo La Yaya, mayor presa del territorio. Y amaneció el lunes con señales de rehidratación incipiente, tras recibir cerca de 12 millones de metros cúbicos (m³) del líquido, en apenas 24 horas.
Ese volumen, añadido a los 11 millones (7% de su capacidad) con que contaba la presa el día antes de la llegada de Imelda, eleva a más de 24 millones de m³ de agua almacenada en La Yaya; lejos aún de su potencial (160 millones de m³), pero con tendencia a subir.
No se pasó de «tragos» La Yaya, pero bebió en abundancia, y al parecer seguirá engullendo; su fuente alimentadora nace en Santiago de Cuba, donde las precipitaciones de estas jornadas han sido más fuertes.
Un cuadro más favorable en ese sentido, muestran ahora la Faustino Pérez en Guantánamo, y Los Asientos, en San Antonio del Sur .
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