La transmisión ocurre a través del Aedes aegypti y también del Aedes albopictus, este último con capacidad de reproducirse en entornos más silvestres y sin necesidad de agua limpia, lo que amplía los riesgos, precisó el epidemiólogo.
La situación epidemiológica de Cuba se caracteriza actualmente por la circulación de enfermedades transmitidas por mosquitos y otros vectores, en particular las arbovirosis.
Entre ellas destaca el dengue, endémico en el país, y el virus Oropouche, introducido el pasado año y que ha mantenido transmisión en varios territorios. A este escenario se suma la confirmación en el mes de julio de la introducción del virus del Chikungunya en la provincia de Matanzas, lo que ha motivado la intensificación de las acciones de control vectorial.
El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, explicó que estos eventos se relacionan con la elevada infestación por Aedes aegypti —vector del dengue, el chikungunya y el oropouche—, así como por la presencia de jejenes y mosquitos Culex, transmisores también de esta última arbovirosis.
Las lluvias frecuentes, los problemas de saneamiento y las altas temperaturas favorecen la proliferación de estos insectos, incrementando el riesgo de transmisión, insistió.
Recordó además que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitieron una alerta epidemiológica por el aumento de estas enfermedades en la región de las Américas.
Durán García reiteró que Cuba mantiene la vigilancia clínico-epidemiológica y de laboratorio, con capacidad para diagnosticar de manera oportuna estas enfermedades, y subrayó que «no existe colapso en los servicios de Salud de ningún territorio del país».
MATANZAS CONFIRMA CASOS DE CHIKUNGUNYA Y EXTREMA MEDIDAS

En julio, la vigilancia epidemiológica permitió identificar casos febriles en Matanzas que, tras los estudios pertinentes, resultaron positivos a chikungunya, enfermedad que no se registraba en Cuba desde 2015. Los primeros diagnósticos se realizaron en el municipio de Perico, seguidos de reportes en Máximo Gómez.
«El chikungunya provoca un cuadro febril acompañado de intensos dolores articulares, que pueden persistir incluso después de la fase aguda», explicó el doctor Durán García. La transmisión ocurre a través del Aedes aegypti y también del Aedes albopictus, este último con capacidad de reproducirse en entornos más silvestres y sin necesidad de agua limpia, lo que amplía los riesgos, precisó el epidemiólogo.
Ante la confirmación de estos casos, en la provincia de Matanzas se desplegaron acciones intensivas de control vectorial, dirigidas por el gobierno del territorio y el Partido, con la participación de todos los sectores y la población. Entre las medidas aplicadas se incluyen:
- Tratamiento focal de depósitos de agua.
- Fumigación adulticida y perifocal con efecto residual.
- Saneamiento ambiental y eliminación de criaderos, en especial tras las lluvias.
Estas acciones se complementan con la atención médica a toda persona que presente fiebre o síntomas compatibles, para garantizar el diagnóstico y la vigilancia epidemiológica.
El Ministerio de Salud Pública reitera la importancia de la cooperación ciudadana para eliminar criaderos de mosquitos, mantener los depósitos de agua tapados y acudir de inmediato a los servicios de Salud ante cualquier cuadro febril.
«El médico es quien determina la necesidad de ingreso, por lo que insistimos en que las personas acudan ante los facultativos. En este momento existen personas hospitalizadas pero no tenemos casos graves ni críticos. La participación popular es decisiva para frenar la transmisión», enfatizó el doctor Durán García.
Cuba continúa fortaleciendo su respuesta frente a las arbovirosis, con la certeza de que la información veraz, la acción comunitaria y la vigilancia epidemiológica son las mejores herramientas para proteger la salud de la población, dijo.
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