Un momento histórico y un testimonio permanente de la voluntad, la unidad y el esfuerzo del pueblo hondureño en la construcción de una patria más justa, inclusiva y solidaria, fue el reconocimiento de la República de Honduras como país libre de analfabetismo.
Así fue reconocido este territorio, en un acto solemne en la ciudad de San Pedro Sula, en el que Naima Arianne Trujillo Barreto, ministra de Educación de Cuba, ratificó que la Isla caribeña seguirá promoviendo proyectos como Yo sí puedo, y se sumó a los esfuerzos de organismos internacionales que trabajan por la alfabetización.
El método Yo sí puedo ha sido esencial en el cumplimiento de esta meta para Honduras, un desafío que se propuso el Gobierno de la presidenta Xiomara Castro, con la colaboración de profesionales de Cuba.
«Todo hombre, al venir a la tierra, tiene derecho a que se le eduque y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás», destacó Trujillo Barreto, parafraseando al prócer de la independencia cubana, José Martí.
De Martí también aprendimos lo que significa para la verdadera libertad la cultura, agregó.
Valoró que cada vez que se abre un camino de este tipo, «estamos viendo a un ser humano más realizado, con mayores oportunidades para entender qué es lo que realmente vale en la vida».
De acuerdo con Prensa Latina, la declaratoria de territorio libre de analfabetismo fue alcanzada después de que los 18 departamentos (regiones) de este país centroamericano salieron del oscurantismo. Todos lograron reducir su índice de analfabetismo por debajo del 4 %, umbral establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para otorgar esa calificación.
Romina Kasman, representante de la Unesco, expuso que trabajar por el derecho a la educación transforma vidas, las protege, las salva, nos libera y nos empodera.
«Con este programa yo encontré que eso es realidad, a veces los discursos son etéreos, pero esto es realidad y me parece importante constatar que aquí, en Honduras, la educación se está transformando y está transformando vidas», resaltó Kasman.
Consideró que este resultado exitoso de Honduras representa para la Unesco un hito histórico a nivel mundial, porque todavía 739 000 000 de personas en el planeta no están alfabetizadas.
«Este esfuerzo debe ser mirado no solo en la región, sino también a escala global, como un ejemplo de hermandad y cooperación con la hermana República de Cuba, porque es justamente a partir de esa solidaridad que se transforman los destinos de los países», enfatizó.
De acuerdo con el acta, esto fue posible gracias al esfuerzo nacional sin precedentes del pueblo hondureño, junto a instituciones del Estado, organizaciones sociales, comunidades educativas y al voluntariado, que han logrado reducir, de manera significativa, el analfabetismo.

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