ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Con los carros cisterna se priorizan las comunidades más afectadas. Foto: Yaneydis Hechavarría Batista

Sin precipitaciones, con temperaturas elevadas, y apagones e infraestructura con no pocos problemas, el panorama de la distribución de agua en el municipio más poblado del país enciende alarmas.

Aunque se ejecuta una estrategia para mitigar sus efectos, la de ahora ya es calificada como la sequía más severa de la última década en esta zona del Oriente cubano.

Los embalses están muy deprimidos. «Por ejemplo, Charco Mono está al 8,8 % de llenado; Gilbert al 13 %; Parada al 16,8 %; Gota Blanca al 18,3 % y Chalons muestra un nivel de solo el 36,4 %. Esto presupone que la situación es crítica, independientemente de que, mediante el Trasvase Mogote, estamos conduciendo el agua desde la presa Carlos Manuel de Céspedes –en Contramaestre–, que está al 69,8 % de llenado», informó a Granma Katia Alarcón Méndez, directora de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Santiago de Cuba.

Los 32 sectores hidrométricos de la Ciudad Héroe tienen ciclos muy dilatados. «En Chicharrones no tenemos desde hace cuatro meses, y hay quienes tienen que comprar 20 litros de agua a 400 pesos, las pipas –camiones cisterna– cuestan lo que pidan», manifestó Liurkis Hechavarría Ferrer .

Claro que no se está de brazos cruzados. Las principales autoridades de la provincia lideran las acciones para enfrentar la sequía, y mitigar sus efectos; se realizan importantes inversiones y procesos de rehabilitación de redes y sistemas; con el acompañamiento de Inés María Chapman Waugh, vice primera ministra de la República, y Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (inrh).

UNA SITUACIÓN DILATADA Y EXTREMA

Desde el mes de mayo quienes residen en la circunscripción 159, en el reparto Santa Bárbara, «no sabemos lo que es recibir el agua mediante las redes; desde ese entonces no se canaliza desde Madre Vieja, y hemos tenido que solicitar el servicio de los camiones cisterna, priorizando a las familias más vulnerables», expresó Yunior Estrella Ladrón de Guevara, el delegado, que encabeza los procesos organizativos en la comunidad para la distribución.

En el norteño poblado de Boniato, «los salideros abundan y también el despilfarro, a mi entender es un problema que nos compete a todos, lógicamente, pero con responsabilidades individuales», denunció Luis Hechavarría Quintana, residente en la localidad.

Hacia el centro de la urbe el panorama ha sido extremadamente difícil.

Orlando Lahens Santana precisó que tuvo agua «casi 40 días después del último servicio, que apenas sirvió para llenar los depósitos, y en esta área no hay de dónde cargar. Sin corriente se puede vivir, pero sin agua la cosa es mucho más dura».

No obstante, los camiones cisterna «están en constante movimiento, comenzamos en horas tempranas de la mañana y no tenemos hora de retorno; la prioridad son los hospitales, los centros de servicios imprescindibles, y las comunidades y familias más necesitadas; tristemente no damos abasto para tanta demanda», aseguró Alberto Montero Vera, chofer con 34 años de trabajo ininterrumpido en el sector.

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAA) Aguas Santiago, «con la adquisición de baterías y neumáticos ha mejorado la disponibilidad de su parque de pipas hasta llegar a 17, de una treintena. Contamos, además, con la colaboración de otras pertenecientes a diversos sectores, y el apoyo de cinco equipos procedentes de la capital», puntualizó Ludmila Rodríguez Barroso, directora general de la entidad.

Otro dilema se fundamenta en que, de las 106 instalaciones de bombeo, «solo 19 cuentan con grupos electrógenos de emergencia, y el déficit de generación del Sistema Eléctrico Nacional imposibilita la continuidad del proceso de bombeo y rebombeo, aseveró Orlando Romero Veranes, director de ingeniería de Aguas Santiago. « En el sistema Parada se está creando un campo de pozos que contarán con paneles solares fotovoltaicos, como parte de nuestra inserción en el cambio de la matriz energética» , agregó.

Lo escabroso del asunto –que pasa por añejas irregularidades–, también está condicionado «por la lentitud en la respuesta a varias quejas, como la de un salidero inmenso que está en calle a, del reparto Mariana de la Torre, y que sigue creciendo en amplitud y profundidad», resaltó una vecina del lugar.

En el reparto de Ciudamar «fueron días, meses sin agua, y con los camiones cisterna, que primero atendían a las familias y personas vulnerables, se palió un poco la angustia; yo la recibí en varias ocasiones, y la Delegada de mi circunscripción estuvo al tanto», refirió Jesús Quezada López.

«Además de los salideros que brotan del asfalto, el serio problema está en la desproporción de los ciclos entre un área y otra del propio reparto Sueño; los cobradores de Aguas Santiago vienen una vez al año a dar el importe del consumo que, considero, es irreal, porque lo hacen a partir de un estimado que carece de objetividad», afirmó Manuel Castillo Blanco, vecino de calle 6.

En el centro urbano Sierra Maestra –donde están los emblemáticos 18 plantas de la Avenida Garzón–, «el servicio se ha garantizado, pero el llamado al ahorro es constante. En el edificio Batalla de Uvero, por ejemplo, la cisterna sufrió derrumbes desde hace cinco años, y es muy complicado acceder al agua cuando no está disponible en las redes», acotó Maira Mendoza Rojas, mientras operaba la turbina para que el agua llegara hasta el edificio Cinco Palmas.

El deprimido sistema Quintero –que abastece al 80 % de la población de la ciudad– está operando sobre el 50 % de su capacidad de entrega, «imponiendo mayor rigurosidad a la hora de distribuir», añadió Romero Veranes.

PARA QUE EL AGUA LLEGUE

El Gobierno del municipio cabecera tiene un grupo de trabajo permanente para atender la contingencia.

Los presidentes de los consejos populares, los delegados –que en sus demarcaciones están investidos de la más alta autoridad– y el resto de los factores protagonizan una estrategia que ya cuenta con resultados concretos, pero todavía insuficientes.

«Se trabaja en la supresión de salideros en las conductoras; el cambio de válvulas; el enfrentamiento al robo de metrocontadores, que ya suman unos 4 000; se prioriza el servicio a centros vitales; está en proceso de puesta en marcha la inversión en el rebombeo de Campo de Tiro, perteneciente al sistema San Juan; se adquirieron equipos nuevos para los pozos uno y dos de la Refinería, de la desalinizadora de Boca de Cabaña, con el objetivo de quitarle carga al Sistema Parada; y con un tercer equipo para lograr que el agua de Parada vaya a Quintero», precisó la Directora General de Aguas Santiago.

En relación con este sensible tema, la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh insistió en que hay que recuperar el esquema operacional concebido para el acueducto de la ciudad, «concediéndole valor de uso a lo construido, siempre en unidad y con una perspectiva multifactorial».

Más allá de las labores que hoy se ejecutan en las redes y sistemas hidráulicos, la génesis del asunto pasa por la innegable depresión de las fuentes de abasto; las irregularidades del sen, que aún no encuentra contraparte en el cambio de la matriz energética en las estaciones de bombeo de Aguas Santiago.

Corresponde también, de forma inaplazable, robustecer la comunicación institucional de la entidad, que tiene que aprovechar al máximo las redes sociales e internet, los medios de comunicación y, sobre todo, el vínculo con las comunidades y sus factores.

El ahorro y la consideración mutua «son fundamentales; los que tienen turbinas absorben el agua sin tener en cuenta a los que no tenemos», aludió Lídice Alemán Pérez.

Se han dado numerosos casos de vecinos que obstruyen las redes para garantizar que les llegue el líquido con fuerza, sin tener en cuenta la necesidad ajena.

Es necesario, ante la gravedad del problema, incrementar la vigilancia sobre los grandes consumidores, de la mano del control popular, liderado por los delegados y el resto de los factores de la comunidad.

Asimismo, se impone profundizar en las acciones de la Dirección de Inspección y otros órganos competentes, para evitar ilegalidades que lastran los grandes esfuerzos que se hacen hoy.

Todo se resume en trabajar «con sentido de urgencia y con la calidad requerida, en función de resolver los problemas y reducir el agobio que la falta de agua ocasiona a la sociedad y a la economía», ha indicado, reiteradamente, la Vice Primera Ministra.

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Justo dijo:

1

28 de agosto de 2025

19:26:13


Aparte de la falta de precipitaciones, yo veo cuando ponen las presas, que estas deben perder mucha agua por filtraciones, están sin cemento en el fondo, se ve la tierra y matas, eso debe provocar además de la pérdida por evaporación diaria, una pérdida por filtración de buena cantidad de agua diariamente....o no es así?...

Jose R.Oro dijo:

2

28 de agosto de 2025

21:55:19


Que tragedia viven obreros y campesinos santiagueros!

Tato dijo:

3

30 de agosto de 2025

16:08:10


Buen trabajo periodístico. Muy amplio