La lucha libre femenina tendrá, del 13 al 21 de septiembre, en Zagreb, su Campeonato del Mundo. En la capital croata, buscará reafirmar el prestigio ganado hace un año, en los Juegos Olímpicos de París, cuando obtuvieron dos medallas.
Tres atletas, Laura Herín (53 kg), Yaimelis Sanz (55 kg) y Milaimys Marín (76 kg), medallista de bronce olímpica, tienen la misión de subirse al colchón del orbe, bajo la dirección de Filiberto Delgado.
«Obtener medallas es difícil, pues apenas hemos participado en competencias. Aun así, el equipo está en buen estado y esperamos competir bien», comentó Delgado.
La gran ausente es la subcampeona de París, Yusneylis Guzmán. «Después de los Juegos Olímpicos tuvo un receso. Ahora se está incorporando a los entrenamientos, y nosotros decidimos no incluirla, porque no tiene la preparación adecuada», argumentó el preparador.
Delgado nos confirma que «en Europa y en Asia hay rivales muy fuertes, sin embargo, América es también una potencia, solo hay que recordar que en la lid bajo los cinco aros ocupó varios podios».
Dijo que «nuestras mejores posibilidades están con Milaimys Marín, de quien esperamos pueda lograr una medalla. Aunque joven, tiene experiencia en estas lides. En 2023, en el pasado Mundial, terminó quinta, y ahora estamos gestionando insertarla en una base de preparación, de un mes aproximadamente, en España».
Apuntó que «la clave en nuestro éxito ha sido la disciplina. Nos planteamos la necesidad de empezar el trabajo con la base, y lo logramos con medallas en categorías juveniles. Fuimos escalando en competencias regionales, hasta llegar al nivel mundial el pasado año».
Sin embargo, cree que los resultados podrían ser mejores si nuestras atletas pudieran competir más. Pero se muestra optimista, por lo hecho, y por el futuro; opina, además, que «la reaparición de la espa nacional es un gran acierto. Debe trabajar con la base, y pronto dará sus frutos».
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