Sancti Spíritus.- Las «imprecisiones y errores» del cálculo humano, que tanto trecho fijan a veces entre el estimados y los rendimientos agrícolas reales, además de los «ruidos» que a su antojo suele trazar el comportamiento del clima, pueden registrar una variación a favor de plantaciones y de producciones finales aquí y en Ciego de Ávila, mediante proyectos científicos que pretenden desarrollar una agricultura de precisión, con uso de avanzada tecnología.
De acuerdo con información publicada por el periódico Escambray, los espirituanos, por ejemplo, apuestan por las ventajas que podría reportar la instalación de un observatorio agroambiental, en cooperada integración de especialistas pertenecientes a la Universidad José Martí Pérez, de esta provincia y de la Agencia para la Adaptación al Cambio Climático, de las Naciones Unidas.
Con similar propósito, a unos 80 kilómetros en dirección Este, investigadores del Centro de Bioplantas, adscrito a la Universidad de Ciego de Ávila, laboran en otro proyecto, conjuntamente con las empresas Geocuba y Agroindustrial Ceballos.
En ambos casos se le concede gran relevancia al uso de drones y alternativas satelitales, así como a la utilización de imágenes e información mucho más precisas, que posibiliten un dominio más objetivo en torno al comportamiento de la floración, humedad del suelo, demandas de fertilización, acciones de fumigación, entre otras labores o procedimientos de atención cultural, que influyen y hasta determinan en los volúmenes de cosecha.
De acuerdo con declaraciones de Néstor Álvarez Cruz, subdelegado en la Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente en Sancti Spíritus, concretar esa idea a partir del presente año, y seguir consolidándola o ampliándola luego, puede traer aparejada, además, la humanización del trabajo en procesos agrícolas, empleo más organizado y eficiente de recursos, así como el ya mencionado incremento de rendimientos y de niveles productivos, que es una las grandes esperanzas entre la población cubana e imperativo para la economía nacional.
Explica el doctor avileño Oscar Vitalio Concepción Laffitte, director del Centro de Bioplantas, que el proyecto en marcha allí debe propiciar un paquete de servicios, de gran utilidad tanto para productores estatales como para quienes fomentan la agricultura en el sector cooperativo y campesino, con quienes fluyen también excelentes relaciones en el empeño por llevar cada vez más la ciencia al surco.
En fin, sin renunciar a la paciente y legendaria presencia del buey o al uso de tractores y equipos cuya productividad nadie discutiría, el dron pide oportuno espacio para, desde lo alto, observar, captar, alertar, contribuir.

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