La Empresa Agroindustrial de Granos Fernando Echenique, en Granma, revolucionó su proceso de secado de arroz al eliminar por completo el uso de combustibles fósiles, sustituyéndolos por un horno alimentado con cascarilla de arroz.
Esta solución, desarrollada por la Empresa de Talleres Agropecuarios 26 de Julio, la unidad empresarial de base (ueb) «Combinado Río Cauto» y otras entidades del territorio, surge como respuesta a la escasez de petróleo y al bloqueo económico impuesto al país.
Según Lázaro Barrios, jefe de turno del secadero de arroz de la UEB «Combinado Río Cauto», el nuevo sistema —construido con materiales reciclados como ventiladores y estructuras de gas licuado— no solo ahorra 21 litros de combustible por tonelada (equivalente a 24 dólares), sino que mantiene la calidad del grano.
«El arroz mantiene su calidad óptima, conservando el nivel adecuado de humedad en todo momento. Estas características esenciales del grano se preservan intactas durante todo el proceso», detalló Barrios.
Carlos García Betancourt, director de Ingeniería y Desarrollo en la Planta 26 de Julio, resaltó que este proyecto —culminado tras dos años de trabajo colaborativo— no solo mejora procesos, sino que también reduce el impacto ambiental al aprovechar biomasa que antes contaminaba el entorno.
El horno, ubicado en la comunidad de Cayamas, perteneciente al municipio de Río Cauto, logra la misma temperatura que dos quemadores tradicionales, optimizando recursos en un contexto donde la energía eléctrica y el diésel se encuentran en una situación compleja.
Edisnel González Valdés, director de la Empresa Agroindustrial de Granos Fernando Echenique, explicó que, basándose en los resultados obtenidos, se avanza en la construcción de otros dos hornos.
«El primero se instalará en el secadero de la UEB Combate del Cerro, ubicado en el municipio de Bartolomé Masó, cuya puesta en marcha está supeditada a la finalización de una nueva inversión, y el segundo, estará ubicado en el secadero Emilio Lastre, perteneciente a la UEB Antonio Maceo, en el municipio de Yara.
«Este equipo reemplazará un quemador de diésel actualmente en uso, lo que contribuirá a modernizar el proceso de secado» , subrayó González Valdés.



















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