Emanuel de la Rosa es joven, pero aspira a cosas grandes. Así nos dijo, al hacer una pausa en una de sus sesiones de entrenamiento.
El bisoño forzudo pule los últimos detalles de su preparación en el gimnasio Manuel Suárez Fernández, con el fin de tener una destacada actuación en los ya cercanos Juegos Panamericanos Junior, en Asunción. Bajo la atenta mirada de su entrenador, Gabriel Esquivel, no escatima fuerzas ni empeños, a fin de lograr uno de sus sueños: la medalla de oro en esa lid.
Es uno de los principales talentos del deporte cubano. Su nombre saltó al estrellato cuando, en marzo pasado, ganó tres preseas doradas en el Campeonato Panamericano Juvenil. En la división de 79 kg totalizó 310 en el total (140 arranque y 170 envión), superando en casi 30 kilogramos al peruano Franchesco Elizalde (281 kg), segundo lugar.
Esa fue apenas su primera competición en la arena internacional. Además de las preseas, logró mejorar en 13 kg su cota personal. No creo que haya un mejor comienzo para esta historia.
Sin embargo, al joven santiaguero nunca le gustó la halterofilia. «Estuve en muchos deportes. Empecé el levantamiento de pesas en sexto grado. Al inicio no me interesó mucho; pero mis amigos me embullaron, hasta que le agarré el gusto. El tiempo pasó, y amo lo que hago.
«Mis profesores siempre me dieron la oportunidad de competir. Gracias a ellos, cuando estudiaba en la secundaria, me promovieron a la eide», confesó.
–¿A qué crees que se ha debido tu rápida progresión?
–Al interés, al amor y a la dedicación a las cosas que hago. Es una filosofía que me han sembrado todos mis entrenadores, y Gabriel Esquivel ahora la profundiza.
–Eres uno de los mejores en el continente, dentro de tu categoría. ¿Sientes presión por ello?
–Me siento contento con todos mis resultados; aunque no conforme, pues deseo más. Sí, estoy algo presionado por la competencia, pues no sé lo que pueda pasar allí, y evito confiarme.
–¿Cómo manejas ese sentimiento?
–Trabajando, y superándome cada día en el entrenamiento. Así las cosas saldrán bien luego.
–¿Crees que puedas lograr esa medalla de oro en Asunción?
Sí. Confío en mi trabajo, y mi esfuerzo. Mi preparación ha marchado muy bien. He tenido la fortuna de no lesionarme.
«Debo mejorar en algunos elementos técnicos. En el Clasificatorio Panamericano cometí un error en el envión, pues al hacer la tijera no hice un buen gesto. Busco que no se repita en esta ocasión; para ello hago mucho este ejercicio, y otros de fuerza.
–¿Cómo te ves en el futuro?
–Sé que voy a crecer. En unos años me veo como medallista centroamericano, o panamericano de mayores. De clasificarme para los Juegos continentales de Lima, empezaré enseguida con la preparación para lograr ese sueño. Soy joven, pero aspiro a cosas grandes.
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