ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Pastor Batista Valdés

Ustedes me van a dispensar; pero, aunque ya este día (26) rueda en dirección pretérita o contraria a los que siguen, no puedo dejar que se me evapore entre las yemas de los dedos la posibilidad –hasta «antojo» si se quiere- de escribir un puñado de líneas acerca de algo que nadie previó en ninguno de los guiones asociados a momentos de este 26 de julio, centralmente celebrado en Ciego de Ávila.

Tal como expresé en Facebook, «debió ser él». Porque en verdad no creo haber visto durante estos días a un activista por la solidaridad más pequeño que este niño colombiano.

Por lo visto, el muy «pillo» me había pillado con el rabillo del ojo, mientras yo le tomaba alguna que otra foto, a medida que avanzaba el encuentro de solidaridad con Cuba, aquí en Ciego de Ávila.

Entonces -tal vez para «desquitársela» o por tierna simpatía- se me acercó corriendo, al final, para suplicar que le permitiera tomarme una foto (él a mí). Por supuesto que le entregué la pequeña cámara.

Pero como tampoco yo me quedaría «dado», le pasé mi celular al colega Luis Raúl Vázquez Muñoz, para poder apropiarme de uno de los instantes más singulares, en el orden personal.

Por la premura del tiempo, o por una de esas dulces zancadillas que te tiende la emoción, ni pude anotar su nombre.

Ojalá, de algún fantástico modo, ese Pequeño inmenso (que no cesó de gritar Vivas -a Cuba-y otras frases, durante la cita) pueda ver esto que inevitablemente estoy redactando ahora, más en forma de abrazo que de texto e instantánea y más en nombre de ese divino niño que es mío.

Foto: Pastor Batista Valdés
Foto: Pastor Batista Valdés
COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.