
Calixto García, Holguín.–El rostro de la doctora Yeiselyn González pierde el brillo cuando recuerda que la tasa de mortalidad infantil, por lo general en cero en este municipio, enfrentó, en un periodo de tres años, una realidad distinta, sobre todo en 2024, cuando registró 4,9 por cada mil nacidos vivos.
Pero el pesar de la Asesora del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en el territorio desaparece al aclarar que, entre enero y julio de este año, no han padecido pérdidas de niños ni de progenitoras; lo cual, asegura, se debe a un conjunto de objetivos diseñados y seguidos con la participación de especialistas provinciales y municipales de Salud Pública, y con el apoyo multisectorial local para concretar acciones, desde el nivel primario hasta el secundario de atención.
Al respecto, la doctora Dianet Prada Ávila, especialista en Ginecobstetricia, al frente de este servicio en el hospital local Nicodemus Regalado, refiere que la estrategia aplicada se ha dirigido a reevaluar la totalidad de las embarazadas con riesgos, con el fin de mantenerlas ingresadas, y así realizarles, de modo sistemático, estudios de laboratorio y ultrasonográficos, seguimientos de peso y de los signos vitales.
«Estos resultados son posibles por el trabajo de los colegas en la atención primaria, desde los consultorios médicos hasta el policlínico. Ellos son quienes evalúan la totalidad de las gestantes, para remitir hacia acá a las que presentan riesgos».
Conocedora de lo que ocurre en su entorno, cita las causas por las que un grupo de embarazadas han resultado hospitalizadas: aumento brusco de peso, síndrome de flujo vaginal, trastornos hipertensivos, desnutrición, bajo peso, obesidad e infección del tracto urinario, entre otras patologías de menos complicaciones.
Los casos más complejos, explica la Doctora, son remitidos hacia el Hogar Materno 8 de Marzo, o al hospital Vladímir Lenin, ambos en la ciudad de Holguín.
Siempre hay tensión, confirma Yeiselyn González, quien retoma la conversación para revelar que el embarazo en la adolescencia es uno de los problemas que el municipio padece y combate integralmente.
«Este es uno de los seis territorios de la provincia inmersos en el proyecto de estándares de la calidad. Para ello hemos adoptado varias medidas, entre las que destacan visitas de equipos conformados por sicólogos y otros especialistas a centros de educación, para influir en las y los adolescentes».
En su opinión, la voluntad impera en el personal a cargo de las cuatro áreas de Salud del municipio, que es mayormente rural. El personal médico y el de enfermería prácticamente no dejan sitios sin visitar, en procura de las embarazadas, las niñas, los niños y otros pacientes.
Y eso ocurre en momentos desfavorables en cuanto a la cobertura médica de los 67 consultorios del municipio, hoy al 86 %. «Por eso es necesario mover a especialistas y a directivos de la Salud Pública hacia donde se reportan fallos, porque no se pueden descuidar los cerca de 30 programas del sector, en especial el materno-infantil».
Resalta que este año, entre enero y el 1ro. de julio, nacieron 153 niños, 19 menos que en igual periodo de 2024. En los registros, que llevan minuciosamente, hay 200 gestantes.
Precisamente, Yuneisi Pupo Labrada, ingresada en el Nicodemus Regalado, es una de las futuras madres. Será su primer parto y espera una hembra, para quien ha escogido el nombre de Ema. Todo transcurría normalmente, hasta que la doctora del consultorio del asentamiento rural de Guayabo, en el que reside, le diagnosticó modificación del cuello del útero. Ni corta ni perezosa aceptó las indicaciones de ingreso, porque en ello estaba la vida propia y la de la criatura que tanto anhela.
Allí también está hospitalizada Mairelis Hernández Gómez, vecina del reparto Jardín, en Buenaventura, capital municipal. Cuenta que aumentó bruscamente de peso, y la doctora Danuris, quien la ha atendido sistemáticamente, indicó el ingreso.
Le han hecho estudios de la tensión arterial. Es primeriza y aceptó lo dispuesto, porque es para su bien y el de la niña que espera. La atención del personal médico y paramédico es muy buena, dice, tras aclarar, con cierta jocosidad, que se le «fue la mano» al comer parte de las golosinas que debió vender en el quiosco, del cual es propietario el esposo.
A la conversación se suma el joven director del centro médico, doctor Ernesto Abdiel Acosta Garriga. Aclara que, si bien en el territorio aplican las medidas para que los partos, como definen los manuales del sistema sanitario del país, ocurran en la Maternidad Provincial, este año han nacido cinco niños en el salón de la institución, tras lo cual fueron remitidos, junto a sus madres, al hospital Vladímir Lenin.
«Nuestro territorio es rural y aplica medidas para que no ocurra así, pero hay pacientes que llegan en estado expulsivo, y no da tiempo a remitirlas. Entonces, se les hace la atención del trabajo de parto activo en nuestra unidad. Lo realizado este año confirma las competencias profesionales de nuestro equipo de médicos y enfermeras, técnicos y personal de apoyo».
Los partos que se hagan aquí son considerados extrahospitalarios, por lo cual constituye un indicador desfavorable para el PAMI, comenta el directivo, quien asevera que, en ese salón, en una larga etapa, fueron recibidos muchos niños y niñas.
«En la compactación de centros asistenciales y de servicios, ese salón perdió su certificación, la cual pretendemos rescatar, por el bien que hace. De todas formas, para responder ante cualquier emergencia, permanece listo, igual que sucede con la sala para las puérperas».
Pese a todo lo descrito aquí, ninguno de los responsables se vanagloria. Por el contrario, se exigen a sí mismos cada día, en función de hacerlo mejor, porque la vida es un tesoro demasiado sagrado y, por ende, debe ser protegido a toda costa. Mientras tanto, madres y bebés, ya sean neonatos o en gestación, gozan de una atención, no exenta de carencias y dificultades, pero que tiene en el humano el recurso indispensable.
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ReyBello dijo:
1
24 de julio de 2025
15:07:11
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