Sancti Spíritus.–Cuando en días pasados Deivy Pérez Martín, en su condición de presidenta del Consejo de Defensa Provincial, subrayó más de una vez que el Ejercicio Meteoro-2025 no transcurría bajo una situación imaginaria, sino en medio de riesgos muy reales; es obvio que, entre otros elementos, se refería también a la cruda sequía que continúa afectando al territorio.
Tal vez la más palpable evidencia esté en la emblemática presa Zaza (la mayor del país), que, con capacidad para embalsar 1 020 millones de metros cúbicos de agua, a duras penas contiene hoy en su vaso unos 112 millones, equivalentes a alrededor del 9 %, según trascendió en el propio Ejercicio.
No hay que ser experto para imaginar el nocivo impacto que esa situación tiene para los programas de siembra de arroz en zonas del Sur del Jíbaro, cuyo desarrollo depende, precisamente, del agua que aporte la presa. Unas 7 000 hectáreas del grano peligran ante el brutal comportamiento de la sequía.
No menos pernicioso es su efecto para la pesca, la producción de alevines y otras actividades inherentes a una acuicultura que, puntea a escala de país, cuyas producciones contribuyen a aliviar, en determinada medida, necesidades alimentarias no solo en Sancti Spíritus, sino también en otras provincias y en la capital cubana.
Metafóricamente, el periódico Escambray ha reflejado el asunto afirmando que hoy «la mayoría de las nueve presas piden el agua por señas, pues el territorio acumula, al cierre de mayo, algo más de 250 millones de metros cúbicos del preciado líquido, cifra que representa apenas el 21 % de su capacidad total de llenado».
Por fortuna, los tres embalses que tributan al abasto de la población no presentan aún una situación crítica o emergente.
No obstante, es obvio que urge extremar medidas en los ámbitos estatal, institucional, social y familiar, para hacer el uso más justo y adecuado posible de ese imprescindible líquido, e impedir que fugas, derroches o despilfarros evitables terminen complicando mucho más un panorama que ya es muy tenso para quienes reciben el agua mediante carros cisternas, o les llega por agónicos ciclos.
Se trata, en fin, de no cruzar los brazos y mirar hacia las nubes. Según declaraciones de prensa de José Carlos Hernández Rodríguez, especialista del Puesto de Dirección de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en Sancti Spíritus, hasta el día 27 la red de pluviómetros del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos apenas había inscrito 57,6 milímetros de lluvia como promedio, nivel muy lejano de los 176,2 inscritos históricamente para el quinto mes del calendario.
La afectación, por tanto, es tangible. Lo lógico, entonces, es meterle el pecho con inteligencia, sentido de la responsabilidad y adecuado uso de ese recurso natural insustituible.
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Jorge luis dijo:
1
31 de mayo de 2025
15:19:49
Pastor Batista dijo:
2
4 de junio de 2025
17:53:22
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