Jóvenes granmenses protagonizan ruta histórica «De Céspedes a Martí»

Manzanillo, Granma.— Con motivo del aniversario 130 de la caída en combate de José Martí, jóvenes de Granma iniciaron la Ruta Histórica «De Céspedes a Martí», un proyecto que vincula símbolos independentistas y fomenta valores revolucionarios.  

La actividad partió desde el ingenio Demajagua —lugar donde Carlos Manuel de Céspedes inició la lucha independentista en 1868— con la participación de estudiantes, combatientes de las FAR y el Minint, junto a autoridades políticas. 

«Estas acciones buscan sembrar en los cubanos los principios que defendió Martí: dignidad, justicia y coherencia», afirmó Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido en Granma, durante la apertura. La acompañaron la gobernadora Yanetsy Terry y líderes locales como Reinier Beltrán (Partido en Manzanillo) y Yaritza Jeréz (UJC provincial), quienes destacaron el rol juvenil en la construcción de una sociedad más solidaria. 

El discurso central resaltó la vigencia del ideario martiano: «La justicia hay que ponerla tan alta como las palmas. Ser coherente es la manera más fehaciente de homenajear al Maestro», subrayó Ortiz Barceló, vinculando el legado de Martí con la lucha actual contra «la cizaña del imperialismo yanqui».

Javier Vega Leyva, director del museo Casa Natal de Céspedes, detalló que la ruta incluirá visitas a monumentos, intercambios con autoridades y recorridos por Manzanillo y Bayamo. Además, se reeditará la entrada mambisa a caballo y una acampada esperará el amanecer del 19 de mayo en conmemoración de la caída de Martí.  

Un momento simbólico fue la siembra de una palma real, emblema de unidad y defensa de los ideales de Martí, Fidel y Céspedes. La ruta culminará en Dos Ríos, sitio donde perdió la vida el Héroe Nacional en 1895, con el llamado a «construir la Cuba libre que él soñó». 

El abanderamiento de la ruta cerró con un mensaje de unidad: «Sigamos hermanando voluntades para construir la patria que queremos», concluyeron, mientras los jóvenes partían hacia la siguiente etapa del periplo, cargando como estandartes las palabras de Martí: «Es fácil ser bueno; lo difícil es ser justo».