CARACAS, Venezuela.– Pudieran pensar los ingenuos que un maestro es solo la huella de la tiza en la ropa y el registro de asistencia bajo el brazo. Sin embargo, se sabe que es, quizá, quien dé las primeras lecciones de vida o descubra en su alumno una tristeza escondida o un talento sin pulir.
Belkis Bigott tiene esa certeza. Por eso guarda, enmarcada, en su oficina de rectora de la Universidad Nacional Experimental del Magisterio Samuel Robinson, una foto suya con el Comandante Fidel, que le recuerda los tiempos en los que ella era apenas «profesora de literatura de un liceo».
Tenía 21 años cuando participó en su primer evento fuera de las fronteras de Venezuela: el Congreso Internacional Pedagogía 1990. «Fue muy significativo para mí, pues en ese momento se conformó la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe», dice.
«Me ha correspondido volver a Cuba en el espacio de Pedagogía, pero recuerdo aquel porque logramos consolidar una meta importante de los educadores latinoamericanos, que era organizarnos para la defensa de la educación pública gratuita y obligatoria para todos nuestros niños».
A su regreso no podía sino pensar en revolucionar la enseñanza, y a ello se ha dedicado, sobre todo, tras la firma del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela, que «abrió una posibilidad infinita de mejorar los procesos educativos en este país».
La también Directora de Investigación e Información del Ministerio de Educación, apunta que, «en ese marco, se han formado más de 10 000 educadores en cursos de posgrado, y hemos participado en un diseño de programas para los países del alba».
Por estos días, Belkis Bigott regresa a La Habana, esta vez con otros cinco especialistas venezolanos, a «la gran fiesta» que será Pedagogía 2025.
«En el encuentro vamos a presentar la experiencia que ha desarrollado la universidad del magisterio venezolano, para garantizar la formación de los educadores y trabajadores del sector en el territorio nacional. También debatiremos acerca de la construcción de indicadores desde la descolonización para el análisis de la calidad educativa».
Para esta maestra de profesión y vocación, «Pedagogía es siempre la renovación del compromiso de los educadores latinoamericanos con la construcción de un mundo mejor, de una América con educación para todos».
Hoy Belkis asume otras responsabilidades que la han alejado del polvo de la tiza y del borrador; pero en su oficina no faltan los libros, cuadernos, pizarrones. Y muy cerca de ella, enmarcada, la foto con Fidel, acompañada de imágenes de Bolívar y Chávez, maestros todos en la materia más importante para nuestros pueblos de América: la independencia.
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