El hotel Las Tunas quedó listo este jueves para recibir los primeros pacientes de COVID-19 en edades pediátricas. A partir de ahora la mayor instalación de la cadena Islazul en la provincia homónima, funcionará como una extensión del Hospital Pediátrico provincial «Mártires de las Tunas», que ve agotada sus capacidades debido al alza de contagiados menores de 18 años.
Los pequeños de 1 a 5 años serán atendidos en la edificación hotelera, de 5 a 12 en la Universidad de Ciencias Médicas y de 12 a 18 en sus respectivos municipios; mientras que los infantes descompensados de su padecimiento de base (diabéticos, cardiópatas, oncológicos...) o con signos de gravedad de la COVID-19, independientemente de la edad, recibirán la asistencia en el Hospital Pediátrico provincial, al igual que los lactantes positivos o sospechosos.
En el hotel Las Tunas la atención a los infantes estará cubierta por especialistas las 24 horas, decisión que permitirá mejorar la calidad en las prestaciones, dijo el pediatra Jorge Luis Riquenes Hidalgo en el nuevo espacio radiotelevisivo Por la vida, diseñado por las autoridades locales de conjunto con los medios de comunicación, para ofrecer información actualizada sobre la situación epidemiológica del territorio.
El centro tiene la experiencia de haber acogido en meses anteriores al personal sanitario que salía de la zona roja, durante el periodo de vigilancia. El ejercicio coloca ahora a su personal en mejores condiciones para enfrentar el nuevo desafío.
Riquenes Hidalgo explicó que el protocolo nacional para el tratamiento de la COVID-19 en edades pediátricas establece para los menores de 3 años el uso del interferón humano alfa 2B recombinante liofilizado. De 3 a 12 años, el mismo medicamento en su formulación líquida, y a los mayores de 12, el nasalferón. «Tenemos la disponibilidad de los inyectables y a los que no puedan usarlas se les administra la Biomodulina T», enfatizó.
El Balcón de Oriente ha reportado muy pocos menores graves por la COVID-19. Ante la frecuente pregunta de los padres sobre el uso de la azitromicina y otros antibióticos durante la enfermedad, el galeno aclaró que son muy pocos a los que han tenido que tratar con este tipo de fármacos y casi nunca por la COVID-19, sino por otras enfermedades que padecen en ese momento.
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