Genuina muestra de la decisión del Gobierno cubano de preservar al máximo posible la vida de las personas, sus bienes y los recursos de la economía nacional, el Ejercicio Meteoro devino factor clave en el fortalecimiento de la capacidad del país para enfrentar situaciones de desastres.
Su realización desde 1986, con carácter anual, no se interrumpió ni en la etapa más difícil del periodo especial, lo cual avala el nivel de prioridad concedido por la más alta dirección del Partido y del Estado a la preparación de la sociedad ante la ocurrencia de huracanes, sismos, inundaciones por fuertes y continuadas lluvias, sequía intensa, inundaciones costeras, incendios en áreas rurales, accidentes tecnológicos, derrames de hidrocarburos, epidemias y otros eventos.
Al cumplirse el aniversario 35 de haberse efectuado por primera vez el Ejercicio Meteoro en el país, Granma conversó con el Teniente Coronel (R) Adael Ramos Martínez, jefe del Departamento de Operaciones del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMNDC)
–¿En qué contexto y por qué surge el Ejercicio Meteoro?
–Durante los primeros años de la Revolución, el sistema de Defensa Civil centró su labor en la preparación del pueblo para enfrentar una posible agresión militar externa, los sabotajes y demás acciones de la contrarrevolución.
«Poco tiempo después, partiendo de las amargas experiencias dejadas por el azote del ciclón Flora, en octubre de 1963, fue incorporado, asimismo, el adiestramiento de los ciudadanos ante los eventos de origen natural, que impactaban al país, fundamentalmente.
«La génesis del Ejercicio Meteoro se remonta al año 1985, cuando el impacto del huracán Kate, el día 19 de noviembre, puso de manifiesto un grupo de deficiencias relacionadas con el funcionamiento de los órganos de dirección y la preparación de la población en el cumplimiento de normas de conducta, ante situaciones de desastres.
«Tras un profundo análisis hecho de manera conjunta por especialistas del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y de otras instituciones, se adoptó la decisión de efectuar un ejercicio de carácter nacional enfocado en superar los problemas detectados.
«Así, en 1986 tiene lugar el primer Ejercicio Meteoro bajo la denominación de Ejercicio Popular de las Acciones en caso de Catástrofe».
–¿Qué acciones principales se desarrollaban en aquella primera etapa y cuáles fueron incorporadas con posterioridad?
–En un principio, el Ejercicio Meteoro estuvo dedicado, principalmente, al enfrentamiento de la temporada ciclónica, y en él participaba la población de las zonas de defensa seleccionadas en los municipios y los órganos de dirección a todos los niveles, e incluía las acciones de respuesta a este tipo de evento.
«Ya en la década de los años 90 fueron ampliados los objetivos del ejercicio a todos los peligros de desastres apreciados en nuestro país, realizándose siempre un fin de semana del mes de mayo, previo al inicio de la temporada ciclónica.
«Fueron incorporadas también diversas actividades dirigidas a reducir vulnerabilidades y enfrentar en mejores condiciones eventos de desastres de origen natural, tecnológico y sanitario, como son labores de saneamiento e higienización en ciudades y en barrios, poda de árboles, limpieza de ríos, zanjas, canales, alcantarillas y tragantes, lo cual posibilitó incorporar a todas las esferas de la sociedad y a las comunidades, en la gestión de la reducción del riesgo de desastres».
–¿Cómo está concebido el Ejercicio Meteoro 2021?
–Atendiendo a la compleja situación epidemiológica que vive el país, debido a la covid-19, y el incremento del número de provincias y de municipios en la fase de transmisión autóctona limitada, el Ejercicio Popular de las Acciones para Situaciones de Desastres Meteoro 2021 estará enfocado en la actualización de los planes de Reducción del Riesgo de Desastres, con énfasis en los elementos que pueden incrementar el riesgo en el contexto de la pandemia.
«De ahí la conveniencia de puntualizar las medidas y aseguramientos en caso de afectación por eventos hidrometeorológicos, partiendo de la posibilidad de que algunos centros de evacuación puedan estar designados como lugares de aislamiento para sospechosos y contactos de la covid-19.
«Igualmente, se prevé trabajar en las acciones requeridas para proteger a la población en las viviendas, en particular en las comunidades con alta tasa de transmisión del coronavirus, prestando al mismo tiempo especial atención a las que eviten un posible incremento en los niveles de infectación del mosquito Aedes aegypti durante la temporada de lluvia, lo cual pudiera agravar la situación epidemiológica.
«Está previsto, además, incluir las principales experiencias del enfrentamiento a la covid-19 en los planes de reducción del riesgo de desastres, junto a la mitigación de vulnerabilidades».



















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Alberto dijo:
1
23 de mayo de 2021
11:56:32
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