ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El entonces Ministro de las FAR, Raúl Castro Ruz, presidió el sepelio del combatiente Luis Ramírez López. Foto: Archivo de Granma

Esa noche, cuando la bala disparada desde la base ilegal extranjera hirió otra vez el sentimiento de Cuba, de los labios del soldado moribundo salió una última frase: «Marines, hijos de puta, me han matado».     

A Luis Ramírez López se le mira hoy como se mira a los héroes, y él se revela compañero en nuestros días. Habría sido la suya una vida signada por más de seis décadas frente a desafíos, de esos que dejan marcas más allá de la piel.

Sus sueños quedaron truncos, y hecho símbolo él. ¿Qué hubiera sido en su vida? ¿Obrero de vanguardia, jefe militar, dirigente, científico, profesional relevante…?

¿Quién podría calcular los límites de una existencia que buscaba la brújula guevariana: estudio, trabajo y fusil? Las posibles respuestas duelen, porque Luis no llegó a la mitad de su juventud. No pudo ser el padre orgulloso, el abuelo, el fundador y eje de una familia que hoy lo veneraría como su héroe.     

El disparo atravesó el pecho de 22 años; asesinó a un hombre que se soñaba a sí mismo, tal vez inmerso en los avatares futuros de su país, pero también en su realización personal. El odio dejó a Cuba sin Luis, el sábado, 21 de mayo de 1966, frente a la cerca perimetral de la hoy Brigada de la Frontera en Guantánamo. 

De este lado, en observación, Ramírez López; del otro, en usurpación, marines yanquis; presencia ilícita la de estos últimos y de la base naval que ilegalmente mantiene Estados Unidos en un pedazo de nuestro suelo, ultraje a la soberanía nacional.  

La bala rompió el silencio cuando empezaba la noche; el héroe cayó. Periodistas de 16 naciones comprobaron in situ que fue asesinado en su puesto; no funcionó el cuento de que el joven había traspasado la línea divisoria; una falacia tan sórdida como lo es la de los «ataques sónicos» a personal de la embajada yanqui en La Habana; meros pretextos para agredirnos.

No fue la primera ni sería la última vida que los crímenes made in USA nos arrebatan. Esa marca de odio ha enlutado a 3 478 familias cubanas, y es la misma que hoy se vale de engendros mercenarios de bajo costo, con el fermento virtual que procura acciones violentas.

Contra esa pretensión anexionista se yerguen Ramírez López y la juventud que lo recuerda.

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joaquín B 3 dijo:

1

21 de mayo de 2021

07:07:49


Excellent José.

Empres Eléctrica Guantánamo dijo:

2

21 de mayo de 2021

09:37:30


Luis Ramírez López es para los guantanameros y para todos los cubanos un soldado del deber, No sabe el imperio que ese pino nuevo truncado su crecimiento, tronchados sus sueños y el anhelo de vivir en sus años mozos, hoy se multiplica en los tantos jóvenes cubanos que fusil al hombro siguen velando por la seguridad y la soberanía de Cuba en la frontera del deber. Su ejemplo y su dignidad perduran en la vida de nuestras jóvenes generaciones.

marcos godoy dijo:

3

21 de mayo de 2021

11:14:29


...Yo estaba en cuba cuando asesinaron desde la base de Guantánamo al c. Luis Ramirez López..Fué un asesinato en frío,,Igual al que hacían los nazis en los campos de concentracíon, cuando afinaban puntería matando judios, comunistas o gitanos..La indignación del pueblo cubano se manifestó desde San Antonio a Maisí..y si mal no recuerdo, el gobierno decretó un alerta de combate que puso en movimiento todos medios bélicos de Cuba..Si la crisis de Octubre de 1962 se hubiera resuelto con la participación de Cuba y los cinco puntos invocados por Fidel para el retiro de los cohetes soviéticos hubieran sido tomados en cuenta a la hora del arreglo,muchas vidas cubanas se hubieran salvado..Honor y gloria a tus mártires Cuba querida